Bene Bergado: decrecer y regreso al origen

La artista presenta un proyecto específico en Azkuna Zentroa

Bilbao,

En el verano de hace dos años, poblaban la Sala Alcalá 31 de la Comunidad de Madrid algunos de los proyectos más significativos de la trayectoria de Bene Bergado y dos instalaciones específicas, pues esta autora, de origen salmantino y formada en la Universidad del País Vasco, suele entender los grandes espacios expositivos como lugares a intervenir. Encontrábamos en aquella muestra una serie de conceptos dispuestos sobre la pared (naturaleza, alimento, transición ecológica, soberanía alimentaria o greenwashing ), que, más que como ejes temáticos de la exhibición, podíamos interpretar como pautas que incitaban a la reflexión individual sobre nuestros modos de alimentación y consumo, individuales y colectivos, y sobre aquello que hemos de proteger.

Interviniendo espacios, y abordando las consecuencias del crecimiento ilimitado de la producción y de la compra, recala esta artista ahora en Azkuna Zentroa, en una exposición que funde preocupaciones ideológicas con aspectos biográficos, en relación a su regreso a Bilbao, y que ha comisariado Juan Luis Moraza. Bajo el título “Decrecer”, llama nuestra atención Bergado sobre los efectos para el planeta del aprovechamiento no mesurado de los recursos naturales y sobre la necesidad de adoptar un modo de vida en el que la acumulación y la urgencia dejen paso a modelos menos competitivos y más respetuosos con el entorno y con el propio ser humano; entiende que vivir con menos va a ser inevitable, sea como opción o como consecuencia del colapso al que estamos abocados.

Veremos en la antigua alhóndiga bilbaína un conjunto de instalaciones y esculturas que proponen fundamentalmente una llamada a la acción -la de adoptar responsabilidad en torno a nuestra vida y decisiones-, y que también prueban el compromiso de Bergado en este mismo sentido, en tanto que busca la salmantina que en sus procesos converjan los medios y los fines. Las propuestas reunidas aúnan la fisicidad de los materiales (desde basura reciclada a componentes nobles, y también reutilizables, como el bronce) con la poesía y el simbolismo, lo sensible y lo emocional; las ha concebido la artista como modos de actuar en el mundo y no solo de representarlo, y como fórmulas para hacer presentes las formas de interdependencia entre individuos y entre las personas y el ambiente del que forman parte y del que son también responsables.

Muy patente, como dijimos, en la producción de Bergado, la cuestión del decrecimiento como vía más o menos obligada para preservar la naturaleza no es nueva, como apunta Moraza en los textos que acompañan esta exposición. La manifestación de los efectos de la acción humana sobre el clima viene sugiriendo, desde hace aproximadamente medio siglo, lo fantasioso del sueño del crecimiento industrial ilimitado y del aprovechamiento sin freno de las materias primas: más o menos desde entonces, viene incidiéndose en que vivir con más no implica necesariamente vivir mejor, sino que es posible mejorar la calidad de vida reduciendo posesiones y gastos, en determinados casos; como apunta el comisario, el crecimiento al que se refiere la noción de decrecimiento está vinculado con la desmesura, el exceso, la extenuación y el agotamiento, la desarticulación y el apresuramiento, el consumo como consumación…

Asocia Moraza los efectos perniciosos de la opulencia a cierta tendencia a fragmentar, a escindir saberes, intereses y derechos, como el conocimiento inteligible de la experiencia sensible, la vivencia emocional de la razón instrumental; y también a la voluntad de creer que una intensificación del desarrollo resolverá sus contraindicaciones. Frente a esas convicciones, el arte, o parte de él, podría ejercer para el también escultor como un refugio, una reserva que escape a compromisos de productividad y, en el caso de la disciplina que tanto Bergado como él manejan, por su contacto con lo material y con el espacio, como un camino de apego a lo cercano que aleja a quien la cultiva del plano discursivo en sentido pleno y, según su expresión, de las veleidades de lo imaginario.

Subraya Moraza que la experiencia del límite es tanto una condición presente en el procedimiento de creación como una experiencia vital; asociándose vida y creación a la lentitud y al valor de lo conocido, más que de lo producido.

Bene Bergado. Decrecer. Azkuna Zentroa
Bene Bergado. Decrecer. Azkuna Zentroa

Cuatro son los proyectos de Bergado que podemos contemplar en otras tantas salas de Azkuna Zentroa. El recorrido se inicia con la proyección revisada del vídeo PROSPECTO (2016), en el que atraviesan la pantalla, como si se tratase de los créditos de una película, aditivos alimentarios que forman parte de los productos procesados (colorantes, conservantes, antioxidantes, espesantes, estabilizantes, emulsionantes, reguladores de Ph, edulcorantes o acidificantes, entre una larga lista). A medio y largo plazo, consumirlos produce en nuestro cuerpo desestabilizaciones orgánicas, comportándose, en expresión de la artista, como componentes oponentes o residentes caballos de Troya.

A continuación saldrá a nuestra encuentro la instalación Encuentro y ornamento, formada por una docena de platos diversos: enteros o rotos, esmaltados o fundidos en bronce. No contienen los dibujos decorativos habituales de las vajillas, sino fechas significativas para la artista en su vida personal o social, y reflejadas en dos colores, negro y dorado, como si compusieran dos equipos.

En su versión original, estos platos se encontraban sobre una superficie formada por dos lienzos de tela de lino virgen, dividida por una red de ping-pong que no está ubicada en el centro, sino en una proporción áurea que daría lugar a un juego en desigualdad de oportunidades. Esa mesa, sobre la que se acumulaban los platos como restos de un enfrentamiento, se hallaba sobre una estructura de andamio. La palabra “encuentro” del título remite, por tanto, a una reunión o aproximación, pero también a un enfrentamiento deportivo y conflictivo, y a esa connotación alude este trabajo además de al dicho tradicional de romper un plato, metáfora de una pérdida de la inocencia o del inicio de la vida adulta.

Bene Bergado. Decrecer. Azkuna Zentroa
Bene Bergado. Decrecer. Azkuna Zentroa

El tercer proyecto en Azkuna Zentroa es Batería, una instalación compuesta por una estantería industrial muy larga en la que se apilan obras, materiales, instalaciones, documentaciones… de toda la trayectoria artística de Bergado y elementos vinculados al proceso de elaboración de esta exposición. Unas piezas han generado otras, y la densidad de sus yuxtaposiciones y oposiciones no pretende solo mostrarnos sus formas de hacer, sino interconectar contenidos, materiales y fases de su carrera.

Se trata, por tanto, de una extensa metáfora del proceso de elaboración como batería generatriz, como apilamiento y pila, no de un archivo ordenado cuyos elementos no interaccionan, sino de un almacén donde los materiales se nos muestran disponibles, dan lugar aún a energías, relaciones y procesos; a deseos.

Recuerda este dispositivo, además, que el origen de la generación de electricidad procede de la observación de los mecanismos de oxidación y putrefacción y que la primera batería de la historia se basó en un apilamiento de discos metálicos de plata y zinc separados por trozos de tela, cartón o piel, humedecidos con vinagre o agua salada. Nada aséptico.

Bene Bergado. Decrecer. Azkuna Zentroa
Bene Bergado. Decrecer. Azkuna Zentroa

La última instalación de la muestra es Tierra quemada: una torre eléctrica C-500-30 fragmentada que hace referencia a la tradición monumental de las torres como signo de autoridad y de las eléctricas como emblema del progreso, en cuanto que sostén de la transmisión eléctrica; también a las torres caídas como monumentos de desligitimación y signo de colapso. En el caso de esta obra, deja espacio a la esperanza: tiene que ver con la posibilidad de supervivencia en cualquier lugar y circunstancia, con la opción necesaria de generar valor con lo pequeño, al albergar objetos ligados a la vida en todas partes, como suelo de parquet, sacos de dormir, maquetas, restos de comida, zapatos, maletas…, a veces fundidos en bronce, que conforman un ambiente que nos involucra.

Bene Bergado. Decrecer. Azkuna Zentroa
Bene Bergado. Decrecer. Azkuna Zentroa

 

Bene Bergado. Decrecer. Azkuna Zentroa
Bene Bergado. Decrecer. Azkuna Zentroa

 

 

Bene Bergado. “Decrecer”

AZKUNA ZENTROA

Arriquíbar Plaza, 4

Bilbao

Del 29 de junio de 2023 al 7 de enero de 2024

 

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