NOMBRE: Alba
APELLIDOS: Lorente Hernández
LUGAR DE NACIMIENTO: Zaragoza
FECHA DE NACIMIENTO: 1994
PROFESIÓN: Artista
En un museo turolense del que seguramente deberíamos haberos hablado más, porque acoge exposiciones de autores contemporáneos muy cuidadas, el Salvador Victoria de Rubielos de Mora, conocimos el año pasado a la artista que esta semana se suma a nuestros Fichados: Alba Lorente Hernández. Presentaba allí “Acumen”, una muestra de dibujos y esculturas en los que subrayaba la incidencia del paso del tiempo y de las acciones propias de los procesos creativos en la apariencia final de las piezas, la paradoja de que aquello que destruye también crea. Esas obras destacaban por la riqueza de sus texturas; trabaja esta autora deformando o rompiendo materiales, raspando pintura, ondulando papel.
No era aquella su primera muestra individual: antes ofreció monográficas en la Facultad de Bellas Artes de Teruel, ES/UM, el Espacio para el Arte de la Universidad de Murcia; el Torreón Fortea de Zaragoza, el Centro de Arte Tomás y Valiente de Fuenlabrada y La Puerta Gótica de Pamplona y, después, llegarían otras en el Espacio Navel Art madrileño, La Doce de Boiro y la Galería La Carbonería de Huesca. Sus colectivas le han llevado a centros como Patio de la Infanta, el Palacio de Sástago o la Galería Carmen Tereros zaragozanos, la Galería Nueva y Factoría del Arte (Madrid), el Instituto Cervantes de Nueva York, la Casa de la Cultura de Felanitx o la Galería Antoni Pinyol y ha participado en citas como Art Byblio o COHETE TOLEDO.
Graduada en Bellas Artes por la Universidad de Zaragoza, Alba cuenta con un Máster de Producción Artística Interdisciplinar de la Universidad de Málaga, es doctoranda en el Programa de Investigación en Arte Contemporáneo de la Universidad del País Vasco y ha obtenido el Premio adquisición en el Concurso de Artes Plásticas Hotel Four Seasons en la categoría de obra sobre papel (2018), una beca de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores (2020) y premios de adquisición en la Feria MARTE y el Certamen Ibercaja de Pintura Joven, además de una Beca de artes plásticas y visuales de la Diputación de Zaragoza en la Casa de Velázquez (2022).
En este año muy fructífero para ella, hemos querido que Lorente se sumara a esta sección para saber más de su manejo de técnicas que inciden, de forma cruda, en la materialidad de las soportes de sus obras y acentúan las relaciones cercanas que pueden establecerse entre destrucción y creación. La artista ha reflexionado, además, sobre lo que esa destrucción tiene de pulsión humana y sobre la belleza que reside en lugares extraños según la convención, en la deformación o la rotura.
Casualidad o no, hasta la fecha nuestros Fichados (y ya hace unos meses que superamos los 300) no nos habían hablado de viajes, de estancias en el extranjero, como circunstancias que les llevaran a advertir con más claridad su vocación artística, pero tanto Javier Erre, anterior autor en pasar por aquí, como Alba, sí mencionan que fue fuera donde vieron claro en qué querían seguir trabajando: Cuando terminé la carrera de Bellas Artes me fui un año a vivir a Italia. Ese año trabajé de camarera y apenas tenía tiempo para dibujar o poder ser creativa, lo cual me frustraba mucho y me hacía muy infeliz. Cuando se empezaba a acercar el verano decidí que volvía a España, concretamente a Málaga, para hacer un Máster en Producción Artística Interdisciplinar. Esto fue en 2017.
Volví con una necesidad enorme de crear y de orientar mi vida a la producción artística. Desde entonces siempre he tenido muy claro que, por muy complicado que parezca a veces, hacer arte y expresarme con él es una de mis mayores prioridades y por eso se ha convertido en mi profesión.
Podemos decir que sus propios procesos de trabajo constituyen el eje temático de la obra de Alba; su producción puede contemplarse como un registro, que consideraríamos temporal, de las acciones aplicadas sobre los soportes que explican la apariencia en que los contemplamos. Goya decía que el tiempo también pinta y en los trabajos de esta artista encontraremos gestos, desgarros, huellas de un camino que hacen imagen. Nos explica que en las suyas, abstractas, cada vez deja más rastros, no solo de sus procedimientos, sino también de su disfrute trabajando: Principalmente mi obra habla sobre la destrucción como un método creativo en el arte y sobre el estudio de procedimientos plásticos con los que hacerla.
Esto empezó como un estudio personal, como una forma de entenderme en la obra. En lugar de usar los métodos tradicionales de la pintura, el dibujo y la escultura, busqué un lenguaje propio donde construir destruyendo. Rasgaba, arrancaba y rompía el papel para hacer la composición pictórica. El desgarro y la huella de ese desgarro, la gestualidad y ese impulso, también son importantes.
Por otra parte, lo es también el tiempo de creación. Para mí es fundamental el proceso creativo como tal, antes que la obra en sí misma. La pieza sería la consecuencia de ese tiempo de creación, pero no me gusta verla como el resultado sino como el conjunto de tiempo y energía empleados en ella.
Conforme han pasado los años, veo cada vez más valioso divertirme con lo que hago. Si mi obra refleja ciertos aspectos más “serios” de mi persona, también me gusta que refleje esa parte despreocupada y de juego. Voy dejando pequeñas cosas escondidas en mis trabajos, trampantojos y juegos de palabras que a simple vista no se aprecian, pero me hace gracia meterlos a modo de crítica o por simple diversión.
En lugar de usar los métodos tradicionales de la pintura, el dibujo y la escultura, busqué un lenguaje propio donde construir destruyendo.
No siempre, pero sí habitualmente, se sirve Alba de papel y tinta china y sus formatos son muy diversos. Nos explica, además, la razón del protagonismo del negro en su trabajo: Casi siempre trabajo en papel de distintos gramajes. Pero también en cartón, madera, tela y chapa. Sea el material que sea, lo cubro todo de tinta china negra y luego la extraigo con distintos procedimientos. Generalmente la tinta china la quito con cinta adhesiva, gubia, cúter o las propias manos.
Para mí es muy importante conocer el material con el que trabajo, dependiendo de cada soporte la tinta se quita de una forma u otra y el resultado cambia mucho según la composición de ese material o la gestualidad.
Muchas veces me preguntan por la elección del color negro. Simplemente es porque el negro cubre por completo la naturaleza primera del soporte y cuando lo levanto resalta mucho más la rotura del material. Los formatos cambian mucho dependiendo el estudio en el que esté, me adapto al espacio. Tengo obra desde cinco centímetros hasta cinco metros. Ahora mismo estoy en un estudio muy grande en la Casa de Velázquez y eso me permite hacer muchas piezas a la vez, de distintos tamaños y soportes.
Conforme al esquema que conocéis, hemos preguntado a Alba por sus referentes y nos habla -y esto también es una novedad entre nuestros Fichados- de una muestra celebrada hace medio siglo. Conocerla acentuó su interés por la destrucción como modo de trabajo y también tendría influencia en su obra el manifiesto que la acompañó: Mi principal influencia es la exposición “Arte Destructivo” (Argentina, 1961). Participaron Keneth Kemble, Jorge Roiger, Enrique Barilari, Jorge López Anaya, Jorge Roiger, Antonio Seguí, Silvia Torras y Luis Alberto Wells.
Llegué a esta información tiempo después de empezar mi obra y quedé maravillada con las imágenes de la muestra. Llena de todo tipo de objetos desmembrados, quemados, hechos añicos. Pero, sobre todo, me impactó el manifiesto que hicieron para la exposición. Hablaban de impulsos tanáticos destructivos, de la necesidad de destruir y autodestruirse que a veces sentían y de la importancia de poder canalizarlo en su arte. Convertían esos sentimientos que a priori pueden parecer agresivos en algo bello, o al menos a mí me lo parece.
Aquella exhibición tuvo lugar, para quienes queráis profundizar más, en la Galería Lirolay de Buenos Aires y, según López Anaya, derivó en cierto modo de puertas abiertas por el informalismo en cuanto a la eliminación de cortapisas a la actividad creativa, de códigos caducos y de las imposiciones del “buen gusto”. La propia tarjeta de invitación a esta cita mostraba un viejo coche de caballos accidentado, ninguna de las piezas reunidas se identificó y salían al paso del espectador objetos a menudo encontrados, semidestruidos ellos también. El público asistió a una suerte de ceremonia del desastre, causado accidentalmente o por la mano de los artistas: vio bañeras dañadas, pinturas o botellas rotas, ataúdes desgastados… y se involucró en experiencias sonoras que llegaron a conjugar la Poética de Aristóteles con El deseo atrapado por la cola de Picasso.
A la hora de citar los principales proyectos en los que hasta ahora ha trabajado, Lorente comienza por su última individual en La Carbonería: La exposición individual “Alcordanza”, en la Galería La Carbonería, formó parte de la programación del Festival Internacional de Cine de Huesca y tenía como pieza central CUADERNO OCTUBRE 2020. Este pretendía visibilizar la otra cara del artista contemporáneo, la parte precaria en la que se ve envuelto para poder sustentarse y seguir haciendo lo que realmente siente que le compete, arte. Hablar de esa otra vida paralela que se aleja del ámbito artístico pero que, en incontables ocasiones, está más presente en nuestro día a día.
Con La Carbonería también participé en mi primera feria de arte, la Feria MARTE, y me dieron el premio adquisición. Lo recuerdo con especial cariño porque me acogieron muy bien y fue una experiencia muy divertida. Ese mismo mes (junio de 2022) gané el segundo Premio de Pintura Joven Ibercaja. También lo recuerdo con mucha ilusión porque fue en Zaragoza, que es de donde soy, pudo venir mucha gente a la que quiero y hable con gente a la que admiro mucho.
Formé parte también de la exposición “La Creación Muda”, con la obra Dibujo Aéreo, que se expuso en el Instituto Cervantes de Nueva York en colaboración con La Pera Projects, con quienes sigo colaborando a día de hoy. Aquí hubo bastante tensión, porque mi obra fue retenida por aduanas y pensábamos que no llegaba a tiempo, pero después de muchos disgustos, reclamaciones y llamadas, llegó.
Por supuesto destacar la exposición individual “Acumen”, en el Museo Salvador Victoria. Cuando estudiaba en Teruel íbamos de visita a este museo y Salvador Victoria siempre fue un referente. Cuando me llamó Ricardo García Prats para decir que quería exponer mi obra allí, daba saltos de alegría.
Fue la primera vez, como el propio García Prats recordó en el texto que acompañó esa muestra, que alguien que había estudiado Bellas Artes en Teruel exponía en este centro de Rubielos de Mora. Sus trabajos reunidos concedían volumen al papel y su empleo de la chapa, el lijado y el frottage, así como la disposición de las piezas tanto en pared como en suelo, hacían comulgar, en forma y montaje, esos conceptos de construcción y destrucción que explican la trayectoria de Alba.
También menciona la exposición “Resquicios”, en Torreón Fortea, Zaragoza: Fue mi primera individual en Aragón y por la que me contactó Ricardo. O mi estancia en La Fundación Antonio Gala para Jóvenes creadores, promoción XVIII, donde estuve casi ocho meses dedicada totalmente a la creación y donde conocí a otros artistas con los que surgieron y aún surgen proyectos en común.
En aquella ocasión, la escritora Carmen Rotger Ordóñez ya se refirió a la actitud creativa de Lorente como un “inconformismo radical”: La obra de Alba es un grito de verdad pasivo, que da fe de un proceso de trabajo con la materia misma: en ella no hay un gesto, sino una huella. Sus composiciones atestiguan un inconformismo radical, en el que la artista trata de desmentir lo que conocemos como verdadero ya no en los motivos, sino en el punto de partida, la forma. Y encontraba en el trasfondo de esas obras un espíritu beat: Es como si a la pregunta “¿De qué tienes miedo?”, la obra de Alba Lorente Hernández respondiera “De ayer”, y huyera hacia delante en busca de una visión auténtica, nueva y personal del arte.
Quiere resaltar también Alba las exposiciones “Sobre el Bastidor”, en la Doce, Boiro; “Lo que estaba siendo y no es”, en el Espacio Navelart, Madrid y “Damnatio Memoriae”, en La Puerta Gótica, Pamplona.
Son varios los proyectos en los que actualmente está inmersa, en el marco de su beca en la Casa de Velázquez: Ahora mismo formo parte de los artistas residentes de la Casa Velázquez 2022/2023; esta beca me la otorgó la Diputación de Zaragoza y la estoy llevando a cabo en Madrid.
El proyecto que presenté y en el que estoy trabajando se titula A.GRABADO, y en él analizo la cultura contemporánea desde el punto de vista de la producción en masa. Actualmente, la democratización en el arte aleja a la pieza plástica de la finalidad para la que fue creada originariamente y la convierte en un objeto repetido en serie que poder compartir en las redes sociales o inmortalizar con tan solo un clic. Sin despreciar ni oponerse a esta forma de entender el arte, A.GRABADO busca concienciar al espectador sobre la descontextualización de la obra de arte que disipa su sentido primero: buscar y encontrar conocimiento en el proceso creativo y en la contemplación del mismo, tanto para enriquecer la pieza como a uno mismo, haciendo así una investigación sobre el comportamiento creativo y materializándola en una serie de obras plásticas que juegan con los límites formales y conceptuales del grabado como disciplina.
En el grabado, se subraya primero el acto de crear una matriz única para, luego, poder reproducirla y estamparla en serie. Aquí se encuentran los dos conceptos que sirven de guía al proyecto: contemplar la creación y producir en masa. Tomando el contrapunto de la disciplina, conservo así la estética de la estampación restándole la finalidad de una producción masiva. De esta forma se crea un trampantojo, al generarse obras únicas aunque seriadas que pasan a conformar un conjunto titulado Plátano es.
También estoy elaborando unos libros de artista donde, a través de escritos, bocetos e imágenes, plasmo el tiempo consciente empleado en otras obras realizadas en la residencia y las diferentes direcciones o ramificaciones que de ellas vayan surgiendo. Seguramente se expongan en el stand que la Casa Velázquez tiene en la Feria ARCO.
Fuera de lo que es la Casa de Velázquez, formaré parte de las “Z Jornadas de Arte de Montalbán”, comisariadas por Demetrio Salces y Rafael Jiménez Reyes, que acercan la cultura contemporánea a la periferia. También tengo un podcast junto a Victoria Santi, LA PRECARIETÉ, donde hablamos de artistas olvidadas y hacemos entrevistas a creadores del panorama cultural actual.
Podemos seguir sus pasos aquí: www.albalorentehernandez.com
