El resto: una oda al trabajo previo

Desde hace varios años, el Museo Universidad de Navarra pone en marcha su Máster en Estudios de Comisariado/ Curatorial Studies, el único posgrado oficial en nuestro país que está destinado a la formación de comisarios. Sus alumnos cursan un programa teórico-práctico que queda reforzado por viajes curatoriales y por un programa de prácticas internacionales.

Cuatro de ellos (Marina Alonso, Pau Cassany, Sofía Enríquez y Dailey Fernández) son los autores del Trabajo de Fin de Máster que ha sido premiado por dicho Museo como mejor proyecto entre los presentados por la promoción de 2019 y la muestra que de él se deriva puede visitarse ya, y hasta el próximo septiembre, en la planta -1 del centro. Se llama “El resto” porque su eje son las prácticas y procesos creativos previos a la presentación de las obras acabadas que tienen lugar, justamente, en las exposiciones y de cara al público: los cuatro comisarios buscan invitarnos a reflexionar sobre aquello que antecede y explica esas piezas finales que, en ocasiones, son consumidas como productos, sobre los ensayos, errores y búsquedas, experimentos, restos de taller… que dicen mucho de las actitudes y roles de los artistas y, desde luego, sobre la génesis del arte, a menudo velada, para algunos oscura y cada vez más relevante en las propuestas de los creadores recientes, en ocasiones en mayor medida que los resultados.

Los (jóvenes) artistas reunidos en esta muestra colectiva son Irma Álvarez-Laviada, Miren Doiz, Esther Gatón, Guillermo Mora y Wilfredo Prieto, quienes, además de generación, comparten inquietudes en torno a la investigación artística. Para la ocasión han trabajado, en diálogo con los comisarios pero desde la libertad en cuanto a las condiciones de sus propuestas, en torno a esa idea de resto, explorando su significado en el contexto de su producción hasta el momento. Veremos, por tanto, sus reflexiones personales volcadas en proyectos de naturaleza procesual o inacabados, poniendo de relieve, esa variedad de sus trabajos, que el resto al que esta exposición hace referencia no tiene una definición única (como parte más o menos invisibilizada de un todo) sino que se abre a posibilidades múltiples.

Para Doiz significa el reciclaje de formas pasadas, Mora lo asocia a la superposición de cosas y tiempos, Álvarez-Laviada lo relaciona con la interpretación de lo marginado, Prieto con lo imposible y lo fracasado y Gatón lo entiende como experimentación con lo cotidiano.

Decía Ángel González que el resto no es lo que sobra sino lo que falta y que la sombra es lo que ha sido excluido de la visión. Los cuatro comisarios autores del Trabajo de Fin de Master premiado se retaron a, desde ese espíritu, imaginar sin límites una exposición en la que cuestionar nuestras experiencias estéticas de hoy partiendo de la raíz de las obras finales y de cuáles podrían ser los desafíos y resultados de dar preminencia a las partes frente al todo, entendiendo este como la obra final y sus fragmentos como las etapas de las que nace, marcadas por pruebas, paradas, nuevos comienzos, olvidos… zonas a menudo ocultas.

Miren Doiz presenta La forma dada, proyecto en el que convergen escultura, fotografía e instalación y que tuvo como punto de partida la contemplación por la artista de una efímera composición pictórica al lavar sus pinceles. Aquella imagen, que ella incluso fotografió, evolucionaría en direcciones múltiples, por eso en Pamplona muestra ahora fragmentos de obras relacionadas con esa visión en los que nos queda claro que los procesos no siempre son lineales, sino que implican curvas, derivas y resignificaciones.

Mora, por su parte, trabaja de forma natural cuestionando aspectos artísticos asumidos y su método de experimentación ofrece tres claves: superposición, ocultación y desaparición. Sus piezas en esta exhibición contienen dos fechas: la de su misma creación y la del año en que se realizaron los bocetos y materiales de las que son fruto. Así, cada forma de la obra oculta otras y las capas de papel funcionan como contenedores de dibujos y bocetos anteriores que no fueron concebidos como obra, sino como parte del material de trabajo, recuperados para habitar “ocultos” en el soporte.

Respecto a Álvarez-Laviada, sus obras se nutren a menudo de materiales que no forman parte de las exposiciones pero sí del ciclo de creación y circulación de las obras. Así, nos habla de pintura sin pintura y de escultura sin objetos, utilizando readymades que genera en su estudio, y, en última instancia, del gesto milagroso del artista para resignificar lo mundano y ennoblecerlo, concediendo belleza estética y fondo conceptual a lo supuestamente insignificante.

De Prieto veremos Papa caliente y Cara o cruz, trabajos inconclusos para su muestra en el CA2M “Amarrado a la pata de la mesa”, en 2011, que le sirven para indagar sobre los materiales y normas legitimados en la creación artística. No llegaron a materializarse estrictamente, pero sí aluden a la importancia de lo azaroso y de la fe en los métodos de cualquier autor.

Por último, Sobre el pasillo de la casa que alquilo, dibujo el interior de una ballena, en referencia al episodio bíblico de Jonás 1:17; 2:10 fue el Trabajo de Fin de Máster de Esther Gatón, una reflexión sobre el concepto de proceso en el arte en relación con la esfera más privada y autónoma del ámbito creativo. Esta misma obra de arte no deriva de la intención de que se convierta en tal, es en el camino donde encuentra su sentido.

 

“El resto”

MUSEO UNIVERSIDAD DE NAVARRA

Campus Universitario

Pamplona

Del 25 de junio al 13 de septiembre de 2020