Héctor Francesch

NOMBRE: Héctor

APELLIDOS: Francesch

LUGAR DE NACIMIENTO: A Coruña

FECHA DE NACIMIENTO: 1977

PROFESIÓN: Artista y diseñador

En el verano de 2011, una muestra en la sala coruñesa Moret Art nos descubrió el trabajo de Héctor Francesch: se trataba de “A veces veo esto…” y reunía pinturas en las que este autor sintetizaba su visión de la sociedad de entonces en forma de una galería de personajes, algunos anónimos con problemas reales, y otros célebres o ficticios (de Bob Esponja a Lola Flores). Valiéndose de elementos de la cultura visual de nuestro tiempo, constantemente presentes en su trabajo, pero también de referencias a la historia de la pintura, el lenguaje de la publicidad o el del cine, probaba en aquellas piezas no solo que dicha pintura, como género, tiene un largo futuro, sino que continúa cobijando la memoria del presente.

En la misma sala coruñesa ha presentado Francesch muestras individuales también en 2014, 2013 y 2008 y otras monográficas las ha ofrecido, desde hace dos décadas, en centros como la Casa de Cultura Salvador de Madariaga, Palexco, el Museo de Bellas Artes y el Casino del Atlántico de la misma ciudad; el Centro Cultural Moncloa, el que fuera Centro Social Caixanova de Vigo (hoy Afundación), el Centro de Arte Contemporáneo Piramidón y la Galería Hartmann de Barcelona, la Fundación CIEC de Betanzos, el Museo de Arte Contemporáneo Florencio de la Fuente de Huete o la Galería Metro, de Santiago de Compostela. Y sus colectivas le han llevado a espacios como Kiosco Alfonso, la Fundación Luís Seoane o el Museo de Arte Contemporáneo Naturgy, de nuevo en A Coruña; la Ciudad de la Cultura de Galicia, los centros de Afundación en Santiago y Vigo, el Centro Cultural Marcos Valcárcel de Ourense, BetArt (Calvià, Mallorca), el Centro Cultural Torrente Ballester de El Ferrol, la Galería Fernando Pradilla de Madrid, la Galería Hartmann de Lisboa o el Museu de Arte e Arqueología de Viana do Castelo. Asimismo, hemos encontrado su trabajo en ferias como SWAB, ESTAMPA, ARTELISBOA, ART NOW FAIR, las que fueron citas gallegas Cuarto Público y Espacio Atlántico, y en ART MADRID, en varias ediciones, sin ir más lejos la que hace menos de dos semanas cerró sus puertas.

Ha resultado Héctor seleccionado en premios como el de Arte Gráfico Jesús Núñez, concedido por la Diputación de A Coruña (2006 y 2015); el del Auditorio de Galicia para Artistas Novos (2013), el I Premio Internacional de Artes plásticas de La Maquinista (2010), el de Pintura Terras de Iria (2009), el de Grabado Máximo Ramos, del Concello de El Ferrol (2008), el del Certamen de Artes Plásticas Isaac Díaz Pardo (2007), la IX Mostra Internacional Unión Fenosa (2006) o el Certamen de Pintura ADESLAS (2001).

Y se suma a nuestros Fichados porque queremos saber más del compromiso con su tiempo que manifiesta en dibujos, pinturas y también instalaciones, tamizado a veces por la crítica o la ironía; de la importancia en su trabajo de objetos y motivos no artísticos a priori y de su querencia por el pop y los códigos del cómic.

Nos cuenta Héctor que su vocación creativa es temprana y que el enjambre de artistas gallegos cuya obra le quedaba cerca influyó en que decidiese tomar ese camino: Mi interés en el arte empieza en mi adolescencia, en mis años de instituto ya tenía claro que quería dedicarme a esto. Fue para mí totalmente inspirador el movimiento de artistas renovadores de la pintura en Galicia, su plástica y su gráfica: Luis Seoane, Díaz Pardo, etc, y otros más contemporáneos, como Xaime Cabanas o Correa Corredoira. Conocí el arte en directo, así que quise formar parte de él.

Si aquellos autores que le eran familiares tuvieron que ver en sus inicios como artista, el tiempo que le es próximo, y sus propias aficiones e inclinaciones de infancia y juventud, también están muy presentes en su trabajo, entendiendo que serán muchas veces compartidas por quienes como él nacieron hacia el final de los setenta. Tampoco es posible entender su producción sin referirnos al juego: En mi obra hay varios temas recurrentes. Por un lado, la memoria y ciertas vivencias que son generacionales y que tienen una capacidad vinculante al ser humano. Dentro de esa memoria, la infancia y las experiencias vitales van ligadas a ello. Fui un niño que creció en los ochenta y fueron años muy estimulantes. Por otra parte, mi trabajo siempre se ha caracterizado por un tono lúdico, donde el juego, la ironía y la diversión han sido muy importantes.

Como avanzábamos al principio, son diversas las técnicas que viene empleando Francesch, desde las dos a las tres dimensiones, sin dejar nunca de lado el medio pictórico en el que comenzó, en el que despliega colores luminosos y define las formas con precisión a través de gruesas líneas negras: En todos estos años he trabajado y experimentado con muchos formatos. Empecé con la pintura, más tarde la complementé con serigrafía, y estampé un gran número de ediciones. Años más tarde surgió la posibilidad, con una comisaria, de hacer una instalación y durante varios años estuve elaborando algunas instalaciones e intervenciones, todas con un carácter parecido, entre lo lúdico y la sublimación de objetos populares. En paralelo, siempre he desarrollado proyectos de diseño con los que sigo trabajando y ahora mismo estoy de nuevo en la pintura, y haciendo unas piezas de hierro policromado entre la pintura y la escultura.

Entre sus influencias diversas, tomadas de lo artístico y lo cotidiano, tenemos que subrayar el atractivo irónico del pop art, el diseño y la televisión de su infancia: Mis influencias tienen diferentes procedencias, por un lado la propia Historia del Arte y algunas corrientes como el pop, pero también ha sido importante para mí la cultura de televisión de esos años ochenta, el cómic y, de manera muy destacada, el diseño. Con todos estos gustos hago mi propia alquimia y surge mi mundo artístico.

A la hora de destacar trabajos fundamentales en sus ya dos décadas de trayectoria, elige el artista recordar sus pinturas primeras, algunas instalaciones e intervenciones espaciales. En todo caso, nos cuenta que sus proyectos siempre han partido de la mirada del pintor y que es esta última técnica en la que ahora mismo está inmerso, buscando abrir nuevos caminos a su estética: No es fácil hacer una selección de proyectos, si pienso en el artista que soy ahora creo que le debo todo a la pintura que hice desde el año 2004 al 2008 aproximadamente; fueron años de mucho trabajo y efervescencia creativa. Trabajaba con temas generacionales como los clicks de playmobil, la cultura de televisión de los ochenta y una gráfica urbana como escenario de todo ello.

Fueron muy divertidas para mí, más adelante, las instalaciones que hice con lápices de colores, trabajando el concepto del dibujo desde un punto de vista más contemporáneo; o el Proyecto Window, en el que intervine tres edificios de quince plantas con papel celofán de colores en sus ventanas y con la colaboración de gran parte de vecinos: hicimos un encendido de luces, de forma que los edificios aparecían coloreados. Este proyecto habla de la multiculturalidad del barrio y así la representé. Además, los edificios ocupan un lugar central en la zona y son el techo del mismo. Pero en cualquier caso, todos mis proyectos parten de un ojo de pintor, todo lo veo como pintura, aunque a veces sea en formato expandido.

Todos mis proyectos parten de un ojo de pintor, todo lo veo como pintura, aunque a veces sea en formato expandido.

Y después de varios años de experimentación formal, el cuerpo me volvió a pedir ora et labora y, desde hace tres años, he estado encerrado en mi estudio buscando el camino para reinventar mi pintura. Ahora mismo, el proyecto que tengo entre manos me tiene entusiasmado y he encontrado una comodidad como hacía tiempo que no sentía, y hablando de esa búsqueda del cómo y qué pintar surgió el proyecto Cuadros que nunca pinté, con su versión expandida en las piezas de hierro que forman parte del mismo.

Con ese mismo trabajo, Cuadros que nunca pinté, ha estado presente en esta última edición de ART MADRID, como dijimos, y la respuesta lo satisfizo: El feedback ha sido estupendo, vuelvo al estudio con ganas de más. Estoy pendiente de cerrar una exposición individual grande con una institución en mi tierra, que será entre este año y el que viene, y alguna colaboración con una galería de reciente creación. En cualquier caso, lo que me pide el cuerpo es un poco de slow life y seguir disfrutando de mi trabajo.

Conoced mejor a Héctor, aquí: https://hectorfrancesch.com/