R.B. Kitaj. Junta, 1962. Colección privada. R. B. Kitaj Estate
La Hamburger Kunsthalle presenta la primera gran retrospectiva del artista desde su muerte hace cinco años
“R.B.Kitaj. The retrospective”
HAMBURGER KUNSTHALLE
Glokengiesserwall 20095
Hamburgo
De martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas
Jueves, hasta las 21:00 horas
Del 19 de julio al 27 de octubre de 2013, en Hamburger Kunsthalle
Comisarios: Eckhart Gillen, Hubertus Gaßner y Daniel Koep
Considerado uno de los grandes representantes de la recuperación de la pintura figurativa desde la década de los sesenta, R.B. Kitaj, artista nacido en Cleveland en 1932 que llevó a cabo en el Reino Unido la mayor parte de su producción, entre 1957 y 1997, y que a menudo adscribimos a la llamada Escuela de Londres junto a David Hockney, Lucian Freud y Francis Bacon, es objeto desde el próximo día 19 de una amplia antología en la Hamburger Kunsthalle que coincide con el quinto aniversario de su fallecimiento en Los Ángeles.
La muestra repasa la evolución temática de su obra desde la emblemática Variaciones Erasmo (1958) hasta sus últimos trabajos y nos ofrecerá una exhaustiva visión de su interés casi obsesivo por la literatura judía (religión de sus antepasados), un interés que tuvo su punto culminante en First Diasporist Manifesto (1989); y de la paulatina radicalización de su lenguaje desde el post-pop hasta el Expresionismo, como se hace patente en la contemplación comparada de piezas como San Juan de la Cruz (1967) y Melancolía (1989). En relación al primero, el artista ideó el concepto de “diáspora artística” como forma de autoafirmación del desarraigado más allá de nociones de nación, religión o ideología.
R.B. Kitaj. Juan de la Cruz, 1967. B. Kitaj Estate, Astrup Fearnley Museum of Modern Art, Oslo
R.B. Kitaj. Warburg as Maenad, 1961-1962. R.B. Kitaj Estate. Stiftung Museum Kunst Palast Düsseldorf
El Surrealismo, del que Kitaj se apropió más como filosofía que como estilo, y el esoterismo, también fueron influencias fundamentales en sus trabajos tempranos de los cincuenta, etapa en la que se sirvió de libertades estáticas propias del Expresionismo abstracto para emplearlas en un contexto figurativo.
Esa producción inicial de Kitaj también se apoya en las yuxtaposiciones propias del collage para tratar de expresar disquisiciones de la mente humana sin adornos visuales. Ya en las décadas de los sesenta y los sesenta, en trabajos como Otoño en el centro de París. A la manera de Walter Benjamin (1972-1973), comienza a tratar temas relacionados con el exilio y la identidad y versiones emotivas de acontecimientos de la historia moderna, como el Fascismo y el Holocausto.
El dibujo desempeña un lugar fundamental en el desarrollo de su pintura y en la formulación de sus iconografías, y destaca su calidad en los retratos de David Hockney, Robert Duncan o Sandra Fisher. En 1974, impresionado por la obra de Edgar Degas, adoptó Kitaj el pastel como técnica para llevar a cabo diversos estudios del cuerpo humano del natural que aportan a su producción una sensualidad nueva y un claro erotismo. El paso a una mayor subjetividad se aprecia en la reelaboración del retrato de Hockney El neocubista (1976-1987), que inició como un sobrio estudio desnudo al carboncillo para terminarlo años más tarde de forma fracturada.
R.B. Kitaj. The Ohio Gang, 1964. MoMA
En los años ochenta y noventa adquieren protagonismo en la obra de Kitaj elementos autobiográficos y confesionales bajo formas más íntimas y directas, como en El crítico criminal asesinado por su viudo, incluso, (1997).
En conjunto, la producción del artista de Cleveland es considerada habitualmente críptica, compleja y provocadora y esta muestra tratará de arrojar nueva luz sobre los estímulos que la hicieron posible a partir del archivo personal de textos e imágenes de Kitaj, que saldrá a la luz por primera vez en esta exposición de Hamburger Kunsthalle.
R.B. Kitaj. The murder of Rosa Luxemburg, 1960. R.B. Kitaj Estate, Tate Gallery
Podremos ver 130 pinturas, grabados y dibujos cedidos por colecciones privadas y museos internacionales como el MoMa, la Tate y la Colección Thyssen-Bornemisza. En su mayor parte ya pudieron verse en el Jewish Museum berlinés, que ha organizado la muestra en coproducción con la Hamburger Kunsthalle y Kulturprojekte Berlin GmbH.
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