Elisa Terroba y los cantos del tsunami digital

La artista presenta su primera individual en La Gran

Madrid,

Los libros son el punto de partida de buena parte de la obra de Elisa Terroba, artista malagueña que se vale de su lenguaje para deconstruirlo, hacerlo propio y dar lugar a formas cambiantes y discursos personales a partir de sus estructuras, llamando nuestra atención sobre la convivencia de las páginas con las tecnologías digitales y las tensiones y posibilidades que esta implica. Cuando pasó por nuestros Fichados, allá por 2019, nos contó que su producción indaga en cómo la era virtual se confronta con la analógica y en cómo nos transforman las relaciones que se establecen entre ellas, incorporando referencias a la literatura y la historia del arte: Mi trabajo está enfocado en el libro porque me parece una de las máquinas más poderosas que ha creado el ser humano, y en el lenguaje, porque es una parte fundamental de lo que somos. ​En general, toda mi labor es una gran investigación en torno al libro como soporte de la memoria.

Hasta el próximo julio, esta autora presenta su primera individual en la galería madrileña La Gran, “Sedimentos”, donde nuevamente se vale de volúmenes para alumbrar esculturas, objetos e instalaciones en los que reflexiona sobre cómo el paso del tiempo conlleva el desgaste o la sustitución de los conceptos que antes marcaron épocas y aún las continúan explicando.

Centenares de libros han sido aquí arrasados por un tsunami digital que ha hecho de ellos cantos de la historia y la memoria, sedimentos metafóricos que tienen que ver con el pasado y su conservación, con esa transición entre las páginas y la virtualidad y con un almacenamiento del saber que fue físico y no sabemos si lo seguirá siendo. Esos posos, como el propio contenido de los textos, no se nos ofrecen por tanto estáticos, sino desplazados y modificados por erosiones, degradaciones y sinos de los tiempos; los volúmenes pierden la capacidad de ser leídos en términos comunes, pero cada piedra guarda la virtud transmisora en sus cualidades táctiles, tridimensionales: se trata de una propuesta básica, primitiva, en la que aquellas son guijarros al fin y al cabo, pero se aprecia que han sido libro, por lo que partimos de la noción de que contienen información en sus páginas, de que son parte de nuestra cultura.

Elisa Terroba. "Sedimentos". La Gran
Elisa Terroba. “Sedimentos”. La Gran
Elisa Terroba. "Sedimentos". La Gran
Elisa Terroba. Colofones, desde 2014

Los procedimientos de trabajo de Terroba, y ella lo reconocía con claridad, se basan en romper publicaciones: En realidad yo siempre digo que deconstruyo libros, con un concepto cercano al planteamiento arquitectónico del deconstructivismo, con la idea implícita de desarticular, dislocar y desdibujar la forma u objeto inicial sin renunciar a ella, para ampliar sus propios límites. Pero sí, en realidad rompo libros. Trabaja, además, desde la pulcritud y haciéndose eco del lenguaje plástico del diseño industrial.

Elisa Terroba. Piedras, 2014-2022.
Elisa Terroba. Piedras, 2014-2022.

Si en series anteriores de esta artista, como Tapices o Imagen Texto, el libro dejaba de ser una manifestación o extensión de la memoria y de la imaginación para ser cosificado su código y cuestionada su aura en la esfera digital, transfiriéndose nuestro legado (memorístico) a otros soportes (artesanía y píxeles), esta vez un monte de cantos rodados generados a partir de ejemplares pulidos es desgastado por aquella marea digital (Piedras) o un pilar se compone de numerosas enciclopedias guillotinadas para medir 25 x 25 centímetros, que es la dimensión mínima de uno estándar de hormigón, evocando así los tótems verticales adorados en la Prehistoria, cuya supuesta solidez deviene ahora potencialmente alterable (Pilar).

Contemplaremos, asimismo, en La Gran un vídeo de una estantería disolviéndose conforme a un efecto de glitch o el conjunto de acuarelas Bestioles, que se nutren de las hojas de varios escritos generando galerías de palabras como pantalla, e-book, hipertexto, electrónico, datos, Internet… Estos seres parecen querer entrar en comunicación con el espectador mediante un lenguaje digital, con términos que aluden a la desaparición de la materialidad del libro como objeto y también a la aparición del metaverso, de presencia creciente.

En suma, “Sedimentos” nos proporciona una nueva ocasión para reflexionar sobre las fricciones que aún hoy se dan entre el mundo previo a Internet y el derivado de la red y sobre las modificaciones que la cultura digital ha introducido en nosotros como lectores, sujetos de memoria y, en general, como personas: en nuestros modos de razonar, de comprender el entorno y de relacionarnos. Y sin embargo… y a su vez, los transmutados libros de Elisa nos recuerdan el carácter al tiempo único y abierto a múltiples posibilidades de la tactilidad del papel y su extraordinaria capacidad de archivar saberes y recuerdos pese a su fragilidad material y la irrupción de dispositivos nuevos.

Elisa Terroba. Pilar, 2022
Elisa Terroba. Pilar, 2022

 

Elisa Terroba. “Sedimentos”

LA GRAN

c/ Nicolás Morales 38, 1º Nave 8B

Madrid

Del 7 de mayo al 14 de julio de 2022

 

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