Así será la nueva Tate Modern

El museo doblará su tamaño incorporando un nuevo edificio

Londres,
Gustav Metzger. Liquid Crystal Environment 1965, presentación 2005
Gustav Metzger. Liquid Crystal Environment 1965, presentación 2005

Los responsables de la Tate Modern anunciaron ayer los profundos cambios que veremos a partir del 17 de junio de este año en el museo, el más visitado del mundo entre los dedicados al arte contemporáneo. Sus fondos, obras pertenecientes a 300 artistas internacionales, un 75% de ellas adquiridas desde el año 2000, año de apertura de este centro, se desplegarán en un nuevo montaje que pondrá de relieve cómo ha evolucionado esa colección desde entonces.

Las obras más conocidas que habitualmente nos seducen en la Tate, piezas de Mark Rothko, Agnes Martin o Henri Matisse, se exhibirán junto a trabajos recientemente adquiridos, piezas de artistas africanos, latinoamericanos, asiáticos, de Oriente Medio o Europa del Este, regiones a las que este centro viene prestando especial atención en los últimos años. La última obra comprada por la Tate podrá verse en su célebre Sala de Turbinas: se trata de una escultura de un árbol, de cerca de siete metros de altura, firmada por Ai Weiwei.

La nueva presentación de la colección del museo, que será más interactiva, femenina e internacional, según han avanzado Nicholas Serota y Frances Morris, se acompañará de la apertura del nuevo edificio que doblará la superficie expositiva de la Tate Modern en la actualidad: una torre de diez pisos y sótano diseñada por Herzog & De Meuron, los arquitectos suizos, ganadores del Pritzker en 2001, que adaptaron hace casi veinte años la central energética abandonada de planta trazada en los cuarenta por Gilbert Scott para convertirla en la Tate, acertando al respetar su fachada y su estructura básica, su sala de turbinas y su sala de calderas.

Ricardo Basbaum. Capsules (NBP x me-you), 2000
Ricardo Basbaum. Capsules (NBP x me-you), 2000

La nueva sede de la Tate Modern tendrá forma de pirámide contorsionada, estará realizada en hormigón cubierto por ladrillo y supondrá una ampliación del 60% en la superficie expositiva del museo. Dada su altura modificará el perfil de la ciudad, y desde su azotea podremos disfrutar de vistas panorámicas de Londres.

Tania Bruguera. Tatlin’s Whisper #5. Tate Modern, 2008
Tania Bruguera. Tatlin’s Whisper #5. Tate Modern, 2008

Sabemos también que este nuevo edificio, bautizado con el eléctrico nombre de Switch House, estará conectado con la actual sede de la Tate por un puente en su cuarta planta, y que el 45% de sus espacios tendrán fines expositivos, pero también acogerá tiendas, oficinas, áreas de restaurantes y descanso y salas destinadas a socios.

Con motivo de la apertura de la Switch House y la reestructuración de las colecciones de la Tate, en el nuevo edificio se presentará un programa especial de tres semanas de duración que ofrecerá propuestas de artes en vivo y performance en las que tomarán parte Tania Bruguera, Tino Sehgal y Amalia Pica; sus intervenciones se complementarán con otras performances que se desarrollarán cada día en Los Tanques entre el 17 de junio y el 3 de julio.

Otra novedad será la puesta en marcha del programa Tate Exchange, por el que se invitará a medio centenar de organizaciones benéficas, educativas o vinculadas a la salud a realizar proyectos en el museo con el arte como eje.

Los primeros afortunados en conocer de primera mano la nueva Tate Modern serán 3000 escolares llegados de varias ciudades del Reino Unido; Bob y Roberta Smith serán los encargados de introducirles en la colección del centro y sus novedades.

Ai Weiwei. Sunflower Seeds, 2010
Ai Weiwei. Sunflower Seeds, 2010

 

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