A punto el gran desembarco de Velázquez en Viena

El próximo 28 de octubre la Picture Gallery del Kunsthistorisches Museum vienés abrirá al público una amplia muestra dedicada a Velázquez, la mayor dedicada hasta la fecha al pintor sevillano (que sirvió a la Casa de Austria) en un país de habla alemana.

La exposición contará con obras fundamentales del genio barroco en todos los géneros que cultivó (pinturas mitológicas, de temática religiosa, bodegones, paisajes, retratos y estudios de animales). Dados los estrechos vínculos políticos y familiares entre los monarcas Habsburgo de Viena y Madrid durante el s XVII, entre las piezas mostradas en el Kunsthistorisches encontraremos un excepcional conjunto de retratos de Felipe IV, la infanta María Teresa y el Príncipe Felipe Próspero, obras que le valieron reconocimiento internacional. Los retratos de la Infanta con tres, cinco y ocho años de edad se le encargaron a Velázquez para formar parte de la dote nupcial de la infanta y forman parte de las colecciones del centro austriaco.

La reina doña Mariana de Austria (1651-1652, Prado) y la citada Infanta María Teresa, -hija del primer matrimonio del rey (1652-1653, Kunsthistorisches)- resultan muy semejantes en cuanto a sus caras y figuras, emparejadas por las extravagancias de la moda de entonces. Ejecutó Velázquez estas obras con pincelada suelta, sin definir detalles, forma y elementos decorativos del enorme guardainfante, ni los exagerados peinados y maquillajes. Consiguió, con la misma libertad de toques, hacer hincapié en la tierna vitalidad de los jóvenes infantes tras la rígida funda de sus vestidos.

En contraste, los últimos dos retratos de Felipe IV, copiados al óleo y al buril y expuestos en el Prado y la National Gallery, son bien distintos: bustos sencillos vestidos de trajes oscuros, informales e íntimos, que reflejan el decaimiento del rey. Hacía nueve años que no se le había retratado y él mismo dijo en 1653: No me inclino a pasar por la flema de Velázquez, como por no verme ir envejeciendo.

La exhibición vienesa incluirá obras de los propios fondos del Kunsthistorisches (que posee trece piezas de Velázquez, todas retratos), y préstamos de los citados National Gallery of Art de Londres y Museo del Prado o de la Fundación Focus-Abengoa, que cede Santa Rufina y La Inmaculada. Se mostrarán en Viena hasta el 15 de febrero de 2015, y después en el Museo del Louvre de París.

En estas mismas fechas del año anterior, la pinacoteca madrileña acogió trabajos cedidos por el Kunsthistorisches con motivo de la exposición “Velázquez y la familia de Felipe IV”, que analizó la actividad como retratista desarrollada por el autor de Las Meninas en sus últimos once años de trayectoria al servicio de este monarca.

El Kunsthistoriches Museum fue construido por el emperador Francisco José para albergar las colecciones artísticas de los Habsburgo. Si vais a viajar a la capital austriaca, no os perdáis su Kunstkammer, reabierta en marzo de 2013: acoge los fondos fechados entre la Edad Media tardía y el Barroco.