NOMBRE: Sofía Idoia
APELLIDOS: García Chávarri
LUGAR DE NACIMIENTO: Vitoria
PROFESIÓN: Artista
A Sofía Idoia García Chávarri, nuestra fichada esta semana, la conocimos en el lejano tiempo prepandémico, cuando en las semanas anteriores al verano de 2019 presentó en la sala madrileña Mad is mad la muestra “Subí, subí, subí”, compuesta por una selección de micropoemas visuales que hacían referencia a dudas existenciales y que tenían en común la presencia de una protagonista femenina. Se trataba de ilustraciones en blanco y rojo: en unos casos, su contenido aludía al proceso creativo del que eran fruto; en otros, se apelaba a la complicidad del espectador a la hora de habitar un espacio compartido con las piezas.
Hasta finales de febrero, además, podemos visitar en la Sala Maruja Mallo del Centro Cultural Clara Campoamor “Controversus”, otra exposición en la que ha reunido veinticinco trabajos recientes, en su mayoría sobre papel, abstractos, basados en la mancha y la gestualidad y con mucho de poético, casi su única nota común con los anteriores.
La artista, licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Vigo en la especialidad de pintura, y Máster en Teoría y Práctica del Arte Contemporáneo por la Complutense, presentó también una individual en la Galería Bacelos viguesa, ha participado en colectivas en José Rincón Galería, en el Auditorio Nacional de Música de Madrid, en la Sala Caja Vital de Vitoria y en Kaldarte02, en Pontevedra, y llevado sus performances a Madison Avenue (Nueva York) y Sint-Lukas (Bruselas). Además, recibió la Beca Mario Antolín en el XVI Premio BMW de Pintura, que le permitió desarrollar una residencia en Nueva York, y el segundo galardón en el 52ª Certamen de Arte Alavés.
Se suma Sofía Idoia a esta sección porque queremos saber más de sus indagaciones en las posibilidades del lenguaje visual para expresar emociones, de su trabajo con la materia y el vacío, los signos gráficos y las mencionadas manchas, que son el sello de su producción más reciente.
Sobre sus comienzos nos cuenta esta autora que su familia incentivó el desarrollo de su lado creativo y que, de hecho, algunos de los procedimientos con los que pintaba en su infancia los mantiene hoy: He tenido la suerte de crecer en una familia que desde siempre ha incentivado nuestras formas de expresarnos artísticas. Mi padre forraba el suelo de la cocina de periódicos y nos daba a mi hermana y a mí papeles enormes y gouaches para pintar con música clásica de fondo. Éramos muy pequeñas, gateábamos, era una etapa prelingüística. Se podría decir que aprendí antes a expresarme con la pintura que con el lenguaje. Hoy en día, muchas obras las sigo pintando en el suelo, independientemente del tamaño del soporte.
Me licencié en Bellas Artes en la Universidad de Vigo, en la especialidad de pintura, y posteriormente realicé el Máster en Teoría y Práctica del Arte Contemporáneo en la Universidad Complutense de Madrid. Los premios que recibí por aquel entonces, como la Beca Mario Antolín en el XVI Premio BMW de Pintura, con una residencia artística en Nueva York, y el apoyo de una galería de primera línea como Bacelos (Vigo), fueron un estímulo importante para continuar con mi carrera.
Su obra, fundamentalmente abstracta como avanzábamos, se basa en el análisis de los elementos que constituyen la propia pintura y en la exploración de sus opciones como contenedor de lo inconsciente. No casualmente la poesía y el lenguaje se encuentran entre los intereses fundamentales de Sofía; su trabajo guarda estrecha relación con lo textual y la escritura: Aunque he desarrollado proyectos conceptuales para ámbitos no museísticos, como Memoria líquida: Hacia un capitalismo de la percepción y Vértigos (RR.SS. y arte urbano), mi práctica se enfoca en la abstracción pictórica.
Mis obras pueden ser leídas como dialécticas entre lo mental y lo emocional, instantáneas de hemogramas que captan un momento preciso y actual. En esta dialéctica se conjugan referentes de todo tipo, aquí destaco principalmente los arquitectónicos en la parte más formal, mental, y referentes más ligados al automatismo (popular gracias a los surrealistas o al expresionismo abstracto americano, más allegados a lo irracional y emocional).
Supongo que, por influencia de mi padre -es arquitecto y caricaturista-, desde pequeña me han atraído los materiales y la arqueología del paisaje urbano, las texturas, colores, el diseño y las disposiciones de los elementos que lo configuran. Los planos arquitectónicos, contenedores, osamentas de vida que conforman un paisaje… han formado siempre parte de mi imaginario, curiosidad y cotidianeidad. Me fascinan también esas técnicas del automatismo psíquico de los expresionistas abstractos, como túneles en los que ahondar, jugar, perderse y reflexionar. Como cartografías del inconsciente, con gran presencia de carga emocional.
Entre mis principales intereses destaca la poesía. Hace unos años empecé con ese proyecto de poesía visual digital llamado Vértigos y este año tengo la intención de publicar un libro de poemas. La poesía siempre ha sido, junto a la pintura, uno de mis fundamentales vehículos expresivos.
El juego con el lenguaje -como una prolongación de mi forma de vida- también impregna mi obra pictórica, genera lugares de encuentro con la propia pintura. Es cierto que, en mi obra pictórica, además de los fundamentos de la pintura (teoría del color, composición, geometría…), la grafía juega un papel relevante, pero, a diferencia de en la poesía, aquí me interesa como dibujo, símbolo desterritorializado; no me interesa su significante. Mis obras manifiestan un estrecho vínculo con una dimensión gestual y corporal de la escritura.
Mis obras pueden ser leídas como dialécticas entre lo mental y lo emocional.
Siempre en el ámbito de la pintura o el dibujo, las técnicas que utiliza son muy diversas: El lienzo y el papel son los soportes que más utilizo. La técnica es mixta, acrílico, grafito, óleo, ceras… Pinceles, brochas, a veces pinto con las manos, araño el lienzo, utilizo mi propio cuerpo como útil trazador. Otras veces me sirvo de objetos que encuentro o que tengo a mano, como tejidos, plásticos, esponjas. Incisiones, esgrafías, manchas… La experimentación es fundamental en mi proceso.
El vacío es, asimismo, una parte muy relevante en mi obra; el vacío como límite que define el peso y la forma de la masa.
Entre sus referentes cita a autores abstractos pasados y recientes, pero nos habla también de filosofía y de otras disciplinas: Mi gran influencia pictórica es el arte abstracto. Sin duda, Chillida y Oteiza siempre han sido referentes y, fundamentalmente, el expresionismo abstracto en general, Klee, Cy Twombly… También artistas conceptuales como Sophie Calle. Me fascina su obra.
El capítulo Rizoma del libro Mil Mesetas, de Deleuze y Félix Guattari, es uno de los textos que más me ha influido y sigue haciéndolo, así como la obra de Walter Benjamin, Roland Barthes o Susan Buck-Morss. La arquitectura, como he mencionado anteriormente, la poesía y la sinestesia como correspondencia espontánea entre los sentidos son intereses que marcan mi trayectoria.
Entre sus principales proyectos, menciona Sofía “Controversus”, su actual muestra en Madrid: Mi principal proyecto es la pintura abstracta, ahora mismo tengo una exposición en el Centro Cultural Clara Campoamor, en la sala Maruja Mallo, que se llama Controversus, comisariada por Nuevos Públicos/oficina curatorial. Se prorroga hasta finales de febrero. En Controversus presento una selección de 28 pinturas de los dos últimos años; es la primera vez que la poesía cohabita en mi obra estableciendo un guiño en torno a la dialéctica pictórica.
En estas piezas, la artista experimenta intuitivamente con el color, la geometría o los principios compositivos y hace convivir, por primera vez, manchas y grafías con sus propios versos. El título de la exhibición hace referencia a las nociones opuestas en las que profundiza mientras pinta, como lo causal y lo azaroso, lo caótico y lo ordenado.
Prepara, además, nueva muestra en los próximos meses y también, como nos avanzaba, un libro: Este año ha comenzado para mí muy fuerte y está siendo una caja de sorpresas, lo más cercano es de cara a primavera, que estoy preparando una exposición con una galería con la que colaboro desde hace un tiempo, aunque será cuando termine la muestra que tengo actualmente, “Controversus”, cuando cerremos fecha y pueda anunciarlo oficialmente. También me he marcado el objetivo de publicar un libro de poesía a lo largo del 2023, pero todavía es un poco pronto para hablar de fechas.
Conoced mejor a Sofía en su web (www.sofiaidoia.com) o en su perfil de instagram (https://www.instagram.com/vertigos.sofiaidoia/).