El sentimiento transformado en espacio

Si bien el artista había experimentado durante sus años de formación con tendencias cercanas al expresionismo o el action painting, a mediados de los sesenta, periodo con el que arranca “Joan Hernández Pijuan. La distancia del dibujo”, se descubre en su pintura una predisposición hacia la naturaleza que, a partir de entonces, estará presente de un modo u otro en todas su obras. Partiendo del dibujo de naturalezas muertas, Pijuan se embarca en el universo del paisaje, primero poniendo énfasis en las texturas y gradaciones, para terminar profundizando en la luz y el movimiento; pero si realmente existe un nexo común a todos sus dibujos es, sin duda, el protagonismo del espacio. Lo encontramos acotado, íntimo, personal, experimentado, imaginado y, sobre todo, emotivo. De este modo, contemplamos sentimientos dibujados, emociones que se proyectan sobre los más variados tipos de papeles y técnicas, mediante las que el artista nos descubre sus reflexiones personales.