Entrevistas

Entrevista a Isidro López-Aparicio, con motivo del proyecto ”Muestra sonora desaparecida”

En diciembre de 2020 tuvo lugar la celebración de “Muestra sonora desaparecida”, como una de las iniciativas desarrolladas dentro de los XIV Encuentros Internacionales de Arte y Derechos Humanos del Sahara Occidental. En plena época pandémica, en la que todos hemos sufrido la reclusión, el aislamiento y la pérdida de seres queridos, este interesante proyecto colectivo nos recuerda más que nunca que esta situación, nueva y angustiosa para muchas personas, es la realidad que lleva sufriendo —de forma mucho más dramática— el pueblo saharaui desde 1975, confinado en los campos de refugiados de Tindouf.

De la misma forma que el arte y la cultura ha supuesto para muchos de nosotros un salvavidas durante el confinamiento, en el Sahara, desde hace más de cincuenta años, el arte ha sido un modo de expresión y de encuentro. Desde la fundación de los Encuentros Internacionales de Arte y Derechos Humanos del Sahara Occidental, ARTifariti, se han llevado a cabo infinidad de acciones artísticas y se han creado importantes lazos de colaboración con las asociaciones ubicadas en los campos de refugiados. Por eso, no hemos querido dejar pasar la ocasión de interesarnos por esta nueva propuesta y de pedirle al artista, comisario y profesor Isidro López-Aparicio, íntimamente vinculado a ARTifariti y a este proyecto, que nos hablara de ella. Esto es lo que nos ha contado:

 

muestra sonora desaparecida 2020. ArtifaritiMASDEARTE: ¿Qué es “Muestra sonora desaparecida” y dónde tiene su germen?

ILA: “Muestra sonora desaparecida” es un evento artístico que tiene su germen en propuestas de arte sonoro vinculadas a la realidad saharaui y que se desarrolla de forma conjunta en México, Mozambique, Argelia, España y el Sahara Occidental. En cada una de las sedes se lleva a cabo un concierto sonoro en espacios públicos que, sumado a las condiciones de restricciones debidas a la pandemia, en cada lugar ha tenido formatos y apariencias muy diversas. Todos estos conciertos fueron documentados y se recopilaron en un vídeo único donde se aprecia la rica diversidad de planteamientos y contextos que pasan a ser una obra visual y sonora única y colectiva.

 

¿Qué es lo que se pretende reivindicar con esta acción?

Esta acción está pensada de forma que una propuesta de la máxima calidad artística dé visibilidad internacionalmente a las reivindicaciones del pueblo saharaui, el único proceso de descolonización fallido que lleva sin resolverse desde 1975 y que ha llevado a los saharauis a vivir entre campos de refugiados, zonas ocupadas o el exilio. Y, en concreto, esta acción ha tenido muy presente a los desaparecidos fruto del éxodo a partir de la ocupación marroquí llevando a cabo retratos sonoros.

 

¿Por qué desde lo sonoro?

Desde 2007 se llevan a cabo los Encuentros de Arte y derechos humanos del Sahara Occidental, ARTifariti, y a pesar de haberse dado condiciones muy difíciles como en 2012, cuando fui comisario, y a pesar de las consecuencias del secuestro de tres cooperantes, viajamos a los campamentos de refugiados y volvimos a abrir sus fronteras. Ya ese año incorporé la performance de primer nivel a los encuentros llevando a Los Torreznos. Pero este año por primera vez, debido a la pandemia, no se ha podido viajar y el evento se ha llevado a cabo online. De aquí que era una oportunidad única para que la música que nos ha acompañado en estos difíciles tiempos de pandemia hiciera un homenaje desde el mundo del arte contemporáneo, como espacio de encuentro en el que muchas manifestaciones del arte tienen cabida. La libertad creativa ha enriquecido el entendimiento de las artes visuales y sus manifestaciones recogen recursos infinitos, y lo sonoro encontró en él un espacio natural en el que expandirse y liberarse de los principios más académicos construidos a lo largo de los siglos en las tradiciones musicales. Y es este arte sonoro el que ha construido un nuevo espacio artístico vinculado al mundo del Sahara Occidental, a su largo destierro, a su frontera, a sus desaparecidos, a sus ceremonias, a sus memorias…

 

muestra sonora desaparecida 2020. Artifariti
Imágenes de varios de los conciertos sonoros realizados en Mozambique, Sahara Occidenta, Méjico, Argel y España.

 

muestra sonora desaparecida 2020. Artifariti
Dibujos realizados en el proyecto Desaparecidxs de Aziza Brahim Sayed y su hijo (Tan Tan, Sahara Occidental en 1975) y desaparecidos en el éxodo saharaui en 1976.

 

Llevas muchos años comprometido con el pueblo saharaui y conoces bien su realidad, ¿puede el arte sanar heridas tan profundas? Desde tu experiencia, ¿qué dirías que aporta el arte en una situación de crisis humanitaria como la que se vive en campos de refugiados como los de Tinduf?

Mi actividad profesional lleva desde sus comienzos conviviendo entre la actividad artística y el compromiso social. Entendido este compromiso desde aspectos medioambientales a la defensa de los derechos humanos, para lo cual me he formado al máximo nivel, desde cursar un máster internacional de gestión medioambiental a ser miembro del Instituto de Investigación de la Paz y los Conflictos, habiendo trabajado para la Unión Europea como experto en el Pacífico y trabajando desde Sudán, a Siria, Palestina… el Sahara Occidental, al tiempo que desarrollaba mi carrera artística internacionalmente en museos, galerías, bienales… Todo esto para intentar que el arte que genero responda a ese intento que preguntas de “sanar heridas profundas” y con la intención de aportar a las crisis humanitarias, como la de los campos de refugiados, elementos de visibilidad, denuncia y reflexión que ayuden a sumar y caminar hacia un mundo más solidario y pacífico, en que el arte se genere desde los cuidados y el respeto de factores humanos. Nunca se sabe el grado de “eficiencia” que estas acciones pueden llegar a tener, pero no por esto no se deben hacer. Lo que sí es muy importante cuando se trabaja en este ámbito es abordarlo con la máxima formación y valorar toda la complejidad que conlleva. En este sentido, el libro Arte Político y Compromiso Social. El arte como transformación creativa de Conflictos, que me encargó el CENDEAC en 2016, se ha convertido en un referente. Personalmente, mi mayor contribución al conflicto del Sahara Occidental se ha centrado en las minas antipersonales, un proyecto que me ha llevado más de diez años de trabajo para realizar una escultura móvil que explota las minas (FREE pathsmaker) y un largometraje documental (LATIDOS DE MINA) de mi convivencia con los heridos, que esta teniendo una gran repercusión y esperamos ayude a la eliminación de las minas.

 

 

En el caso de “Muestra sonora desaparecida” asistimos a una composición coral, ¿con quién has contado para poner en marcha y dar forma a esta iniciativa?

En un deseo de hacer lo más participativo y colaborativo esta propuesta, hemos contado con la colaboración inestimable de la Asociación de Música Electroacústica de España (AMEE), que a través de su presidente, Víctor Aguado Machuca, realizó una convocatoria para la participación en esta muestra. También contacté con el comisario Alejandro Alonso, que de entre los artistas por él comisariados seleccionó a aquellos que previamente habían tenido experiencias con el Sahara Occidental para sumar piezas de una mayor proximidad. Y ante una narración de los desaparecidos tan compleja como la de Hab-bla, contacté con Rosa Pérez directora de Fluido Rosa, Radio 3, RNe para compartir con ella la búsqueda de esa persona idónea para ese reto. A todo esto, se han llevado a cabo invitaciones a artistas específicamente para generar retratos sonoros de saharauis desaparecidos, personas de la máxima confianza profesional y personal como el maestro Bartolomé Ferrando.

Para poder desarrollarlo internacionalmente han sido fundamentales las colaboraciones en las distintas sedes de Meziane Djaout y Wallid AiOod (Argelia), Liasaa Lebsir, Mohamed Zrug (Western Sahara), Luna Yedra (Mexico), Silverio Salvador (Maputo), Edi Escobar, Marta Gómez, Fernando Peraita, Pamen Pereira (España)…

Entre los artistas que participan existen verdaderos maestros del mundo de lo sonoro como Llorénç Barbé y Montserrat Palacios, que aportan audios de su defensa doctoral conjunta en la Liberis Artium Universitas, que está hermanada bajo convenio con la Universidad de Tifariti del Sahara Occidental. Isidoro Valcárcel Medina que aporta una pieza fundamental como es Norte, Sur, Este y Oeste, que ya en 2012, editada por Raíz-Mircrophone e instalada con la inestimable colaboración de Los Torreznos en los campos de refugiados de Tindouf, apelaba al sin sentido de esta injusticia social que no encuentra una dirección. El ya nombrado Bartolomé Ferrando llevó a cabo un impresionante retrato vocal junto a otros artistas que asumieron este gran reto como, Rafael Martínez Mercado, Javier Álamo y Susana Drone, que asumió generosamente la compleja tarea de poner sonido al relato de las mujeres desaparecidas.

A estos se sumaron otros artistas como Saray Pérez Castilla, José Venditti y Benigno Moreno, Rafael Díaz, Pedro Guajardo, Menhir (Coco Moya and Iván Cebrián), Luis Lamadrid, Joaquín Medina, Jairo Maldonado Carrillo y Enrique Busto.

 

Háblanos también un poco de esa conversación con Noam Chomsky que se incluye dentro del proyecto.

El primer contacto personal que tuve con Noam Chomsky viene de 2012. En aquel momento Chomsky hizo unas declaraciones fundamentales para el Sahara Occidental en Democracy Now, siendo el primero que públicamente reivindicó el campamento pacífico de Gdeim Izik destruido por el ejército marroquí como el verdadero comienzo la Primavera Árabe.

En este caso, a pesar de estar aislado y a sus 92 años, ha sido tan generoso como para después de varias comunicaciones previas hacer una declaración “sonora” en las que contundentemente se declaraba en contra de Trump y en apoyo al Sahara Occidental y a Palestina.

 

La muestra ha sido presentada en varias sedes, ¿ha sido igual en todas ellas?

Esta muestra ha tenido lugar en cinco sedes: los Campos de Refugiados de Tindouf (Sahara Occidental), la Ciudad de México (CDMX) , Argel (Argelia), Maputo (Mozambique) y Sevilla (España). En cada una de las sedes se reproducen las piezas sonoras en espacios públicos en los contextos de cada ciudad. Las características de cada ciudad y país son muy diferentes, tanto física como socialmente y a esto se han sumado las distintas restricciones debidas a la pandemia. Esto ha llevado a que la concreción de la muestra fuera diferente en cada sede: desde reproducirse en un coche con altavoces a llevarse a mano los dispositivos de reproducción por las plazas y calles de la ciudad, en movimiento y/o en estático. Todo esto ha enriquecido en gran medida el evento y aportado gran plasticidad y riqueza visual en la que se retratan los distintos países en este momento tan complejo en el que estamos viviendo. Por lo que se ha convertido en un registro que transciende a lo performático, como se aprecia en el vídeo final.

 

Para los que después de leer esta entrevista quieran saber más, ¿cómo se puede conocer el contenido de “Muestra sonora desaparecida”?

Recomendaría ver el vídeo, accesible en vimeo:

Y también pueden descargar la publicación que hemos editado en cualquiera de estos dos enlaces:

https://www.researchgate.net/publication/349380133_MUESTRA_SONORA_DESAPARECIDA_SOUND_MISSING_SHOW

https://www.academia.edu/45142195/SOUND_MISSING_SHOW_SOUND_MISSING_SHOW

También desde mi web: https://www.isidrolopezaparicio.com

 

¿Cuáles han sido hasta el momento las reacciones al proyecto?

El hecho de haber sido tejido de forma participativa, internacional y con artistas de gran nivel ha hecho que este proyecto tenga una gran repercusión y, tanto ha sido el impacto, que la valoración más positiva es que ya se está pidiendo una nueva edición de la muestra.

 

¿Y cuál la que más te gustaría que se produjese?

Sin lugar a dudas, más que la artística sería la social. Que desde los estamentos internacionales y Marruecos se dieran pasos, en primer lugar, en el cumplimiento de los derechos humanos que permita al pueblo saharaui vivir en paz y libertad, y decidir su futuro a través de un referéndum de autodeterminación conforme estableció las Naciones Unidas.

 

Muchas gracias y mucho éxito.

Gracias a vosotras por la difusión de nuestros cultivos.
Un gran abrazo repleto de aprecio y cariño.

 

Madrid, 16 de abril de 2021

 

 

 

 

 

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