La obra de Charles Ray, uno de los escultores más reconocidos por la crítica especializada, aborda la cualidad fantasmagórica de lo real. Partiendo de una puesta en cuestión del hecho escultórico, el artista traduce vivencias cotidianas, recuerdos y sujetos contemporáneos a la estatuaria, haciendo hincapié en las relaciones físicas y psicológicas que surgen del encuentro entre la obra y el espectador. En su próxima conferencia en el Museo Reina Sofía, revisará la historia de la escultura, desde la Antigüedad clásica hasta hoy, a la luz de su propia práctica, basada en el anhelo de dotar de forma sólida a lo fugaz.
La obra de Ray arranca a mediados de la década de 1970, explorando las relaciones entre cuerpo, tiempo y espacio. En poco tiempo, comenzó a desestabilizar el orden minimalista, dominante por entonces, a través de sutiles juegos de equilibrio en cubos y otras formas geométricas. Aunque su trabajo es difícil de clasificar, son sin duda las esculturas figurativas que comienza a producir a partir de la década de 1980 en adelante las más representativas de su trayectoria. En ellas apreciamos figuras naturalistas, pero abstractas a su vez, gracias al halo de irrealidad y alucinación que poseen, sea por una escala sobredimensionada que condiciona su percepción o por un realismo sorprendente que conduce a equívocos o por sutiles elementos discordantes.
La práctica de Ray se ha interpretado como un cruce entre lo contemporáneo y lo intemporal: las referencias a la historia de la escultura son constantes en su trabajo, que parte del deseo de vincularse a la tradición y quedar, al mismo tiempo, suspendido en el presente. Del grueso de esa tradición, el artista se muestra especialmente fascinado por la Grecia arcaica: “(…) la figura del kuros griego era uno de los pocos objetos suaves en un mundo salvaje. ¿Hay un equivalente hoy? Miguel Ángel dijo que una gran escultura debe sobrevivir cuando es lanzada desde una colina sin que se rompan sus extremidades. Si lo entendemos literalmente estamos perdidos. Pero nos podemos preguntar ¿cuál es esa colina hoy? Pienso que la colina de la que habla Miguel Ángel se refiere a nuestras convenciones culturales aceptadas”.
FECHA Y HORARIO:
Jueves, 28 de marzo, a las 18:00 horas.
LUGAR:
Auditorio del Edificio Sabatini.
ASISTENCIA:
Entrada gratuita hasta completar aforo.
PARA MÁS INFORMACIÓN:
www.museoreinasofia.es