Chirino en América: el escultor que busca y busca

El Centro Niemeyer revisa su relación con Estados Unidos

Avilés, Asturias,

Era conocida la importancia de Estados Unidos en el devenir de la trayectoria de Martín Chirino (como artista y como gestor cultural, al frente del Círculo de las Artes y el CAAM de Las Palmas), pero dado que sus estancias allí se produjeron con intermitencias no se había adquirido un conocimiento profundo del peso de esa impronta americana. El hallazgo de nueva documentación ha permitido excavar en esas relaciones y los frutos de estas investigaciones pueden verse ahora en “Dear Martin. [Martín Chirino en los Estados Unidos]”, la primera muestra que estudia la conexión, sobre todo neoyorquina, del autor canario y que, comisariada por Alfonso de la Torre, puede contemplarse en el Centro Niemeyer de Avilés -en Asturias pasaba también Chirino largas temporadas-.

Este proyecto forma parte de la programación organizada por la Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino para conmemorar el centenario de su nacimiento, una programación que integran una decena de exposiciones en las que se repasa la andadura de un creador a quien solemos identificar por sus espirales pero que, más allá de ellas, fue heredero de la vanguardia escultórica española de la primera mitad del siglo XX en la segunda, en la estela de Julio González y Pablo Gargallo y desplegando en sus piezas un hondo interés por la cultura guanche. Se convirtió en una de las figuras fundamentales de la renovación de los lenguajes plásticos durante la posguerra, con su participación en el grupo El Paso, del que sería miembro fundador en 1957; ese grupo significaría el surgimiento de un arte enraizado en la tradición española, y a su vez crítico con la situación política y social, y supuso la internacionalización de los autores a él ligados y de sus trabajos.

Dear Martin. (Martín Chirino en los Estados Unidos). Centro Niemeyer, Avilés. Fotografía: Carranza
Dear Martin. (Martín Chirino en los Estados Unidos). Centro Niemeyer, Avilés. Fotografía: Carranza
Dear Martin. (Martín Chirino en los Estados Unidos). Centro Niemeyer, Avilés. Fotografía: Carranza
Dear Martin. (Martín Chirino en los Estados Unidos). Centro Niemeyer, Avilés. Fotografía: Carranza

Podemos decir que la obra de Chirino se basa en dos principios: el hierro forjado, material mayoritario de sus esculturas; y la citada espiral, que fue símbolo y solución formal constante en toda su carrera y que sintetiza los fundamentos de su creación, esto es, la noción del plegado y desplegado y el desarrollo horizontal y vertical en el espacio y en la curvatura de un elemento que, en sus manos, y recuperando la tradición de la forja, deviene dúctil.

El conjunto de su producción se extiende y agrupa cronológicamente, en capítulos sucesivos, conforme a motivos concretos cuyo referente se encuentra siempre en la naturaleza y en el mundo real y en los que insiste una y otra vez, hasta tratar de agotar sus posibilidades expresivas.

Desde los años sesenta realizaría Chirino numerosos viajes a Estados Unidos, atendiendo a un impulso por el desplazamiento connatural a su personalidad desde una época bien temprana y en un tiempo en que no era frecuente. Fue posiblemente, como explicó De la Torre en la presentación de esta exhibición, el artista español de posguerra más coleccionado, expuesto y difundido en aquel país: presentó nueve muestras individuales en la Grace Borgenicht Gallery, con la que mantuvo relación durante más de tres décadas, desde un contrato firmado manualmente en el Hotel Palace de Madrid en los sesenta hasta el cierre de esa sala en los noventa; su obra se encuentra representada en un buen número de museos (el Meadows Museum de Dallas planeó hacia 1989 recopilar sus creaciones en suelo estadounidense, en una propuesta que habría de titularse “Equilibrio y armonía” y que no se materializó); y fue alabado por algunos de los críticos más importantes del país, como Dore Ashton, Frank O’Hara, John Ashbery, Hilton Kramer…, además de adquirir popularidad entre artífices de la cultura popular, como el cantante y músico de cabaret Bobby Short, que atesoró sus composiciones. Asimismo, formó parte Chirino, ya en 1960, de la colectiva del MoMA “New Spanish Painting and Sculpture”, que comisarió el mencionado O’Hara.

Dear Martin. (Martín Chirino en los Estados Unidos). Centro Niemeyer, Avilés. Fotografía: Carranza
Dear Martin. (Martín Chirino en los Estados Unidos). Centro Niemeyer, Avilés. Fotografía: Carranza
Dear Martin. (Martín Chirino en los Estados Unidos). Centro Niemeyer, Avilés. Fotografía: Carranza
Dear Martin. (Martín Chirino en los Estados Unidos). Centro Niemeyer, Avilés. Fotografía: Carranza

Es interesante leer con detenimiento las cartelas de esta exhibición asturiana, que ofrecen información abundante de esa intrahistoria de las piezas reunidas: casi treinta esculturas y otros tantos dibujos que se completan con obras fílmicas, correspondencia, fotografías, publicaciones y también música que aporta a este proyecto cierto aire inmersivo. Vinculadas a sus estancias americanas, proceden de diversas colecciones institucionales y particulares, entre ellas el propio legado de Chirino, la Colección Azcona, la Colección BBVA, los fondos del IVAM valenciano o el Museo Reina Sofía.

En el fondo todas ellas hablan de hasta qué punto para Chirino el viaje era prácticamente un mandato vital desde que acompañaba a su padre en la infancia en sus periplos africanos: conoció muy pronto París y Londres, aprendió la práctica de la forja en Cuenca y admiró mucho la decisión de Brancusi de recorrer Europa prácticamente de punta a punta y a pie hasta llegar a París, meca artística a inicios del siglo XX. Representaba para él la idea del wayfarer, el caminante sin final que asume que, según llega a los sitios, ya se va, es decir, un hombre que busca y busca, sin permitirse sentir nostalgia alguna por lo que va dejando atrás (…). Siempre fui una persona reconcentrada y proclive al soliloquio; y sentía eso que se llama “la llamada interior”. El movimiento era un modo de alejarse del desamparo a menudo experimentado por los artistas.

Dear Martin. (Martín Chirino en los Estados Unidos). Centro Niemeyer, Avilés. Fotografía: Carranza
Dear Martin. (Martín Chirino en los Estados Unidos). Centro Niemeyer, Avilés. Fotografía: Carranza
Dear Martin. (Martín Chirino en los Estados Unidos). Centro Niemeyer, Avilés. Fotografía: Carranza
Dear Martin. (Martín Chirino en los Estados Unidos). Centro Niemeyer, Avilés. Fotografía: Carranza

 

 

“Dear Martín (Martín Chirino en los Estados Unidos)”

CENTRO NIEMEYER

Avenida del Zinc, s/n

Avilés

Del 2 de junio al 21 de septiembre de 2025

 

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