Plensa y la intimidad de las dos dimensiones

El Yorkshire Sculpture Park muestra sus dibujos

West Bretton,

Cuenta Jaume Plensa que, cuando trabaja en tres dimensiones, siempre siente la necesidad de colaborar con otras personas a la hora de dar forma a sus esculturas, pero que cuando dibuja, los trazos fluyen al papel directamente desde su cerebro; concibe esta disciplina como un laboratorio donde desarrollar las propias intuiciones, un lugar para la libertad.

En esa última faceta de su producción se centra la exhibición que, hasta octubre, dedica al artista el Yorkshire Sculpture Park británico en su Weston Chapel: “In small places, close to home” consta de dos instalaciones complementarias de dibujos seleccionados para subrayar la diversidad de prácticas con las que Plensa los realiza (veremos collages, vidrios grabados, obras elaboradas con pinturas industriales) y también algunas proyecciones de esos trabajos en el espacio, alambre mediante. Era necesario, porque se trata de imágenes siempre estrechamente ligadas a sus esculturas, con las que comparten asuntos a explorar: el manejo de la luz y del lenguaje, las referencias a la oscuridad, al silencio y a la confluencia de la condición humana individual con la colectiva.

Llegadas del Museo Picasso de Antibes y la Galerie Lelong, sugieren estas piezas, en muchos casos, preocupaciones vinculadas a la necesidad de que el cumplimiento de los derechos fundamentales no escape a culturas, edades, géneros, religiones y etnias.

Jaume Plensa. Shadow study XXXII, 2010. Gasull Fotografia ©Plensa Studio Barcelona
Jaume Plensa. Shadow study XXXII, 2010. Gasull Fotografia ©Plensa Studio Barcelona

Podremos ver la serie Faces (2008), compuesta por retratos de personas de orígenes diversos inspirados en la colección de libros antiguos de geografía y antropología que posee el catalán; sus rostros se fusionan, precisamente, con extractos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU, a la que él considera “el poema más hermoso del mundo” en cuanto que expresión del deseo común de mejorar pese a las imperfecciones propias. También, y por primera vez, se exhibe al público April is the Cruellest Month (2020-2021), un conjunto de veintiocho dibujos que llevó a cabo durante el confinamiento y que se refieren a las reacciones psicológicas que ha implicado la pandemia, incidiendo en el pánico y la ansiedad y atendiendo a un contexto global, pero partiendo de una perspectiva íntima: conforman una suerte de diario visual y ofrecen en conjunto una visión personal de los pensamientos y de la fragilidad experimentados por el mismo Plensa en aquellas semanas.

En cuanto a los trabajos que agregan volumen a estos papeles, contemplaremos cuerpos grabados en losas de vidrio de capas de casi cuatro metros de largo en Continents I & II (2000) o cabezas de alambre suspendidas que integran las más conocidas propuestas de Invisibles (2016); en estas salas, refuerzan el vigor de los dibujos.

Jaume Plensa. Anònims IV, 2003
Jaume Plensa. Anònims IV, 2003

No es la primera vez que Plensa recala en el Yorkshire Sculpture Park: en 2011 una muestra, que cosechó gran éxito de público, repasó su producción tanto en sus espacios interiores como en los exteriores y Wonderland (1993) no ha dejado de estar presente en el muro externo del centro de visitantes del Museo; a ella se unió la monumental Wilsis (2016), de siete metros de altura, en 2017, con motivo del 40º aniversario del centro.

Así, “In small places, close to home” marca el regreso del escultor a la que es prácticamente su casa británica una década después y responde en sus esquemas al mismo espíritu de su producción. Perteneciente a una generación de artistas –a la que también podemos vincular a Thomas Schütte o Juan Muñoz– que comenzó a trabajar en los ochenta y que no cree ni en las fronteras rígidas entre corrientes creativas, ni en que el arte contemporáneo deba desprenderse de la figura humana, este autor entiende dicho cuerpo humano como destino artístico inevitable, más que como aproximación histórica al pasado, aunque quede esta implícita.

Jaume Plensa. "In small places, close to home". Yorkshire Sculpture Park
Jaume Plensa. “In small places, close to home”. Yorkshire Sculpture Park
Jaume Plensa. "In small places, close to home". Yorkshire Sculpture Park
Jaume Plensa. “In small places, close to home”. Yorkshire Sculpture Park

En el encaje de esa corporalidad en los espacios públicos ha venido trabajando en sonados proyectos internacionales, recuperando debates dejados a un lado por sus predecesores y consolidando una producción siempre llena de dicotomías: los juegos de formas y volúmenes, de lo cóncavo y lo convexo, suelen integrarse en los lugares donde se sitúan sus propuestas, porque el artista no las afirma en su contra y las figuras se disuelven, desmaterializan y rematerializan en función de las condiciones lumínicas. Se trata de cuerpos, en definitiva, que reflejan luz y se dejan atravesar por ella fugazmente.

Si toda representación escultórica de una cabeza evoca lo originario -también la ausencia de un personaje o su importancia, en el caso de tratarse de un monumento-, esas convenciones están presentes en el imaginario de Plensa muy sutilmente, pero como las primitivas efigies, las suyas son también una abstracción de todos nosotros y de la condición humana en relación con su entorno: nos invitan a percibirlo, sobre todo el público, de otra manera, y concentran e irradian dicho espacio desde su transparencia.

Jaume Plensa. "In small places, close to home". Yorkshire Sculpture Park
Jaume Plensa. “In small places, close to home”. Yorkshire Sculpture Park

 

 

Jaume Plensa. “In small places, close to home”

YORKSHIRE SCULPTURE PARK

West Bretton

WF4 4LG

Del 18 de junio al 30 de octubre de 2022

 

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