El Museo Helga de Alvear continúa renovando sus salas

Un mes después de la apertura de su nuevo edificio, el Museo Helga de Alvear ha anunciado la renovación de la exposición inaugural que cobija, que recogía cerca de un 5% de las más de 3.000 obras que forman parte de los fondos del centro, con el fin de dar a conocer gradualmente al público estas colecciones.

Desde esta misma semana, podremos comprobar en el Museo cacereño que la totalidad de las salas de su planta -3 han sido renovadas, en cuanto al diseño arquitectónico y al discurso expositivo, y encontraremos obras que, en su mayor parte, no se habían exhibido antes aquí.

De las 17 propuestas que ocupan las salas de la última planta podemos destacar uno de los iglús de Mario Merz, La casa del giardiniere (1983 – 1985), adquirido por Helga de Alvear en la última edición de ARCO; se exhibe junto a otras del autor povera que ya formaban parte de la colección, como la pintura collage Animale 418 (1998).

Pueden contemplarse también piezas que ofrecen un nuevo acercamiento a los cruces entre el arte, el paisaje y la naturaleza desde el acervo de Helga de Alvear, como proyectos de Gordon Matta-Clark, fotografías de Joan Foncuberta y Roni Horn o piezas de videoarte de Jason Rhoades y Willie Doherty.

La pintura de Carmen Laffón que ya se exponía en el anterior montaje del Museo se acompaña ahora de una escultura también de esta artista sevillana; mientras que la escultura próxima al land art de Richard Long comparte actualmente espacio con una instalación de pinturas creadas con lodo del Río Avon, también del británico.

Según ha explicado José María Viñuela, conservador de la Colección y responsable de la museografía del diseño del montaje, el Museo, como organismo vivo, seguirá mutando a lo largo del tiempo. Por eso, la palabra permanente nunca será la adecuada a la hora de referirnos a la exposición de la Colección Helga de Alvear. Dada la calidad, cantidad y diversidad de las obras que forman parte de la Colección, podemos realizar exposiciones temporales de forma periódica, pero también creemos necesario ofrecer nuevas experiencias desde los espacios dedicados a la Colección. Algunas de las obras más icónicas del Museo, como la famosa lámpara de Ai Weiwei, Descending Light (2007), ubicada en el hall de entrada, o Faux Rocks (2006) de Katharina Grosse, que continúa en exposición en esta última planta recién renovada, permanecerán a disposición del público durante los próximos años. Otras de las obras de las diferentes salas, irán variando en un Museo en constante transformación.

Obras de Mario Merz en las salas del Museo Helga de Alvear (Cáceres). Foto: Museo Helga de Alvear
Obras de Mario Merz en las salas del Museo Helga de Alvear (Cáceres). Fotografía: Museo Helga de Alvear

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