NOMBRE: Gema
APELLIDOS: Álava
LUGAR DE NACIMIENTO: Madrid
FECHA DE NACIMIENTO: 1973
PROFESIÓN: Artista
De la última artista en sumarse este año a nuestros Fichados, Gema Álava, oímos hablar por primera vez hace ya una década, cuando Twin Gallery le dedicó su primera muestra individual en España: se titulaba “Dime la verdad 2008-2013” y constaba de nueve imágenes en blanco y negro que representaban la lucha entre un clavo y un hilo, ambos anclados al suelo, una pelea que se acompañaba de un cuento presente en la publicación que acompañaba la exposición: En brazos de Sherezade, de Ignacio del Valle, quien desde su sentido narrativo había escogido el orden de las fotografías. Aquel volumen, además, contaba con textos de periodistas, historiadores, neurólogos, poetas, filósofos, educadores… que abordaban las incertidumbres propias de los inicios del siglo XXI desde diferentes perspectivas.
Esa propuesta formaba parte de una trilogía, TELL ME – FIND ME – TRUST ME (2008-2010), de la que luego hablaremos; en todo caso era ejemplo, aquella serie, del carácter enigmático del trabajo de Álava y de su uso de elementos y estéticas sencillos, modestos, a la hora de plantear cuestiones mayores, como la lucha por la supervivencia.
Licenciada en Bellas Artes en la Complutense, esta artista se ha formado también en el Chelsea College of Art & Design de The London Institute; la Academy of Art University de San Francisco, donde cursó un Máster en Pintura y Grabado; y el San Francisco Art Institute, donde llevó a cabo otro en Nuevos Géneros Artísticos. Ha trabajado en los departamentos de Educación del MoMA, el Solomon R. Guggenheim Museum, el Metropolitan, el Whitney Museum y la Morgan Library y entre los centros que han expuesto su obra se encuentran los Guggenheim, el Metropolitan, el Queens Art Museum, el Bronx Museum of Art, la CUE Art Foundation, el Instituto Cervantes y la ONU en Nueva York, el Jersey City Museum, el Rana Museum noruego o MANIFESTA, la Bienal Europea de Arte Contemporáneo. Además, fue becaria de la Peter Reed Foundation de Nueva York y en 2012 fue nombrada asesora de Cultura del World Council of Peoples for the United Nations (WCPUN).
Esta autora madrileña se incorpora a esta sección porque queremos saber más de las exploraciones en su trabajo de los museos como lugar de encuentro y de interconexión, como espacio para la diferencia y el diálogo, para lo público y lo privado, la formación y la interpretación. También, al hilo de aquel proyecto en Twin, sobre su empleo de materiales sutiles para abordar asuntos intensos y sobre su interés por la importancia de lo minúsculo, las sombras y su captura del tiempo y las opciones que ofrecen las interpretaciones abiertas.
Hemos preguntado a Álava por sus inicios y nos cuenta que en ellos fue importante una visita al Prado y la contemplación de un Goya: Con trece años fui consciente de la fuerza y la responsabilidad del artista cuando vi en el Museo del Prado Los fusilamientos del dos de mayo de Francisco de Goya.
Tanto me impactó que escribí en el colegio un trabajo teórico sobre cómo una obra de arte puede hacer a la vez cosas tan diferentes como: a) narrar un hecho histórico, capturando el presente porque Goya fue testigo del evento, en este caso la invasión francesa en Madrid; b) contar este hecho con emoción y desde el punto de vista de quien es invadido, al pintar la sangre por el suelo, la expresión de quien va a ser fusilado, las caras cubiertas de quienes fusilan; c) congelar un momento de tensión como si fuera un fotograma de una historia que requiere una narrativa, d) esconder significados ocultos al estilo de Quevedo, porque la camisa amarilla con la sangre roja representa la identidad y nacionalidad de quien va a ser fusilado, un español; e) la universalidad del momento de la muerte que traspasa fronteras y resuena a nivel humano sin entender sobre naciones; f) los efectos de la luz, del punto de mira, de las sombras, repeticiones; g) la responsabilidad de indicar la veracidad de los hechos y el lugar como si la pintura fuera de un gran periodista; h) la capacidad de hacer sentir, de generar un legado de responsabilidad al dejar plasmada una idea, en este caso la valentía del pueblo de Madrid ante las injusticias que se cometen en contra del pueblo español.
Desde entonces me preocupé por la historia, por observar, documentar y narrar lo que me sucedía alrededor prestando atención a la peculiaridad de mi punto de vista, pues ya con trece años me di cuenta de que mis gustos y pensamientos estaban ligados a la cultura y el tiempo que me había tocado vivir. Quizá nací artista y nunca dejé de serlo, incluso cuando desconocía que existían personas etiquetadas como tales que se dedican a cuestionar el porqué estamos aquí y en qué consiste nuestro mundo.
Después de dos décadas en Nueva York, miles de charlas en museos y con cientos de artistas, puedo asegurar que trabajar como creadora no tiene que ver con la incorporación a un sistema o un mercado del arte; eso no asegura que una obra sea buena. La obra del artista es lo que queda, como las patentes de Nikola Tesla. A veces el sistema tarda en reconocer la importancia de esas patentes, pues la sociedad necesita vocabulario y familiarizarse o cuestionarse conceptos que quizá aún no conocen: como cuando Tesla dijo que para conocer los secretos del universo había que pensar en términos de energía, frecuencia y vibración. Hace cincuenta años el sustantivo “VIBRACIÓN” tenía otro significado. Ahora se habla del Arte de Resonancia con todo lo que ello implica. El artista es un ser poderoso porque el buen arte puede generar un cambio de ideas. Y las ideas transforman el mundo. Cuando esos cambios se originan se estudian posteriormente, pero según están sucediendo delante de nosotros es difícil darse cuenta. Justo eso es lo que percibe el artista, es el material con el que trabaja. Como sabemos, el cambio de ideas no sucede de la noche a la mañana, lleva su tiempo. Quienes son sabios apoyan al artista como persona, no tanto al sistema, pues el futuro de la humanidad estos días depende de una visión artística e innovadora. En mi caso, ser artista conlleva ser speaker global, conferenciante, consejera de cultura para el World Council of Peoples de las Naciones Unidas, dirigir cursos de postgrado sobre el Arte de Resonancia y publicar libros sobre “Cómo perder el miedo dentro de los museos”, además de la obra que he expuesto en treinta exposiciones individuales que llevo a mis espaldas.
La observación de la evolución social y de las diferentes culturas nutre la producción de Álava, que trata de hacer hincapié en la importancia de la escucha y la aceptación de la diferencia: Todo lo que vi en aquella pintura de Goya sigue estando latente en mi obra. Me explico: no vivo en la época de Goya, sino a principios del siglo XXI, e intento capturar las tensiones, interpretaciones, sentimientos y cambios de la sociedad desde mi experiencia. Por eso me gusta viajar. Me encanta descubrir las diferencias entre culturas; cómo narramos los hechos de nuestras vidas y, a la vez, cómo resonamos como especie humana que debe trabajar unida en estos momentos para preservar el planeta donde vivimos. Me gusta llamarlo “la importancia de las verdades contradictorias”, pues nuestra visión individual es única y a la vez todas las visiones se complementan. Si en lugar de acusar a alguien por ser muy diferente viéramos la oportunidad de escuchar a ese alguien narrando una realidad distinta a la nuestra, aprenderíamos constantemente. No hay que “entender” la mayoría de las veces, tan solo hay que querer escuchar y respetar pacíficamente los pensamientos de los otros. Estos son los retos de hoy en día. Es enorme la responsabilidad del artista por la capacidad que tiene para generar cambio y abrir los ojos a quienes no quieren o no pueden ver que la humanidad entera va en el mismo barco.
Hasta ahora se ha valido Gema de diferentes técnicas y formatos, empleando unos u otros en función de sus mensajes: Soy artista multidisciplinar y gracias a becas he estudiado másters de pintura, de técnica mixta y de nuevos géneros artísticos. Esto quiere decir que he expuesto pinturas, fotografías, dibujos, instalaciones específicas, vídeos, performances, proyectos colaborativos, libros de artistas… He publicado también dos libros, uno de ellos titulado “Dime la verdad”, presentado en el Instituto Cervantes de Nueva York, y el otro, “Cómo perder el miedo en un museo”, presentado en el Instituto Cervantes de Londres y con muy buena acogida en museos. Dependiendo de lo que quiera transmitir o contar, empleo una técnica o formato diferente.
Sus referencias son diversas, y muy ligadas al contexto estadounidense que conoce bien, desde ciudades y artistas hasta su experiencia en el ámbito educativo en sus museos: Después de vivir en San Francisco tres años y veinte en Nueva York, tengo que decir que esta ciudad me ha influenciado mucho, especialmente porque mis amigos han sido y son artistas que han creado movimientos de arte y las conversaciones que he tenido con ellos han ido paralelas a la evolución de mi obra artística. He tenido muy buenos maestros y maestras tales como Lawrence Weiner, Robert Ryman, Alison Knowles, Jessica Higgins, incluso Bibbe Hansen, una de las SuperStars de Andy Warhol que trabajó durante años en la misma Factory de Andy (Andy hizo una película basada en Bibbe). Los artistas que he conocido han sido la mayor influencia para la evolución de mi obra, especialmente porque ellos me explicaban directamente las diferencias entre lo que tenían en mente cuando realizaban sus piezas y lo que el comisario explicaba en relación a la interpretación de las mismas. De nuevo, el artista no explica la obra. Muchas veces se interesa por cómo el público reacciona ante ella. Otras veces no. Las obras son preguntas, no respuestas. Como dijo Lawrence Weiner y muchos otros artistas anteriores: el arte no tiene uso alguno, tan solo es arte. Los artistas, como decía, han sido la mayor influencia porque ellos me han apoyado, han participado en mis proyectos y yo he participado en proyectos suyos. Somos una gran familia y en lo que podemos ayudarnos, nos ayudamos. No hay secretos ni competiciones entre nosotros. Nos impulsamos para poder dar lo mejor de nosotros mismos. Eso es lo más difícil: reconocer en qué nos diferenciamos del resto, creer en nuestras verdades peculiares y compartirlas con el mundo sin importar quien quiera juzgar. El que mucho juzga no escucha y poco amplía su visón. El arte no se comprende, se disfruta, se piensa o se reacciona de manera personal ante él. En el fondo, puede ayudarnos a conocernos mejor a nosotros mismos.
También me ha influenciado trabajar durante una década en los departamentos de educación de los museos MoMA, Guggenheim, Metropolitan y Whitney de Nueva York, en contacto directo con el público como educadora. Esta influencia fue la que me llevó a realizar la trilogía TELL ME – FIND ME- TRUST ME (2008-2010), que ha generado conversaciones que han influenciado departamentos de instituciones. Justo sobre este tema di un curso hace unos días, a partir del 11 de diciembre, en el Master de Prácticas Artísticas Contemporáneas de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, titulado TRUST ME: DE LA INFLUENCIA FLUXUS AL ARTE DE RESONANCIA. Parte del contenido de este curso lo cuento en el libro “Cómo Perder el miedo en un museo”, que se puede adquirir en Amazon y en algunas librerías de Madrid.
Entre los principales proyectos que Alava ha llevado a cabo hasta ahora, menciona el internacional HEXAGONS, conceptual y humano, o esa misma trilogía, que en parte recaló en Twin Gallery: El proyecto más ambicioso, que es el que estoy desarrollando ahora, es HEXAGONS GLOBAL y se ha transformado en una plataforma cultural que se encuentra en la nube, en www.hexagonsglobal.com.
Para este proyecto HEXAGONS, recorro literalmente el mundo -de momento llevo 16 países— y coloco hexágonos de 24 quilates de oro, muy finos, en el suelo, para marcar lugares o encuentros con personas que están llenas de inspiración y tienen un gran potencial para la cultura y la humanidad. Después reúno todos los hexágonos en forma de constelaciones, a modo de estrellas, y hago pinturas en instalaciones. También doy charlas motivacionales sobre el potencial que tenemos nosotros, los humanos del siglo XXI, para elevar nuestro potencial del cielo al suelo, aunque nos sintamos vulnerables e incluso nos pisen, como las instalaciones hexagonales de oro que coloco por suelos de medio mundo. Hace unos meses presenté cómo se está desarrollando la evolución de este proyecto en colaboración con museos, fundaciones e instituciones culturales y acaba de salir el vídeo en YouTube.
A partir de esta idea imparto seminarios para universidades titulados “Aprender a caminar entre hexágonos” y a veces los adapto a museos e instituciones, incluso como sesiones de “coaching artístico”, pues soy también experta en Coach de Fortalezas, que es una rama de la psicología positiva. Es gran tarea aprender a reconocer cuál es nuestro potencial individual, ya seamos artistas o no.
Mi trilogía de proyectos TELL ME – FIND ME- TRUST ME es la base del libro que publiqué en 2020 contando cómo desarrollé proyectos clandestinos en museos de Nueva York. La conversación sobre este trabajo es parte de programas de posgrado como ejemplo de nuevas prácticas artísticas contemporáneas.
En los próximos meses desarrollará más a fondo esas propuestas: Este año he presentado HEXAGONS en el museo MAAC de Guayaquil, invitada por el director del MAAC y Presidente de ICOM-Ecuador, Consejo Mundial de Museos (International Council of Museums), y estoy preparando presentaciones para 2024 adaptadas para instituciones y fundaciones de España, México e Italia.
Estoy pintando en estos momentos una nueva serie de pinturas tituladas HEXAGONS: CONSTELLATIONS SERIES, basadas en la estructura química de las feromonas que utiliza una abeja reina para cuidar su colmena. La primera pintura de esta serie acaba de ser adquirida en subasta en Nueva York por la World Law Foundation y está expuesta en su sede de Madrid.
En mi reciente curso TRUST ME: de la influencia FLUXUS al Arte de Resonancia, en la Universidad Rey Juan Carlos, hablé sobre el concepto de Arte de Resonancia, término acuñado por el filósofo americano John Rapko en su último libro, que fue inspirado a partir de mi proyecto TRUST ME. Estoy feliz porque gracias a su libro se está prestando atención a mi trabajo estos días y es un gran aliciente para crear más obra.
Un adelanto de mi próximo proyecto, que empieza la semana que viene y verá la luz en 2024, es una serie de vídeos que cuentan con la participación de las artistas Alison Knowles, cofundadora del movimiento FLUXUS y esposa de Dick Higgins; Jessica Higgins, artista e hija de Dick Higgins y Alison Knowles; y Bibbe Hansen, artista y “Warhol Superstar”, testigo directa y colaboradora del trabajo en La Fábrica de Andy Warhol y madre del cantante americano Beck. En los vídeos hablaremos sobre piezas expuestas hasta el 22 de enero de 2024 en la muestra de arte Fluxus de Dick Higgins titulada “Call It Something Else” en el Museo Reina Sofía.
Podemos saber más de Gema, aquí: https://gemaalava.com/
