Alicia Framis: acción versus discriminación

Alcalá 31 reúne sus trabajos de los últimos veinte años

Madrid,

Cuando visitéis Alcalá 31 desde mañana y hasta el 27 de enero, seréis cacheados. Después, si sois hombres, se os invitará a revelar la ubicación de algún lugar prohibido para las mujeres a cambio de un par de botines; si sois mujeres, a reflexionar y charlar sobre vuestras razones para no querer ser madres. Y a todos se nos sugerirá encontrar y cuestionar las múltiples formas de discriminación y de erosión de la intimidad presentes en nuestra vida cotidiana -tantas veces asumidas como razonables-, aunque un asunto sobresale aquí por encima de todos: la violencia hacia la mujer, dentro y fuera del ámbito doméstico, su vinculación en el inconsciente colectivo a la maternidad y los cuidados, y sus barreras laborales.

La muestra que hoy se ha inaugurado en esta sala (la que, desde 2002, acoge las propuestas expositivas más arriesgadas programadas por la Comunidad de Madrid) se llama por eso “Pabellón de género” y repasa proyectos fundamentales desarrollados por Alicia Framis en los últimos veinte años y las múltiples ramificaciones de su lenguaje de acción, que no solo se ha manifestado en performances, también en vídeos, fotografías y trabajos de moda y diseño.

Lo ha subrayado hoy la comisaria de la muestra, Margarita de Aizpuru: la fluidez de esta autora a la hora de transitar entre la performance y el objeto o la instalación, y viceversa, es mayúscula y comparable a la de Esther Ferrer, y esta atípica antología lo hace patente a través de dos ejes, coincidentes con las plantas inferior y superior del edificio de Palacios. En la baja veremos arquitecturas, propuestas de espacios que subvierten ideas establecidas sobre hombres, mujeres y sus relaciones; en la superior, proyectos ligados a la indumentaria y el diseño en los que esas mismas ideas preconcebidas sobre nuestros roles saltan por los aires. Y en una y otra, performances, en vivo o en vídeo, en las que en algunos casos se nos invita a tomar parte.

Parte de los trabajos seleccionados para este “Pabellón de género” son inéditos (como 8 de junio, libran las modelos, censurado en su momento) y otros no habían podido verse nunca juntos, por lo que Framis, que vive y trabaja en Ámsterdam y se ha definido hoy como “artista española errante”, ha expresado sus ganas de que acudan a Alcalá 31 estudiantes de Bellas Artes para que puedan conocer esta reunión vibrante de sus obras fundamentales y participar en algunas de ellas junto a los dieciocho performers que colaboran en la exposición.

La primera habitación de madera que encontraremos en ella, Forbidden Architecture, forma parte de un proyecto que la artista barcelonesa presentó el año pasado en el Stedelijk Museum holandés: Century 22. Se trata de un lugar de debate en el que reflexionar sobre los espacios vitales de las familias no binarias y sobre el vínculo de arquitecturas cotidianas y género: contiene el primer vestuario para trabajadores de la construcción en el que no se da por hecho que tales empleados serán hombres y que serán solo constructores y no pensadores. En su interior no aparecen fotos de familias tópicas, sino de una pareja homosexual del siglo XIX con sus hijos adoptivos, y se proyecta un vídeo dedicado a los nuevos modelos posibles de vida en común y sus edificaciones.

Forbidden Architecture conecta con una tienda de campaña, que se convierte en ropa y también en refugio para el amor o sus sucedáneos. Se trata de One Night Tent: arquitectura reversible para una relación sexual sin complicaciones ni quizá implicaciones sentimentales.

Alicia Framis. One Night Tent
Alicia Framis. One Night Tent

Algunos establecimientos y asociaciones parece que siguen cerrados a la evolución y vetados a las mujeres: de ellos también se ha acordado Framis. En Arquitectura secreta, como avanzábamos antes, ocho performers con sugerente antifaz regalarán a los hombres pares de zapatos (de la firma Framis for Men) a cambio de que revelen el plano de esos lugares donde lo femenino aún no ha entrado. Otra habitación será para mujeres: Hijas sin hijas se mostró en la Galería Estrany de la Mota y se inspira, en la estructura de sus paredes, en Daniel Buren, y en su fondo en la novela de Vila-Matas Hijos sin hijos. Allí podemos pensar y compartir nuestras ideas sobre lo que no tener hijos supone (y lo que quedará de nosotras al final, tras no tenerlos).

Alicia Framis. Arquitectura secreta
Alicia Framis. Arquitectura secreta

Mientras nos adentramos en unas y otras instalaciones, pueden sorprendernos costaleras soportando sobre sus cabezas un techo de cristal, en una manifestación silenciosa a la que podremos sumarnos o de la que solo ser testigos. Como testigos también seremos, en Forbidden People, del tan extraño como común momento que a la entrada protagonizamos, pero ahora en piel ajena: el de ser cacheados, tocados por quien no conocemos, dejándonos hacer sumisos. Ante los abrazos de nuestros próximos solemos poner más pegas.

Y esa ausencia de calidez que quizá crece y quizá hemos asumido puede tener que ver con ciertas ganas de gritar. Por encargo de una empresa sumergida en despidos y tensiones, Framis llevó a cabo su Habitación del grito, ahora en la colección INELCOM. Los visitantes pueden acceder a ella y desahogarse en paz (está insonorizada) y con el fruto de sus ahullidos -de su voz, que es lo más individual que tenemos- una impresora 3D construirá una taza única. Construcción frente a destrucción. Para conocer el resultado hay que esperar unos veinte minutos: pudo ser más rápido, pero la artista quiso también desafiar nuestro afán de inmediatez.

Alicia Framis. Habitación del grito
Alicia Framis. Habitación del grito

Ya en la planta superior de Alcalá 31, nos esperan esas propuestas indumentarias que en algún caso, como ha indicado Aizpuru, reúnen activismo y funcionalidad. Hablamos de Anti_Dog, moda de tefal contras las balas, el fuego y los perros que creó en 2002 pensando en ciertos episodios racistas contra mujeres de color acaecidos en Berlín. En algunas de esas prendas aparecen impresas frases que las mujeres maltratadas tuvieron que escuchar, barbaridades a las que Framis ha colocado -simbólicamente, porque legalmente no pudo- el signo del copyright, para que no puedan volver a utilizarse. Con esta ropa desfilaron algunas performers hacia el Reina Sofía, acción de la que fue testigo la cámara de vídeo de Javier Codesal. Street Strike fue otra acción filmada, en un paso de cebra de Lérida donde pocos días antes una mujer fue asesinada por su pareja: un centenar de ellas se prestaron voluntariamente a parar en medio de la calle para mostrar su empatía con la víctima y su protesta contra la violencia de género.

Alicia Framis. Mamamen
Alicia Framis. Mamamen

Pero en el resto de las propuestas de esta sección de la muestra, lo que comunica es, como en Anti_Dog, la ropa o la ausencia de ella: trajes masculinos que permiten portar bebes, para que también nos sintamos concernidos por la desigualdad del hombre en el ámbito familiar (Mamamen); menores de edad desfilando sin camiseta y con un colgante que alude a la crudeza de la trata de niños (Not for sale) o la citada, y como decíamos censurada en 2006, 8 de junio, libran las modelos.

La firma Loewe invitó a Framis a participar en una muestra conmemorativa de su 160 aniversario con una obra en la que abordara la relación entre los bolsos y sus dueños, y la barcelonesa se sirvió de esa oportunidad para reclamar el fin de las mujeres miradas como objetos filmando hombres desnudos portando bolsos blancos y dejando, en el camino, a las modelos habituales tomarse un día libre de ser imagen, de ser solo cuerpo.

Como Sophie Calle, uno de sus referentes, Framis hace arte sin hacerlo; en este caso parte del género y de la actualidad del debate feminista y concentra sus ideas en un posible pabellón, tan enlazadas como puedan estarlo en los de cualquier bienal: La idea del pabellón siempre me ha gustado porque a priori es un espacio donde está todo concentrado. Es un lugar con una intensidad predeterminada, y para mí esa identidad es una herramienta de trabajo. De hecho, toda mi obra es un gran archivo de momentos.

 

 

Alicia Framis. “Pabellón de género”

SALA ALCALÁ 31

c/ Alcalá, 31

Madrid

Del 29 de noviembre de 2018 al 27 de enero de 2019

 

Una respuesta a “Alicia Framis: acción versus discriminación”

  1. jose luis madrazo

    Vaya cantidad de tonterías que hay que ver

    Responder

Comentarios