Chantal Akerman, un retrato íntimo

La cineasta belga presenta en Elba Benítez Maniac Shadows

Maniac Shadows

GALERÍA ELBA BENÍTEZ

C/ San Lorenzo, 11 (patio interior)

Madrid

Artista: Akerman, Chantal
Madrid,

Dentro del programa del Festival Off de PHotoEspaña, hasta el 26 de julio la Galería Elba Benítez presenta “Maniac Shadows”, un proyecto individual de Chantal Akerman en el que la artista belga, que actualmente trabaja entre París y Nueva York, ha compilado una colección de un centenar de instantáneas tomadas en varios países y un vídeo en el que ella misma lee un fragmento de un texto autobiográfico: My Mother Laughs.

El resultado es una instalación multicanal basada, en lo conceptual, en la superposición de conceptos: lo personal y lo público, lo testimonial y lo autobiográfico, la niñez y la edad adulta, la memoria y la observación. Las bases emocionales de Maniac Shadows las encontramos en los orígenes familiares de Akerman: su madre era polaca y judía, pudo sobrevivir a Auschwitz y la belga la ha convertido en la figura central de sus trabajos, también del que ahora presenta en Madrid, que nos ofrece un retrato tan íntimo como intenso de ella y también de escenarios, dormitorios, ventanas, sombras y sonidos. Aborda relaciones entrecruzadas, presencias y ausencias, las relaciones familiares, el hogar y la posición de la mujer en la sociedad.

En Maniac Shadows no se funden interiores y exteriores, en realidad oscilan planos tomados dentro y fuera de casa en capas superpuestas oblicuas o refractarias que aluden a los significados metafóricos de la exterioridad y la interioridad, de la vida interior y de la vivida en tiempos y lugares concretos. De esa oscilación, surge lo que Akerman entiende como la Historia con mayúsculas, concebida como poesía, compleja y sobre todo vívida. Precisamente su pasión por el cine nació tras ver Pierrot el loco (1965), de Jean-Luc Godard, momento en que Akerman se dio cuenta de que filmar podía ser una experiencia personal y experimental.

Al igual que en los filmes experimentales de la artista, en esta obra se emplean técnicas narrativas muy libres: abundan elipsis y yuxtaposiciones, cortes bruscos y laberínticos rodeos, repetición y porosidad. No se ocultan las costuras de la pieza. Ella se refiere al estilo de sus filmes como “documental que roza la ficción”; apenas diferencia entre lo narrativo y lo no narrativo (se trata de solucionar los mismos tipos de problemas, en sus palabras) y nunca se desprende de sus raíces culturales y geográficas. Tremendamente poliédrico, su cine desafía convenciones fílmicas y vitales, parte de recursos escasos, da la impresión de rodarse “a salto de mata” y constituye, en última instancia, su diario íntimo, pero un diario marcado por el rigor.

Desde principios de los noventa, la creadora belga se ha servido a menudo del vídeo y la instalación para explorar, en todas sus posibilidades, la forma fílmica. El MUHKA de Amberes le dedicó una amplia retrospectiva en 2012 y antes acogieron otras antologías suyas el MIT List Visual Arts Center de Massachusetts y el Centre Pompidou.

Ha participado en la 29ª Bienal de São Paulo (2010), la Documenta XI de Kassel (2002) y la 49ª Bienal de Venecia (2001) así como en numerosos festivales internacionales de cine.

 

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