NOMBRE: Francisco Javier
APELLIDOS: Cabrera Capineti
LUGAR DE NACIMIENTO: Las Palmas de Gran Canaria
FECHA DE NACIMIENTO: 1983
PROFESIÓN: Artista
Si visitastéis la última edición de JustMAD o CONTEXT Art Miami 2018, pudistéis encontrar su trabajo en los stands de Gema Llamazares y en esa sala gijonesa y en la Galería Manuel Ojeda también hemos podido visitar en los últimos años individuales suyas, además de en otros espacios de Gran Canaria, su isla: la Sala de Artes Plásticas del Cabildo y la Casa Condal de Maspalomas, en San Bartolomé de Tirajana.
Esta semana se suma a nuestros Fichados Javier (Capi) Cabrera, que en su obra enlaza los procesos pictóricos, los vitales y también el azar, centrando su atención y la nuestra en las huellas del cuerpo, el potencial del vacío, en la luz y en lo procesual: sus procedimientos de trabajo son sistemáticos, pero están pensados para quedar abiertos al desarrollo de la voluntad del artista en el tiempo. También encontramos en sus obras contrastes ricos entre esa querencia por el gesto, con toda su posible expresividad, y los acabados pulidos de materiales industriales, pero esa diferencia le sirve para para poner en valor la propia factura de su pintura, en la que como decimos adquieren mucha importancia el tiempo, la espera, las investigaciones cuidadosas y la intuición.
Graduado en Bellas Artes por la Politécnica de Valencia, Cabrera cuenta también con estudios de diseño industrial en la Universidad de Las Palmas; en 2016-2017 participó en una residencia en el Centro de Arte La Regenta, donde contó con un taller de producción (en esa etapa me dediqué a investigar y producir obra nueva con los conceptos que hoy manejo), y sus muestras colectivas le han llevado a un buen número de espacios valencianos y canarios. El año pasado obtuvo el Premio Libertad en el XXXIX Certamen Minicuadros de Elda por su obra La inclusión de lo distinto y, con anterioridad, se hizo con sendos primeros premios en el Concurso de Pintura Rápida al Aire Libre de Las Palmas y en Urban LKXA, el Festival de Arte Urbano de esa ciudad. Hablando de festivales de creación urbana, también participó en Poliniza, en 2013 y 2015 y en CIUC (Las Palmas, Londres) y Festa2H (Dakar), todos ellos antes de pasar por la Politécnica.
Le hemos preguntado por sus inicios y nos ha contado Capi que se recuerda pintando desde la infancia, de forma natural. Con el tiempo pasó de los interiores a los exteriores y a entender esta actividad como un medio de expresión: Llevo prácticamente toda la vida dibujando y pintando, desde pequeño recuerdo que prefería estar pintando que salir a la calle. Esas sensaciones las sigo teniendo ahora cuando pinto, aunque soy un tipo bastante sociable. Fue cuando realicé el Bachillerato cuando empecé a pintar graffiti en la calle y aquello se convirtió en una manera de comunicarme, mi ocio, y en poco tiempo en una manera de darme a conocer.
Durante esos años andaba bastante perdido, estudié una carrera que no me llenaba (Ingeniería en Diseño Industrial) y no encontraba mi lugar, pero la pintura siempre estaba ahí. Después de esos años, por fin acepté que siempre había querido estudiar Bellas Artes y tracé un plan de acción para conseguirlo.
Esto ha cambiado mi vida, ingresé a estudiar Bellas Artes con 27 años. Terminé en el año 2015 y desde entonces no he parado en esta carrera tan difícil como apasionante.
En 2017 tuve dos exposiciones muy importantes para mí: “PRUEBA-ERROR-COLOR” en la Sala de Artes Plásticas del Cabildo de Gran Canaria y “Sintética & Orgánica” en la Galería Manuel Ojeda, mi primera experiencia con una galería. Estas dos exposiciones individuales las preparé conjuntamente y para mí significó un antes y un después. También participé en una exposición colectiva en el CAAM (Centro de Arte Moderno) en Las Palmas de Gran Canaria, en la convocatoria ESPACIO CV.
En el año 2018 preparé mi primera exposición individual en la península con “Pintura y Espera” en la Galería Gema Llamazares, Gijón. Puedo decir que con esta exposición he afianzado muchas de mis ideas y probado con materiales más rígidos, estoy muy contento de esta relación.
Como avanzábamos al principio, en sus trabajos convergen lo pensado y lo involuntario, lo técnico y lo que de tensión y de ánimo propios queda en los brochazos. Por eso, a la hora de hablarnos de sus intereses, se refiere a la unión en sus pinturas de lo interno y lo externo y a otras tensiones, derivadas de los materiales, que enlazan con esa primera entre lo puramente pictórico y lo personal (sin necesidad de narratividad por medio). Con ese fin, el de investigar las huellas posibles de las subjetividades, ha llegado a crear sus propias brochas: Lo más importante es conseguir equilibrar mis procesos internos con los externos. Trabajo desde la experimentación pictórica, pero el experimentar libremente hace que me interese en el formato, su manipulación y la puesta en escena y a la vez que conozca o utilice cada vez más mis propios procesos vitales.
Trabajo con soportes plásticos y transparentes (plexiglas, pvc, acetatos de celulosa, etc.) y pintura sintética, acrílicos, sprays, colores fluorescentes o muy saturados.
De este modo existen varios elementos que se mantienen en tensión en mi obra. Por un lado, una fascinación por materiales industriales; me conectan con los colores y los materiales que me rodean y de alguna manera me hacen reflexionar sobre el tiempo que me ha tocado vivir.
A través de la pintura y de procesos no referenciales, es en la abstracción donde he encontrado un lenguaje, el gesto como una manera de congelar mi huella como ser humano. Creo mis propias brochas para adaptarme a los formatos y esa energía tan humana contrasta con la frialdad de los materiales que utilizo.
Por otro lado, me interesa la puesta en escena de estas piezas. Ahora estoy más centrado en piezas enmarcadas, pero no siempre es así: me interesa jugar con cómo se colocan las piezas en el espacio o cómo se pueden colgar o doblar.
Por último, el color, la huella, el azar, me llevan a incorporar el accidente como parte esencial de la vida y de la pintura. Mis obras no están pensadas desde un boceto previo o con una idea establecida más allá de las decisiones que tomo al elegir los colores o el formato y la herramienta. Y tampoco pensando en la imagen, la imagen es una consecuencia de estos procesos.
Como a estas alturas habréis adivinado, la técnica elegida por Cabrera para desarrollar su producción es la pintura, pero al medio tradicional no le corresponden en su caso los materiales habituales y la investigación es constante, las reglas surgen sobre la marcha y el artista se deja sorprender por lo azaroso, los nuevos resultados: Suelo trabajar con pinturas sintéticas y acrílicos sobre soportes transparentes. Las técnicas que utilizo se van perfeccionando con la práctica, al ser materiales muy nuevos y no del todo pensados para este medio tengo que ir descubriendo su comportamiento.
Hago enmascaramientos y pinto, hago lavados y vuelco pintura. Hay manchas de pintura que necesitan más de una semana de secado, lo cual se convierte en un proceso de pintura y espera (así se llamaba su reciente individual en Gema Llamazares, recordamos), una primera parte muy de acción con las brochas y la pintura y una segunda parte de esperar a ver qué aspecto tendrá una vez seco y volver a repetir el proceso.
Trabajo por capas, ya sea de pintura sobre pintura o de material sobre material. También utilizo métodos como el collage con pliegos descartados ya pintados, los recorto y voy superponiendo capas hasta conseguir composiciones de color y textura.
Siempre intento mantenerme abierto a los hallazgos, es un proceso de control-descontrol donde la incertidumbre se vuelve una aliada; lo veo como un juego constante donde voy intentando nuevas reglas de juego, algunas veces esas reglas las marca el formato o el tipo de secado y otras el recortar y pegar.
Las relaciones entre colores, materiales y acabados en sus obras son interesantes por su propia estética, pero también y sobre todo por lo que implican en cuanto a esos procesos de los que son fruto, en cuanto a las investigaciones con el medio pictórico que Cabrera lleva a cabo, conjugando lo contrapuesto y sugiriendo cualidades táctiles en lo que no se puede tocar.
En sus manos, los materiales que los minimalistas emplearon con puristas intenciones adquieren gesto y expresividad, aunque sea matizada y nos haga pensar que no quedan demasiado distantes los actos de pintar y de imprimir. Una de sus primeras series la bautizó como Transfer, en referencia a esa transferencia o huella que es centro del acto de pintar, sean cuáles sean los instrumentos o los soportes; en el caso de aquella serie, cola termofusible de adherencia complicada: lo extrapictórico e híbrido, lo proclive al cambio, lo presente.
Tiempo después llegarían Zoom e Insight, en las que, siguiendo esos procedimientos abiertos, quiso continuar buceando en una naturaleza verdadera de la pintura, vinculada a la experimentación más que al resultado, dejando a un lado el fetichismo que durante siglos levantó la obra acabada y modificando, cortando y deformando por eso los materiales. Entonces se valió de transparencias y de capas que mostraban y velaban en parecida medida e invitaban al espectador a tomarse su tiempo en degustar lo aparente e intuir lo que no lo era.
En Pintura y espera, por su parte, encontrábamos de nuevo los frutos de su particular tejer y destejer pintando sobre soportes muy ligeros, estudiando fluidos y gestos. Decía Juan Antonio Canales Hidalgo que no representaba el tiempo, sino que lo detenía: Lo encapsula. Al voltear el acetato hace desaparecer los milímetros de la carga pictórica. Los brochazos reaparecen como en la pantalla iluminada del monitor. Ora detiene el gesto. Espera. Ora tensa el movimiento. Así nos enseña apenas, con juguetona metodología, la parte trasera de su pintura, los estratos ocultos, lo inusual de los hechos.
De ese juego forman parte los mecanismos de presentación de sus piezas, de los que el artista nos hablaba al principio: olvida marcos, genera dinamismos, hace de sus pinturas objetos tridimensionales o las pone a dialogar con la arquitectura.
Sus influencias proceden de varias disciplinas artísticas; cita a autores que han trabajado con el color trascendiendo técnicas, próximos a la llamada pintura expandida: Me influyen muchas cosas, la cultura urbana, la moda, la arquitectura, el diseño industrial. Me gustaría también nombrar a algunos artistas que me inspiran: Robert Motherwell, Katerina Grosse, Sergio Barrera, Oliver Johnson, Nico Munuera, Inma Femanía, Ángela de la Cruz, Guillermo Mora.
Para conocer mejor a Capi, no olvidéis pasar por su web (www.capicabrera.com) y su perfil en Instagram: @capicabrera