NOMBRE: José
APELLIDOS: Cháfer
LUGAR DE NACIMIENTO: Madrid
FECHA DE NACIMIENTO: 1991
PROFESIÓN: Artista
A José Cháfer, nuestro fichado esta semana, lo conocimos en la pasada primavera, cuando presentó en la Galería Álvaro Alcázar de Madrid más de una veintena de sus esculturas, piezas únicas la mayor parte de ellas, elaboradas en bronce, piedra y madera. Se trataba de obras en pequeño y gran formato en las que este autor madrileño manejó una gran variedad de tipologías: nos enseñó trabajos directamente tallados o realizados con madera curvada; piezas en suspensión, exentas o dispuestas en la pared. Encontrábamos en ellas referencias a la naturaleza, pero también a lo corporal, a la piel y su tactilidad.
Graduado en Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid, donde también ha cursado un Máster de Investigación en Arte y Creación, Cháfer protagonizó con anterioridad otras exhibiciones individuales en la Galería Materna y Herencia en 2018 y en Marita Segovia en 2022, y su participación en colectivas le ha llevado a espacios como el Centro Cultural Galileo de Madrid, Lanzarote Art Gallery, la Casa de las Vacas del Retiro, las galerías Aina Nowack y Marita Segovia también en Madrid y, de nuevo, a Álvaro Alcázar. Asimismo, hemos podido encontrarlo en citas como Affordable Art Fair (en Hamburgo y Estocolmo), ALMONEDA, ESTAMPA, ART MADRID, ARCO, Bad + Bordeaux o el Salon Art + Design (The Salonny) de Nueva York.
En 2014 obtuvo una Beca Residencia de Escultura en Ayllón y un Premio Buquerín del Museo de la localidad segoviana, además del primer premio en su modalidad en el Certamen Nacional de Pintura y Escultura Villa de Parla; al año siguiente desarrolló otra residencia artística en la Antártida, de la mano de la Dirección Nacional Antártica Argentina, y en 2020 obtuvo el tercer premio en el Concurso Internacional de Esculturas de la Fundición CAPA.
Podemos cerrar presentaciones contándoos que Cháfer se incorpora a esta sección porque queremos conocer mejor la relación de sus propuestas con las formas, colores y texturas de la naturaleza, que este autor observa cuidadosamente, así como con sus ciclos y con la noción de equilibrio presente en el paisaje. También saber más de sus procedimientos a la hora de trabajar con materiales igualmente naturales, de su manejo de las tensiones y pesos visuales, de su generación de dinamismo y de su comunicación con el espectador a través de sus formas, con mucho de hipnóticas.
Nos cuenta el artista que comenzó a tomar conciencia de que su lenguaje era el escultórico mientras estudiaba Bellas Artes, y la recepción de su obra en forma de encargos respaldó ese camino: Estudié Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid, y fue en segundo de carrera cuando descubrí que mi verdadera pasión era la escultura. A partir de ese momento comencé a especializarme en esta modalidad y, desde entonces, trabajo como escultor. Mientras estaba estudiando me salieron los primeros encargos, y fue en ese momento cuando descubrí que quizás tenía opciones de ganarme la vida haciendo lo que me apasiona: esculpir.
La naturaleza es su mayor fuente de inspiración; si observamos su producción con detenimiento, no nos costará trabajo que algunas de sus piezas nos recuerden a la disposición de determinadas plantas que se enroscan sobre sí mismas o la que adquieren cuando comienzan a decaer, a los leves movimientos de un ave cuando va a emprender vuelo… En las tres dimensiones ha encontrado, este autor madrileño, el lenguaje adecuado para volcar sus observaciones del medio: En mi caso, la escultura es una forma de expresión, es una vía a través de la cual soy capaz de comunicar y expresar cosas que no sabría cómo explicar de ninguna otra manera. Los temas e intereses sobre los que tengo interés son infinitos, pero podría decir que la naturaleza es una de mis mayores fuentes de inspiración.
Concede gran importancia a sus procesos; nos explica que es así ya desde que estaba estudiando, y que aunque piedra y madera son los elementos que más ha empleado hasta ahora, recientemente, como vimos en Álvaro Alcázar, ha sumado a ellos el bronce: Soy un apasionado de la técnica. Durante la carrera universitaria, uno de mis objetivos fundamentales era aprender al máximo la técnica, y en la actualidad sigue siendo para mí algo superimportante en el desarrollo de mi trabajo como escultor. Las que más utilizo actualmente son la talla tradicional, en piedra o madera, y la madera curvada. Las piezas que realizo a través de la talla tradicional son esculturas de tamaño mediano, alrededor de los 60 cm de volumen medio, mientras que las esculturas de madera curvada suelen ser de un tamaño mayor, de unos 200 cm de altura.
Además, ahora estoy comenzando a trabajar también esculturas en bronce, para poder así instalarlas en exteriores. La última pieza realizada en bronce es de 170 cm de altura. Aun así, me gusta estar investigando permanentemente nuevas técnicas, ya que a través de ellas puedo llegar a realizar cualquier idea que pueda tener.
En un primer momento, suele llevar a cabo Cháfer bocetos en dibujos, después los efectúa sobre materiales sólidos, como el alambre; talla a continuación en un material no definitivo y, por último, en el que sí le dará su obra última; aunque no siempre es así, y en otras ocasiones se deje llevar aún en mayor medida por los materiales, que pueden deparar muchas sorpresas cuando son naturales, por sus grietas, texturas, tonalidades o vetas.
Sus fuentes de influencia, nos explica, son diversas, pero sí cita a dos grandes escultores españoles entre sus referentes; en algunos de los proyectos del primero la naturaleza interviene como un elemento más y la segunda también ha creado a menudo a partir de sus formas, pese al distinto carácter de sus producciones: Actualmente son numerosos los estímulos que recibimos a diario, y por eso, son innumerables la cantidad de influencias que un escultor puede tener, pero a nivel consciente, me gusta mucho investigar sobre artistas con los que, por un motivo u otro, me siento identificado, como pueden ser Eduardo Chillida o Blanca Muñoz.
Pienso que el subconsciente almacena una cantidad ingente de información que me interesa y me estimula, y en ciertos momentos es cuando aflora y aparecen las ideas. Estos momentos de conexión son mágicos.
Entre sus proyectos fundamentales, menciona Cháfer el que citábamos al principio, recientemente desplegado en Álvaro Alcázar, el que llevó a cabo durante su residencia en la Antártida y dos concebidos para disponerse en sendos edificios de Madrid y Barcelona: Por suerte son numerosos los proyectos en los que he tenido la oportunidad de estar inmerso, aprendiendo y trabajando de lo que más me gusta: la escultura, pero si tuviera que quedarme con alguno te diría que una residencia artística que realicé en la Antártida en 2016, la participación con obra escultórica en hoteles como Four Seasons Madrid, la realización de la escultura de la entrada del edificio Planeta de Barcelona y la exposición individual “Cuerpo y Alma” en la Galería Álvaro Alcázar, en este año 2023.
A la Antártida fui a través de un concurso en el que propuse un proyecto para realizar allí. Fue una experiencia increíble que se pudo llevar a cabo gracias a los organizadores: la Dirección Nacional Antártica Argentina. Estuve semanas trabajando en una instalación de hielo que coloqué a los pies de un glaciar. Cada vez que lo recuerdo se me ponen los pelos de punta.
Para el Hotel Four Seasons de Madrid, realicé alrededor de trece esculturas para diferentes estancias. Un reto importante para mí por la envergadura del proyecto y al mismo tiempo muy gratificante.
En cuanto al proyecto del edificio Planeta de Barcelona (sede principal de la editorial), le tengo especial cariño porque creo que el diseño que hice fue especialmente interesante. Sobre todo, el proceso de realizar ese diseño en madera curvada en 2,5 metros y las complicaciones que tuve durante el desarrollo. También recuerdo el montaje de madrugada durante casi seis horas por mi obsesión de dejar los cables colgantes perfectamente paralelos. Para mí, los montajes de las esculturas son muy importantes, ya que es la guinda final del pastel para que la pieza luzca de la manera adecuada.
Finalmente, la exposición con Álvaro Alcázar para mí ha sido un reto y una gozada. Es una galería muy especial, con techos de siete metros, y cuando Álvaro me propuso hacer una exposición individual, sentí respeto, pero al mismo tiempo muchas ganas de ponerme a trabajar en ello para conseguir el mejor resultado posible. Han sido casi treinta nuevas esculturas, y gracias a esta exposición individual, he podido mostrar una nueva colección de piezas en las que llevaba ya tiempo trabajando, la colección de “Pieles”.
Los próximos pasos del artista lo llevarán seguramente a ESTAMPA, ARCOmadrid y también a Líbano: Estoy constantemente realizando obras nuevas, y lo más probable es que sea en ESTAMPA en octubre de 2023, y en ARCO en marzo de 2024 en IFEMA, de la mano de la Galería Álvaro Alcázar, donde se podrán ver nuevamente algunas muestras de mi trabajo. Tengo ganas de poder enseñar en feria piezas de piedra, porque son con las que más conecto en el proceso de talla.
También voy a participar en una exposición colectiva en la Opera Gallery de Beirut (Líbano), en septiembre/octubre. Son seis esculturas de madera curvada y me hace especial ilusión estar por primera vez en una galería como ésta, mostrando mi trabajo en Medio Oriente.
Sabed más de su obra, aquí: www.josechafer.es
