Por Marta Gómez
La 46º edición de Art Basel cerró sus puertas el pasado domingo y, como viene siendo habitual en la que es la feria de arte contemporáneo más prestigiosa de Europa, el balance es muy positivo: elevada asistencia de grandes coleccionistas, fuertes ventas a tenor de la alegría de la mayoría de los galeristas (muchos declararon que había sido su mejor edición de esta feria hasta ahora, que no es poco decir) y grandes elogios en relación tanto con las piezas expuestas como con su presentación.
Participaron en la feria, indemne a las crisis, 284 salas de 33 países que mostraron el trabajo de más de 4000 artistas. Catorce de esas galerías se estrenaban en Art Basel y llegaban desde China, Francia, Alemania, Hong Kong, Israel, Italia, Japón, Suiza, los Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos.
Fueron 98.000 los asistentes a la feria en sus seis días de duración-aunque más que su cantidad, los expositores destacan su calidad- y la organización cifra en ochenta los representantes de grandes museos e instituciones que se dejaron caer por Basilea. Sus visitas no fueron en vano: Iwan Wirth, Presidente de Hauser & Wirth afirmó que las ventas habían sido rápidas y constantes y que su galería había vendido a museos más obras que nunca antes en Art Basel, entre ellas un Mike Kelley.
Mollie Dent-Brocklehurst, de Pace, afirmó haber colocado todas las obras de Rauschenberg que llevó a Suiza en las primeras horas de feria; Thaddaeus Ropac, director y fundador de la galería del mismo nombre, también aseguró haber superado sus expectativas, alabó la seriedad de Art Basel y dijo haber vendido piezas de Beuys y del citado Rauschenberg a importantes colecciones europeas, y Tanya Bonakdar, del centro neoyorquino del mismo nombre, aseguró que Art Basel había vuelto a confirmarse como la mejor feria del mundo y que su galería había vendido obras de Olafur Eliasson y Haim Steinbach a un museo norteamericano y a una importante colección europea, respectívamente.
Skarstedt vendió una escultura de Thomas Shütte por aproximadamente cinco millones de dólares y varias piezas de Louise Bourgeois encontraron comprador por valores superiores a los dos millones. Por algo más de seis Cheim & Read se deshizo de una pintura de Joan Mitchell, y por 800.000, de un Sean Scully.
Marlene Dumas, Michael Börremans o Lee Ufan también se encuentran entre los más cotizados de Art Basel. Los compradores se han fijado, de momento, en valores seguros.
OTRAS NOTICIAS EN MASDEARTE:
Una respuesta a “Art Basel 2015 vence y convence”
Hakim Alsadi
en este el vídeo echaba de menos artistas de los continentes Asia ,África y América latina,porque estamos cansados y hartos de mirarnos el ombligo.
saludos cordiales
Alsadi