Coincidiendo con el traspaso de la gestión de la Galería Elvira González de la galerista a sus hijas, Elvira e Isabel, esta sala estrena ubicación en Madrid de cara a la nueva temporada: se traslada desde General Castaños al número 1 de la calle Hermanos Álvarez Quintero.
Y allí, coincidiendo con la celebración de APERTURA 2016, la inauguración conjunta del nuevo curso expositivo por parte de las galerías madrileñas, este espacio presentará la que es la tercera muestra del artista brasileño Waltercio Caldas en Elvira González. Las obras de este creador, con más de cuatro décadas de trayectoria a sus espaldas, suelen jugar con la percepción de los espacios en los que se exhiben y la tensión o vibración que se genera como fruto de ese diálogo. Cobran sentido, fundamentalmente en el caso de sus esculturas, cuando el espectador puede moverse en torno a ellas, así que la exhibición será una buena ocasión para comprobar las posibilidades de las instalaciones de la recién estrenada sala de la galería.
La exposición “Dibujos y más…”, que podrá visitarse entre el 15 de septiembre y el 12 de noviembre, estará formada por treinta y dos dibujos y cuatro esculturas, como siempre pulidas y de rasgos minimalistas. Los primeros, en su mayor parte, estarán planteados en tres dimensiones, dado el desafío buscado recurrentemente por Caldas de romper los límites del trazo para que este pueda sugerir más de un plano único.
Hay quien interpreta estos dibujos, más que como trabajos en papel, como objetos realizados en ese material, cuyas líneas e imágenes pueden ser desdoblados con el fin de enriquecer nuestra visión de sus dimensiones.
En general, el conjunto de la producción de Caldas, alumno de Iván Serpa a quien el CGAC dedicó hace ocho años una extensa retrospectiva organizada en colaboración con la Fundación portuguesa Calouste Gulbenkian, explora los límites entre lo que se ve y lo que se intuye, lo que la obra puede presentarnos, en su caso, desde la levedad, y lo que los espectadores podemos adivinar tras su apariencia a partir de juegos de escala y de percepción tanto espacial como estética.
El color también juega en estas piezas un rol fundamental y sugerente, que no metafórico: aporta luz, dinamismo y perspectiva sea a través de una presencia contundente o incorporado como detalle sutil.
