NOMBRE: Lluc
APELLIDOS: Baños Aixalà
LUGAR DE NACIMIENTO: Barcelona
FECHA DE NACIMIENTO: 1985
PROFESIÓN: Artista
Aún estamos a tiempo, hasta el próximo 31 de mayo, de visitar en la Galería Nordés de Santiago de Compostela “O Verdadeiro Conxuro Non É Feito de Palabras”, la última muestra individual (y la primera en esa sala) de Lluc Baños, nuestro fichado esta semana. En ella presenta, directamente sobre el suelo, suspendidas o colgadas en la pared, esculturas que son símbolos y que remiten a las células responsables de que experimentemos vista, oído, tacto, gusto y olfato. El proyecto nos hace pensar, como subraya Joaquín Jesús Sánchez en el texto de la exposición, en los afanes de los filósofos por explorar los límites del lenguaje, que no dejan de ser los propios, y en concreto en los del naturalista John Wilkins por construir un idioma en el que cada palabra contuviese, en sí misma, su definición y cada letra fuera significativa.
La propuesta de Baños nos recuerda que conocemos bien la apariencia externa de nuestros órganos sensoriales, pero no tanto su funcionamiento interno, la maquinaria invisible que explica que seamos capaces de percibir. Esas esculturas que toman la forma de nuestras células, presentadas en dos series, componen un alfabeto simbólico susceptible de ser interpretado en dos direcciones: pensando en nuestra fisiología o en lo exterior, en las realidades sensibles que aquella nos deja conocer.
Baños, graduado en Diseño Gráfico en la Escuela EINA y en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona, habiendo cursado parte de sus estudios en la Accademia delle Belle Arti de Bolonia, cuenta también con un posgrado en la Kungliga Konsthögskolan de Estocolmo y ha presentado otras individuales, desde hace casi una década, en La Escocesa, Piramidón Centre d’Art Contemporani (junto a Miguel Marina), el Espai Macià de Les Borges Blanques y Espai Barra de Ferro, de nuevo en Barcelona. Sus colectivas le han llevado a centros como la Fundació Arranz-Bravo, el Palau Güell, el Centre d’Art Maristany, la Galería A del Arte, Hangar, la Galería etHALL, Lo Pati. Centre d’Art Terres de l’Ebre, la Galería Luis Adelantado, Tecla-Sala, el espacio sueco Bångska Våningen o, en los inicios de su carrera, a varias iglesias italianas donde expuso su trabajo junto al de otros jóvenes autores; fue el caso de templos en Bolonia, Crespellano o Russi.
Ha obtenido becas de la Fundació Güell y La Escocesa y el año pasado resultó, en cuanto a reconocimientos, especialmente fertil para él: fue seleccionado en la BIAM, Biennal d’Art Ciutat d’Amposta (junto a algún otro de nuestros fichados, como Abel Jaramillo o Antònia del Río), también en la convocatoria CALL_2019 de Luis Adelantado y resultó finalista en el Premi Internacional de Pintura Guasch-Coranty, además de obtener la citada beca de investigación artística de La Escocesa.
Algunos conoceréis también a Lluc porque desde 2014 se ocupa de la programación del espacio expositivo Major 28 de La Floresta (Lleida), que también organiza residencias de artistas en ese ámbito rural, o gracias a su labor en la compañía Societat Doctor Alonso, que lleva a cabo talleres y actuaciones dentro y fuera de nuestro país.
Siguiendo el esquema que ya conocéis, hemos preguntado a Baños cómo fueron sus comienzos y nos ha contado que su actividad creativa no tiene un inicio estricto, pero que el comienzo de su trabajo en La Floresta y junto a esa compañía marcaron un antes y un después: Llevo toda la vida dedicándome a esto de una forma u otra, aunque el año 2014 fue un punto de inflexión a nivel profesional, ya que fue el año en el que lancé el proyecto Major 28, una residencia de artistas y espacio expositivo en el entorno rural; comencé a colaborar con Societat Doctor Alonso en el proyecto “El Desenterrador” y realicé “Allò que ja no és el que sempre serà / Allò que roman on no hi queda res”, que considero mi primera exposición individual seria y que siento como piedra angular sobre la que he ido cimentando el resto de proyectos en los últimos años.
Aquella muestra, que presentó en 2014 en Barra de Ferro, el espacio expositivo de EINA, desplegaba una visión personal y escultórica del universo cotidiano; constaba de piezas que eran los frutos de su investigación sobre las relaciones complejas entre el significado que tradicionalmente atribuimos a los materiales escultóricos y el carácter representativo o simbólico de objetos de uso habitual.
Ese, nos cuenta, es precisamente uno de los intereses que más a fondo desarrolla, junto al de las barreras del lenguaje y las posibilidades de expresar lo oculto, muy presente en su actual exposición en Nordés. Nos habla de los temas que vertebran su producción: En un primer momento, creo que es la relación que se establece entre objeto y material, trabajando el material desde un enfoque tipográfico y el objeto desde un nivel simbólico, y con esto me refiero a la forma en que nos relacionamos con el mundo a través de los artefactos que generamos. Al mismo tiempo, mi principal preocupación son las limitaciones del lenguaje, por lo que muchos de mis proyectos tienden a intentar dar forma a lo indecible o a desarrollar sistemas de símbolos que integren distintos niveles del conocimiento.
También se ha interesado por los objetos que nos permiten medir el mundo conforme a patrones “objetivos” y por sus relaciones con los mecanismos, más abiertos, con los que interiormente analizamos la información que nuestros sentidos nos ofrecen.
Conocemos a Lluc fundamentalmente por sus esculturas desde que su Garrafa, de mármol y llena de paradojas, le llevara a ganar el primer premio de la IV Semana de la Escultura Rural de Almería en 2012, y ese es su medio fundamental de trabajo, aunque no ha sido el único y el empleo de una u otra técnica tiene que ver con su manejo, en cada momento, de conceptos (ideas) o de materiales: Trabajo principalmente entre el dibujo y la escultura, aunque para según que proyectos he trabajado también con vídeo e interactivos, en mucha menor medida. Soy bastante proclive a exprimir un lenguaje o formato hasta tener la sensación de haber cerrado algo, por lo que alargo y trabajo en consecuencia de decisiones que se impusieron por cuestión de pura lógica en un momento dado. A partir de ahí, construyo entre lo que encuentro y lo que tengo.
El dibujo es el medio para convertir una idea en símbolo y la escultura sirve para darle cuerpo y relacionarme con ella en un plano físico.
Lluc es uno de los artistas que prefiere citar entre sus referencias a autores con los que ha trabajado o que le son cercanos; también menciona a escultores cuya obra pide lecturas simbólicas, a artistas que han ideado un vocabulario propio a la hora de representar su entorno o a quienes, como él, también se han ocupado de lo escénico: Creo que las mayores influencias han venido de la gente que he tenido cerca durante los años de formación por el hecho de haber compartido vivencias en momentos vitales determinados: Cristian Herrera, Miguel Marina, Jan Monclús, Marc Badia, Milena Rossignoli, Mattia Pajè y un largo etcétera. Obviamente Tomàs Aragay y Sofía Asencio de Societat Doctor Alonso, con los que llevo trabajando varios años y con los que creo compartir una forma de mirar. Me gusta mucho el trabajo de Susana Solano y no puedo no mencionar a Matt Mullican, por esa tendencia quimérica de intentar indexar el mundo y de acercarse a lo real a través de lo indecible, y viceversa. Gente de las artes escénicas como Philippe Quesne o Los Torreznos. Autores como John Zorn, Chris Ware, Jaime y Beto Hernández, Ibáñez y 13 Rue del Percebe… La lista es larga y me dejo mucha gente.
Son seis los proyectos que Baños considera más representativos de su trayectoria hasta la fecha: La exposición “Allò que ja no és el que sempre serà / Allò que roman on no hi queda res”, aunque en su día pasara sin pena ni gloria, marcó un antes y un después para mí, ya que me sirvió para entender lo que estaba haciendo. Desde entonces los proyectos que destacaría serían “Exposed” en Milán (2015), “64 dies” en la XX Biennal d’Art Català (2016), Поехали!, que realizamos con Miguel Marina en Piramidón (2017) y “An eye on what’s left from two opaque vision studies” en la Biennal d’Art Ciutat d’Amposta (2018).
Más recientemente, “O verdadeiro conxuro non é feito de palabras”, que se inauguró el pasado abril en la Galería Nordés de Santiago y que se puede visitar hasta el próximo 31 de mayo. Se trata de un proyecto en el que trato de desarrollar, mediante la escultura y siguiendo una lógica tipográfica, una especie de “lenguaje de la percepción”, compuesto de símbolos correspondientes a las distintas células responsables de los cinco sentidos.
A la primera y la última exposición ya nos hemos referido; nos detenemos en “Exposed”: este proyecto lo realizó en colaboración con un colectivo milanés del mismo nombre formado por artistas, periodistas, arquitectos o fotógrafos que investigaban las transformaciones urbanísticas de esa ciudad italiana a raíz de acoger la EXPO2015. Lluc tomó objetos de los terrenos en obras con motivo de la muestra y a partir de ellos entabló paralelismos entre esos cambios en el territorio y la imagen de Milán y los que modifican a las personas (y a los conceptos) con el paso del tiempo; como veis, es constante en la producción de este artista el diálogo entre lo que nos es externo e interno, lo susceptible de ser comunicado y lo que no lo es. De “Exposed”, que pudo verse en el Spazio Forma Meraviglia durante la propia EXPO, formaron parte esculturas, assemblages, gifs, vídeos o instalaciones.
La serie de dibujos 64 dies nos mostraba los efectos de ese tiempo y de la combustión sobre otras tantas cerillas, en un conjunto formado por 128 configuraciones y Поехали! profundizaba en nuestras conexiones con los objetos, en cómo estos pueden describirnos o determinar nuestra percepción del espacio. Los representamos, pero también nos representan y contienen, además de fines, conceptos.
Por último, en An eye on what’s left from two opaque vision studies nos proponía reflexionar sobre nuestros modos de ver, de completar lo vacío y de encontrar la nada en lo sólido; podemos relacionar este trabajo con su actual exposición en Nordés y, antes, con el proyecto que presentó en etHALL en 2017, El que veus, el que podria ser, el que és, en el que encontrábamos reproducciones del instrumental propio de la oftalmología para calibrar nuestra visión y de los fallos oculares que causan la miopía, entablándose entre unos y otros relaciones que el observador podía interpretar. La obra en su conjunto constituía, en el fondo, un lenguaje creado a partir de signos y materiales que nos hablan de la mirada, del acto de ver y representar lo conocido, que siempre será una parte incompleta del conjunto de lo real.
Preguntamos a Lluc qué será lo próximo: Estoy trabajando en un libro de Societat Doctor Alonso sobre su proyecto “El Desenterrador”, con el que les he acompañado en multitud de talleres en institutos, centros de arte y centros penitenciarios por varias ciudades. “El Desenterrador” es una práctica desarrollada por Tomàs Aragay y Sofía Asencio que a su vez supone el punto de partida de la obra “Y los huesos hablaron”, en la que participo como actor y escenógrafo, que se estrenó en 2016 en el Festival GREC y con la que hemos girado por alrededor de 15 ciudades dentro y fuera de España durante los últimos dos años.
Podéis conocerlo mejor aquí: www.lluc.ws
