Rémy Zaugg, ensayo sobre la ceguera

El Palacio de Velázquez presenta la primera monográfica del suizo en España

Madrid,
Rémy Zaugg. Cuestiones de percepción
Rémy Zaugg. Cuestiones de percepción

Si hace unos días el Museo Reina Sofía inauguraba la antología de Ulises Carrión “Querido lector. No lea”, una exposición en la que los textos en hoja impresa cobraban gran importancia, ahora el MNCARS nos presenta en el Palacio de Velázquez otra monográfica de un artista no demasiado conocido en España, el suizo Rémy Zaugg, en la que los textos son también fundamentales, pero ahora en relación con la pintura. Sus obras ofrecen múltiples posibles percepciones: la pintura puede devenir texto y el texto, pintura, porque la tipografía y el cromatismo componen un continuum no cerrado.

La muestra, abierta al público en el palacio de El Retiro hasta el 28 de agosto, consta de diversas pinturas y obras sobre papel que, además de proponer vías para la materialización del lenguaje, proponen una reflexión sobre nuestra percepción de la obra de arte en función del espacio arquitectónico en que se nos presenta.

Rémy Zaugg. Mais moi je te vois (bleu), 1994-2000
Rémy Zaugg. Mais moi je te vois (bleu), 1994-2000

“Cuestiones de percepción” se titula precisamente este proyecto, que ha sido comisariado por Javier Hontoria y previamente ha podido verse en el Museum für Gegenwartskunst de la ciudad alemana de Siegen, y nuestras distintas vías de contemplación fueron el eje de las indagaciones de Zaugg a lo largo de sus cinco décadas de trayectoria, fundamentalmente como pintor, pero también como ensayista y arquitecto: para entender su obra podemos consultar su texto esencial El museo de arte de mis sueños, que formuló durante una conferencia con motivo del medio siglo del Kunstmuseum de Basilea, y en esta exhibición madrileña también podremos ver, en su apartado de documentación, sus estudios para una nueva ordenación de esa ciudad suiza o su proyecto para el campus universitario de Dijon.

Siendo estudiante, a comienzos de los sesenta, fascinó al joven Zaugg la obra de Barnett Newman Day Before One, por su cuestionamiento de los sistemas perceptivos, y bajo su influencia, en 1963, tomó una reproducción de La casa del ahorcado de Cézanne y la desgranó a través de palabras, sustituyendo el pincel por el bolígrafo y haciendo que la pintura tornara en escritura sin perder ninguna pretensión de rigurosidad: los procesos de Zaugg son siempre analíticos, metódicos.

En aquella serie, llamada 27 estudios perceptivos de un cuadro, trabajaría hasta 1968, y después la olvidó durante quince años hasta que comprendió la relevancia que aquel trabajo había adquirido en el conjunto de su carrera como reevaluación de sus dibujos iniciales: no se trata de una copia ni de una re-presentación, sino del análisis de todos los elementos de un cuadro para reconstituirlo desde el ámbito de la percepción.

Tampoco sabemos si leemos o contemplamos pintura en los dibujos A shift of paper (1973-1989), un nuevo estudio sobre el acto de mirar, esta vez mediante bocetos y apuntes en hojas de papel. En la serie contemporánea Para un cuadro (1986-1987) cuarenta pinturas de formato estándar donde las palabras aparecen sobre una superficie blanca y rugosa citan los elementos susceptibles de formar parte de un cuadro y también las expectativas que el creador pone sobre la obra. Si no surgiera la imagen a partir de estos elementos no sería un fracaso, porque el artista quiere reivindicar aquí que perseguir finalidades puede ser una tiranía.

Rémi Zaugg. Grabación de Projection, 1990
Rémi Zaugg. Grabación de Projection, 1990

Ya en los noventa, Zaugg (a quien hasta ahora solo habíamos podido conocer en nuestro país en un par de colectivas, en el MACBA y la Galería Elba Benítez) decidió abandonar lo pictórico, lo manual y el gesto para comenzar a trabajar en aluminio aplicando spray en piezas que, eso sí, subrayan de nuevo la relación entre color y lenguaje. En su serie De la ceguera, con las palabras Mira, soy ciego, que provocan un inevitable deslumbramiento y de ahí su título, reflexiona sobre cómo miramos en nuestra sociedad de excesos –excesos que invitan a la ceguera–  y se interpela de forma directa al espectador para que comparta, o no, esa sensación. En el caso de que no lo hiciera para Zaugg no sería un fracaso, porque este tipo de obras son también ensayos; no entiende como tal solo los escritos.

Rémi Zaugg. Cuestiones de percepción
Rémi Zaugg. Cuestiones de percepción

 

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