Vive le cinéma! Cine más allá de la pantalla en Tabakalera

14/07/2022

Este 2022 el Festival de cine de San Sebastián cumple setenta años y Tabakalera ha querido sumarse a la celebración con una triple propuesta: la inauguración de “Imagina un festival”, la presentación de la instalación sonora Mutia, de Carlos Casas, en su escalera principal y la apertura de la exposición “Vive le cinéma!”, que cuenta con trabajos de cuatro directores que han adaptado su práctica fílmica habitual a instalaciones que han podido llevarse a una sala de exposiciones: se trata de Dea Kulumbegashvili, Isaki Lacuesta, Lemohang Jeremiah Mosese y Jia Zhang-ke.

Coproducida con el Eye Filmmuseum de Ámsterdam y organizada en colaboración con el propio Festival, esta exhibición se nutre de piezas en las que esos cineastas han utilizado la luz y el sonido para abordar asuntos básicos de interés humano, como la vida y la muerte; lo político, lo cotidiano y sus lazos o el cuerpo, sus presencias y ausencias. Se han valido, en el proceso, de tecnologías más propias de las artes plásticas que del cine y han buscado generar en el Centro Internacional de Cultura Contemporánea donostiarra experiencias fílmicas distintas a las posibles en las salas, pero capaces de generar relaciones alternativas entre el espacio y el tiempo.

En las zonas expositivas principales de la primera planta de Tabakalera nos enseñan proyectos en los que lo estático y bidimensional de la gran pantalla deviene una experiencia tridimensional por la que se invita al público a transitar y en la que nada tiene inicio ni desenlace, dado que las imágenes en movimiento se proyectan de forma ininterrumpida. El objetivo último con que se han concebido estas propuestas es posibilitar a los espectadores un redescubrimiento del séptimo arte por la vía de la expansión, llevando la luz y el sonido más allá de los límites de la antigua sábana.

Mosese. Bodies of Negroes. I Will Sculpture God, Grim and Benevolent
Mosese. Bodies of Negroes. I Will Sculpture God, Grim and Benevolent

De las cuatro piezas que integran “Vive le cinéma!”, las de Mosese y Jia Zhang-ke pudieron verse ya en el Eye Filmmuseum holandés, mientras que las de Lacuesta y Kulumbegashvili se han creado específicamente para el espacio vasco. La georgiana, multipremiada en San Sebastián hace dos años por Beginning, la conmovedora historia de una mujer víctima de machismos aberrantes dentro y fuera de su casa, viene plasmando en su producción distintas caras de la realidad social de su país prestando especial atención a los personajes femeninos.

En esta ocasión exhibe la instalación audiovisual inmersiva Captives, en la que nos invita a adentrarnos en la intimidad espacial de un personaje a la vez que nos hace cuestionarnos el sentido de la representación cinematográfica y los vínculos entre lo humano y lo no humano. Su obra constituye, sobre todo, un replanteamiento del acto de mirar y de los nexos, también espaciales, entre quien observa y el observado. Kulumbegashvili desarrolló esta propuesta durante una residencia en el Espacio de Artistas de Tabakalera, en 2021.

Lacuesta, que hace solo unas semanas estrenaba su último filme, Un año, una noche, en la Berlinale, no es nuevo en los museos: el Centre Pompidou le brindó en 2018 una retrospectiva y una publicación: Le cinéma d ‘Isaki Lacuesta. A San Sebastián ha traído Prohibimos en España. Censuras, prohibiciones y denuncias en la España democrática (1977-2022), una instalación cúbica y cubierta de espejos en la que tendremos que adentrarnos, necesariamente, de uno en uno y en la que se recogen un centenar de ejemplos de diversas formas de censura. El sonido de su intervención corresponde a las respuestas que 26 músicos, entre ellos Albert Pla, Christina Rosenvinge, Fermín Muguruza, Gran Wyoming, Kiko Veneno, La Basu y Soleá Morente, ofrecen a la pregunta ¿Puedes cantarme alguna cosa que no se pueda cantar en España?

Entiende este director que una de las mejores formas de conocernos, individualmente y como sociedad, es preguntarnos por aquello que nos negamos.

En cuanto a Mosese, oriundo de Lesoto y miembro de una generación de cineastas que han buscado consolidar un nuevo imaginario visual para África, alejado de estereotipos, nos muestra Bodies of Negroes. I Will Sculpture God, Grim and Benevolent. Si sus filmes suelen nutrirse de sus recuerdos de infancia, o estudian la influencia de las concepciones religiosas europeas en las sociedades poscoloniales, este trabajo ensalza la belleza de los cuerpos femeninos negros en media docena de pantallas. Sus protagonistas son once jóvenes que cuidan a su madre, moribunda, lavándola de cara a pies en acciones repetitivas que adquieren el peso de rituales.

Por último, Jia Zhang-ke, una de las voces más representativas del cine independiente chino, iniciador del Festival Internacional de Cine de Pingyao y fundador del Festival de Literatura de Lüliang, presenta Close-Up, una intervención multipantalla que se inspira en la ubicuidad de las cámaras de vigilancia que proliferan en las ciudades y pueblos de su país, sin dejar apenas puntos ciegos en los espacios públicos. Llamadas “ojo del cielo”, esas cámaras son el mayor productor de imágenes y, por su gran angular, convierten a los individuos que captan casi en seres insignificantes.

En la pieza, cuatro cámaras escanean una intersección de tráfico en una zona de mucho movimiento, mientras que una quinta se centra en un hombre herido. Lo que empieza siendo un plano general acaba convirtiéndose en un primer plano que permite que los visitantes de la exposición puedan seguir la historia de este último individuo, y vean cómo esos dispositivos observan, controlan, encuadran y dirigen, al mismo tiempo, la mirada del público a la exposición. Contrastando la sobreabundancia de imágenes de vigilancia con la mirada del cineasta sobre una única persona, Jia Zhang-ke reivindica el poder del cine para proporcionar una observación cercana del individuo y, en el camino, de la condición humana.

“Vive le cinéma!” puede recorrerse hasta enero de 2023 y se completa con vídeo-ensayos sobre las filmografías de cada autor (los de Kulumbegashvili y Lacuesta son obra de las también cineastas vascas Irati Gorostidi y Maider Oleaga) y con un programa de actividades del que forman parte un ciclo de proyecciones, un seminario, un nuevo curso Artemakina, talleres para familias y visitas guiadas.

 

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