Una experiencia Nauman

La Fondation Cartier presenta su primera individual en París en quince años

Bruce Nauman

FONDATION CARTIER POUR L´ART CONTEMPORAIN

261, Boulevard Raspail

París

Del 14 de marzo al 21 de junio de 2015

París,
Bruce Nauman. Pencil Lift/Mr.Rogers, 2013
Bruce Nauman. Pencil Lift/Mr.Rogers, 2013

Decía Bruce Nauman en una de sus citas más célebres que los límites de su lenguaje eran los límites de su mundo y, dada su naturaleza desafiante, procuró que estos fueran los menos posibles. En su trabajo y en sus ideas, tuvo una influencia decisiva Ludwig Wittgenstein, el célebre filósofo austriaco, al que este artista conoció en su etapa estudiantil.

En su tesis Tractatus, Wittgenstein defendía que el lenguaje y el mundo tienen una vinculación estrechísima, estructural. El paso siguiente era estudiar a fondo los nexos entre lenguaje y percepción, y en esa tarea se embarcó Nauman tras formarse en física y matemáticas en la Universidad de Wisconsin y en Arte en la de California.

Sus referencias fueron más allá de la filosofía: se interesó por el Dadaísmo, sobre todo por Man Ray; por la dramaturgia de Samuel Beckett y las acciones repetitivas de sus personajes, inmersos en un pesimista absurdo vital, y por la música, tanto que, junto a Steve Reith y Meredith Monk, puso en marcha una serie de plataformas visuales que después incidirían en su producción en video.

Hablar de Nauman es hablar de body art, de cuerpo y de espacio, de masoquismo y de una invitación a ahondar en abismos que siempre abrían al artista nuevas posibilidades de experimentación y que requerían de la presencia imprescindible de un espectador con quien comunicarse. Fue pionero de la videoinstalación, llegando a envolver al público entre sonidos caóticos en espacios reducidos, sometiéndolo a una sobredosis de estímulos que desorientan y sobrecogen.

El paso siguiente, entre finales de los sesenta y comienzos de los setenta, lo dio Nauman con esculturas de fibra de vidrio que transformaban el espacio donde se mostraban y ya desde mediados de los noventa introdujo en su trabajo otro de los elementos con el que solemos asociarlo: los neones con mensajes repetitivos, irónicos o ambiguos de contenido social.

NAUMAN INÉDITO

Hacía quince años que París no presentaba una muestra individual suya y ahora la Fondation Cartier le brinda, hasta el 21 de junio, una antología que recoge, junto a obras anteriores representativas de la diversidad de medios que ha empleado, trabajos recientes inéditos en Francia, como Pencil Lift/Mr. Rogers (2013), un video que transforma movimientos simples de los dedos en ilusiones ópticas que juegan con las sensaciones de tensión y equilibrio.

La muestra incide en la vinculación de las obras de Nauman con el entorno en que se exponen y en la experiencia física y emocional que supone su contemplación o nuestra inmersión en ellas. En París nos quedará claro que, aunque se le haya vinculado al Minimalismo o al arte conceptual, la producción del americano escapa a clasificaciones: veremos instalaciones multimedia, obras sonoras y de vídeo y esculturas que juegan con la transparencia y la levedad que transmite la arquitectura de la planta baja de la Fondation Cartier.

La última obra de esta muestra monográfica es Untitled (1970-2009), un proyecto a medio camino entre la performance y la videoinstalación que Nauman concibió originalmente para la Bienal de Tokyo de 1970 y que modificó en 2009 coincidiendo con su participación en la Bienal de Venecia. Siguiendo las instrucciones del artista, dos bailarines se desplazaban rodando por una alfombra hasta quedar exhaustos proporcionándonos una imagen del paso intangible del tiempo, como ocurría en sus primeras obras, en las que registraba sus propios movimientos desplazándose por el espacio de su tiempo.

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