Cecilia Paredes y la imposibilidad del regreso

Sus reflexiones fotográficas sobre el desarraigo o la memoria llegan al Museo Universidad de Navarra

Pamplona,

Quizá algunos recordéis “Oyendo con los ojos“, la extensa muestra que hace casi tres años dedicó a la peruana Cecilia Paredes Tabacalera. Promoción del Arte. Contaba con esculturas, instalaciones y fotoperformances que desplegaban el universo tanto temático como formal de esta autora, en el que se entrecruzan naturaleza y cultura y se propone una interpretación de la historia como laberinto que debe ser objeto de constante revisión y reescritura. Las piezas entonces expuestas en Madrid hacían sobre todo hincapié en las relaciones entre nuestros modos de organización social y las leyes naturales y también ofrecían una visión en buena medida ya perdida de esa naturaleza: concebida como icono sagrado y escenario simbólico en el que plantas, animales y minerales son iguales e imprescindibles unos a otros, pese a la distinta fragilidad de su supervivencia.

Cecilia Paredes. En tus alas, 2014. Galería Blanca Berlín
Cecilia Paredes. En tus alas, 2014. Galería Blanca Berlín

Se nutrían aquellos trabajos de metáforas y de símbolos propios del pasado revisitados y resignificados por Paredes, que se apoya en esa naturaleza para configurar una toma de conciencia particular ante el mundo. Cuando habla de violencia, lo hace valiéndose de huesos, plumas y piedras que recolecta con paciencia y observación minuciosa, concediendo a esos elementos un carácter alegórico en muy distintas direcciones: reflexiona la artista sobre la situación de la mujer, los mecanismos del poder, el arte o la religión, aunque parece interesarle especialmente la omnipresencia de esta última en las conductas sociales a lo largo de los siglos y también la pervivencia de ciertos ritos identitarios: se pregunta por el origen y las reelaboraciones de mitos que se hunden en la noche de los tiempos y por las razones de su pervivencia en las sociedades contemporáneas.

Esos intereses impregnan también su estética, a medio camino entre lo natural y lo artificioso, que la artista pone al servicio de un llamamiento: el de la recuperación de la ética y la justicia tanto en las relaciones humanas como en nuestro acercamiento al paisaje; el de la urgencia de la cordura.

Aquella exposición fue comisariada por Alejandro Castellote y Blanca Berlín, y Berlín comisaría también la muestra que, desde el próximo 26 de marzo, dedicará a Paredes el Museo Universidad de Navarra. Se llamará “El no retorno” y de nuevo reunirá piezas, en diversas técnicas (fotoperformances, esculturas, instalaciones, arte sonoro…), dedicadas a ese análisis personal de Paredes sobre las relaciones entre el ser humano y su entorno, tanto natural como político y social.

La exhibición en su conjunto planteará una metáfora sobre el camino de la vida, y de ahí su título, a través de trabajos fechados en las últimas dos décadas, pero cobrarán protagonismo los migrantes, cuya experiencia Paredes conoce bien tras haber padecido el exilio y haberse establecido en distintos países.

Cecilia Paredes. La hilandera. Galería Blanca Berlín
Cecilia Paredes. La hilandera. Galería Blanca Berlín

A través de materiales cuidadosamente engarzados, de cartografías imaginarias y, sobre todo, del diálogo de disciplinas, busca tanto crear emociones como evocar fragmentos de su propia memoria, de su personal topografía. El resultado son siempre piezas de índole poética hacia las que el espectador puede experimentar una sensación de familiaridad y reconocimiento, pese a que también anida en ellas algo asombroso y extraño: componen en su conjunto un todo, un sistema en el que tiene cabida lo conocido y lo inhóspito y en el que se superponen ecos de diversos ritos y mitos provenientes de varias culturas, con especial atención a las nativas no occidentales; de hecho, Perú es en su obra un gran yacimiento arqueológico a partir de cuyas ruinas y leyendas trabajar.

Se alimenta Paredes de ellas atendiendo a su sentido espiritual, planteando delicados simbolismos y dejando a un lado referencias a la vertiente más visceral o cruel de ese pasado, que no ayudarían ni a ella ni al espectador a reflexionar sobre los afectos y los poderes de ayer y hoy y sobre la representación de lo invisible, del paso del tiempo y del nuestro por el mundo.

Conviene que nos detengamos en la luz: junto con sus complementarias sombras, es un elemento central en la obra de Paredes porque aporta ligereza a sus instalaciones sin restarles trascendencia, enlazando lo perceptible y lo inasible, también lo ornamental y lo alegórico. Y muy presentes estarán en Pamplona, asimismo, sus flores, siempre artificiales o pintadas, es decir, traídas a escena como simulacro platónico de las flores verdaderas. Son apariencias, pero forman decoraciones en las que Cecilia inserta, desdibujada, a la mujer.

La muestra se acompaña de una masterclass, que tendrá lugar el mismo 26 de marzo a las 19:00 horas en el centro.

Cecilia Paredes. Asia, 2008. Galería Blanca Berlín
Cecilia Paredes. Asia, 2008. Galería Blanca Berlín

 

 

Cecilia Paredes. “El no retorno”

MUSEO UNIVERSIDAD DE NAVARRA

Campus Universitario

Pamplona

Del 26 de marzo al 1 de septiembre de 2019

 

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