Tacita Dean, de mar en mar

Tacita Dean. De mar en mar Tacita Dean. De mar en mar

Tras dirigir un taller en Villa Irís, la artista presenta en la Fundación Botín una selección de trabajos vinculados al mar

Santander, 05/11/2013


“Tacita Dean. De mar en mar”

FUNDACIÓN MARCELINO BOTÍN
c/ Marcelino Sanz de Sautuola, 3
39003 Santander
Del 31 de octubre de 2013 al 12 de enero de 2014
Todos los días, de 10:30 a 21:00 horas

La Fundación Botín presenta, hasta el 12 de enero, en su sala de Marcelino Sanz de Sautuola en Santander la muestra “De Mar en Mar” de la artista británica Tacita Dean, que ya dirigió en julio el taller de Villa Iris.

Desde sus inicios, Dean ha empleado una amplia gama de medios, como películas, fotografías, dibujos y sonidos, desde un enfoque lírico, a menudo narrativo, con la finalidad de analizar conceptos de tiempo y causalidad y la relación entre distintas interpretaciones de la historia.

El mar ha desempeñado un papel crucial en su producción, especialmente en sus inicios y también después, como tema recurrente y fuente de atracción magnética.

Las obras que se presentan ahora en la Fundación Botín se fechan entre 1994 y 2008 y destacan por su diversidad de soportes materiales. Nos muestran historias que tienen al mar como nexo común, bien sea como fondo, como elemento conector o como protagonista.

En la planta baja de la sala de exposiciones encontramos una de sus primeras obras, Girl Stowaway (Polizona), datada a principios de los noventa, que toma como subtexto el viaje de una polizona desde Port Lincoln (Australia) hasta Falmouth (Inglaterra) en 1928. Una película, varios dibujos, recortes de prensa y pequeños barcos de papel nos adentran en la odisea de aquella mujer, que viajó atemorizada en la bodega del barco Herzogin Cecilie durante tres días pero logró llegar a buen puerto. El barco terminó naufragando en la bahía de Starehole, en Inglaterra, en 1936.

La fascinación por el mar, sus significados y asociaciones también sido interpretadas por Dean en algunas de sus películas más emblemáticas, como las también expuestas aquí Disappearance at Sea, que incluye fotografías y un libro de artista, y Disappearance at Sea II, en la que nos presenta visiones, tinieblas y revelaciones. En la segunda se inspira en la leyenda de Tristán e Isolda y en la primera en la historia de Donald Crowhurst, un hombre de negocios sin experiencia en navegación que participó en la regata Golden Globe organizada por el Sunday Times en Inglaterra en 1968. Dean maneja el concepto de sublime diciochesco y nos acerca a la idea de que las fuerzas de la naturaleza eran interpretadas como emblemas de emociones humanas de carácter turbulento e incontrolable.

Tacita Dean. De mar en mar

Tacita Dean. De mar en mar

Otras obras cinematográficas que componen la exposición y que a veces se completan con fotografías y libros de artistas son Delft Hydraulics (1996); Bubble House (1999), Teignmouth Electron (2000) y Amadeus (Swell Consopio) ( 2008).

En los últimos diez años, la creadora ha llevado las posibilidades de las películas más allá de las salas de cine y sus films se han mostrado en museos y galerías internacionales donde ha utilizado proyectores de 16 mm en bucle para crear un nuevo tipo de experiencia cinematográfica.

Rechaza siempre los diálogos y las técnicas convencionales de edición hollywoodiense y opta por tomas largas que socavan la acción y se detienen en la auténtica apariencia sin adulterar del entorno, del océano o el paisaje. Sus fuentes son la pintura y el cine: Friedrich, John Constable, Carl Theodor Dreyer o Antonioni. En su universo, los objetos y los paisajes actúan como metáforas de historias evocadas con imprecisión y las dilatadas tomas permiten al espectador rescatar de lo cotidiano un mundo psicológico que remite con melancolía al pasado.

La obra cinematográfica compone el grueso de la muestra, pero en ella también podemos ver dibujos de tiza sobre pizarra que comenzó a realizar en 1992, aún en su etapa de estudiante.

Aunque la crítica señala a Marcel Broodthaers o Joseph Beuys como sus referentes, estas obras surgen en principio por cuestiones de necesidad y contingencia, pues esas planchas constituían el único material que tenía entonces en su estudio. Estas piezas están íntimamente ligadas al mar, a a su movimiento constante y remiten también al pintor Cy Twombly, emblema del silencio.

Una de estas series es The Roaring Forties: Seven Boards in Seven Days, en la que se desarrolla un drama en siete actos con escenas que incluyen tormentas, un barco navegando a toda vela o marinos desarrollando las tareas de navegación. Las anotaciones de la artista nos hablan de cine: puntúa las escenas con frases como “vista aérea”, “fundido a negro” o “corte”.

Además, la exposición acoge dos obras inéditas: dos pizarras que la artista conservaba y que ha dibujado de nuevo en Santander, situándose a la entrada de la sala.

Dean es una gran defensora del formato analógico y participa en una campaña para “salvarlo”, que cuenta con una web en proyecto.

INFORMACIÓN RELACIONADA

Tacita Dean: retratos americanos. Nueva York, 08/05/2012

Tacita Dean, la próxima en las Turbinas. Londres, 11/10/2011

Tacita Dean: El garabato del fraile. Burgos, 22/03/2010


Comentarios