Molinos Gordo: hibridaciones para la historia

CA2M acoge su primera muestra institucional en Madrid

Móstoles,

La producción de la artista burgalesa Asunción Molinos Gordo comenzó centrándose, hace cerca de veinte años, en la exploración de las formas de dominio que de forma subyacente se desarrollan en las sociedades actuales, en lo económico y en lo intelectual. Interesada por campos como la sociología, la antropología y los estudios culturales, ha manejado técnicas muy diversas (fundamentalmente escultura, vídeo, instalación y fotografía) y ha prestado especial atención al medio rural, como productor de materias primas en el ámbito alimentario y como escenario, tanto activo como pasivo, de complejas batallas, aún en nuestros días, que desafían las conocidas visiones reduccionistas que todavía vinculan el campo a lo folclórico, lo marginal o incluso lo mitológico.

Se ha acercado Molinos Gordo a la labor de los pequeños y medianos agricultores, invitando al espectador a considerarlos, no solo generadores de alimentos, sino también agentes culturales en cuanto que responsables y difusores de la pervivencia de saberes y prácticas de raíces muy antiguas que pueden tener utilidad también a la hora de responder a ciertos desafíos modernos (hoy estos asuntos resultan de vigencia máxima, como sabemos, en el contexto europeo). Y ha reflexionado en estos años, y en exhibiciones  en el IVAM, el CAB de Burgos o Travesía Cuatro, sobre el uso anterior y reciente de la tierra y del agua, las arquitecturas nómadas, las condiciones laborales en el medio rural, la biotecnología o el comercio ligado a los bienes primarios.

Parte de los frutos de sus últimos cinco años de trabajo, y de sus investigaciones junto a la comisaria Andrea Pacheco González (que fundó el espacio independiente FelipaManuela y también el Instituto de la tierra de Cáceres, y que además será curadora del Pabellón chileno en la próxima Bienal de Venecia), forman parte de la exhibición “Déjà Vécu. Lo ya vivido”, que puede visitarse hasta septiembre en el Centro de Arte Dos de Mayo de Móstoles, desde ahora dirigido por Tania Pardo.

Asunción Molinos Gordo. Déjà Vécu. Lo ya vivido. CA2M. Centro de Arte Dos de Mayo
Asunción Molinos Gordo. Déjà Vécu. Lo ya vivido. CA2M. Centro de Arte Dos de Mayo

Las piezas reunidas, como viene siendo habitual en su carrera, están realizadas en materiales muy diversos: desde los de naturaleza artística más convencional (madera, tela o cerámica) a otros orgánicos y más extraños en estas presentaciones (heces o bacterias). Su uso no deriva tanto de propósitos estéticos como de estudios que esta autora lleva a cabo sobre el terreno y en los mencionados contextos rurales; los más recientes tienen que ver con áreas tan aparentemente dispares como la microbiología, la adivinación, la alquimia o la transmutación: en algunos de estos proyectos, Molinos ha buscado convertir la materia vulgar en valiosa, en un paralelismo intencionado con el rol de los alquimistas que trataron de hallar la piedra filosofal que hiciera del plomo oro.

Asunción Molinos Gordo. Déjà Vécu. Lo ya vivido. CA2M. Centro de Arte Dos de Mayo
Asunción Molinos Gordo. Déjà Vécu. Lo ya vivido. CA2M. Centro de Arte Dos de Mayo

Esos elementos dispares quedan, en este caso, al servicio de una revisión crítica de las jerarquías que la artista detecta en los relatos históricos y en los criterios que han determinado la construcción de las identidades colectivas en el conjunto de la península ibérica, y se articulan normalmente en instalaciones que, en su mayoría, han sido realizadas específicamente para esta muestra: por su carácter híbrido, y por su conjunción de lo sólido y lo frágil en concepto y en forma, inciden en que ni la historia ni los conceptos culturales son inamovibles ni puros, sino que surgen de superposiciones de componentes muy distintos entre sí, al igual que, efectivamente, los procesos químicos que explican la vida en su sentido más físico. Algunos de ellos, además, parecen diluirse o morir para reaparecer después.

Cada una de las piezas que integran “Déjà Vécu” supone, por tanto, una ocasión para recordar que en cualquier existencia, y en el examen del pasado, encontraremos fantasmas junto a las evidencias, cruces de lo vivo y de lo muerto o de lo que pervive y lo que se fue (aquello fugitivo que permanece y dura). Por eso, el ejercicio que propone aquí Molinos Gordo se sitúa a medio camino entre la memoria y la reparación.

Asunción Molinos Gordo, Sin principio ni fin, con lagunas interiores (detalle), 2024
Asunción Molinos Gordo. Sin principio ni fin, con lagunas interiores (detalle), 2024

 

 

Asunción Molinos Gordo. “Déjà Vécu. Lo ya vivido”

CENTRO DE ARTE DOS DE MAYO. CA2M

Avenida de la Constitución, 23

Móstoles

Del 17 de febrero al 1 de septiembre de 2024

 

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