Mirar a Guston tras el asesinato de Floyd

El Museum of Fine Arts Boston muestra su obra más comprometida

Boston,

Fue el primer pintor americano en regresar a la figuración tras la era de posguerra y se le considera pionero en la vinculación de las Bellas Artes y la cultura popular. De formación autodidacta, Philip Guston alcanzó reconocimiento en la escena neoyorquina en la década de los cincuenta de la mano de Jackson Pollock, De Kooning y Mark Rothko y junto a ellos se convirtió en una de las grandes figuras del Expresionismo abstracto.

Ya a finales de los sesenta emprendió una fructífera etapa basada en el dibujo que culminaría en pinturas en las que buscó romper con la pureza de formas preconizada por el arte abstracto, introduciendo fragmentos de cuerpos o gruesas figuras completas; grandes cabezas, peludas piernas cortadas, zapatos o reminiscencias de puertas, paredes o bombillas que evocaban cómics de los años veinte.

Predominaban en ellas los tonos rosas, rojos o azules y la primera exposición de esas telas, brillantes por su sentido del humor anárquico y su plasmación de lo grotesco, tuvo lugar en 1970 y provocó un auténtico escándalo: muchos críticos acusaron al artista de traicionar los principios de la abstracción. La supuesta pulcritud de este movimiento tenía, en realidad, poco que ver con su idea de la pintura: preocupaba a Guston la importancia suprema dada a ese estilo, que se había convertido, en su opinión y en aquel momento, más en una ideología que en un método.

Precisamente los setenta fueron el periodo en el que se entregó a sus preocupaciones emocionales, políticas y psicológicas: prácticamente todas sus figuras eran un autorretrato y el artista aparecía en ellas durmiendo, comiendo, bebiendo, pintando… desapareciendo el refinamiento en favor del humor y la ampulosidad.

Philip Guston. Tower, 1970. Cortesía Hauser & Wirth
Philip Guston. Tower, 1970. Cortesía Hauser & Wirth
Philip Guston. Couple in Bed, 1977
Philip Guston. Couple in Bed, 1977. Cortesía Hauser & Wirth

Hasta el próximo septiembre, el Museum of Fine Arts Boston presenta, en colaboración con la National Gallery of Art de Washington, el Museum of Fine Arts Houston y la Tate Modern de Londres, “Philip Guston Now”, una antología que subraya la vertiente más comprometida de su producción y que incide en que, en sus cincuenta años de carrera, nunca dejó Guston de cuestionar los roles de cualquier creador ante su tiempo, las relaciones entre arte e injusticia.

Cuenta la muestra con un centenar de pinturas y dibujos procedentes de colecciones públicas y privadas, trabajos a veces bien conocidos y, en otras ocasiones, apenas vistos; no faltan lienzos de los treinta que nunca se habían expuesto al público, otros que formaron parte de una innovadora exhibición que le brindó Marlborough en 1970, una sorprendente variedad de piezas de pequeño formato que realizó entre 1968 y 1972 y una poderosa selección de obras de gran formato, algunas un tanto apocalípticas, de fines de los setenta que componen su última declaración artística importante.

Philip Guston. Gladiators, 1940. The Museum of Modern Art
Philip Guston. Gladiators, 1940. The Museum of Modern Art

Animadas por múltiples contradicciones, estas imágenes de Guston nos resultan profundamente ambiguas, definidas tanto por lo que él llamó la “brutalidad del mundo” como por la alegría palpable que sabemos que experimentaba en el proceso de pintar en sí. Muchas de ellas aluden a asuntos en su tiempo candentes, como la supremacía blanca y el racismo en su país, el antisemitismo y la violencia: se han reunido en Boston múltiples pinturas de socios del Ku Klux Klan encapuchados, los citados miembros amputados y enigmáticas escenas de lucha; sin embargo sus significados pueden resultar hoy indeterminados: en su conjunto y en el contexto de esta exposición, sus trabajos nos desafían a reinterpretarlos desde una óptica personal, ligada a nuestra experiencia y nuestro tiempo.

Los cuatro centros responsables del proyecto y sus comisarios (Megan Bernard, Ethan Lasser, Kate Nesin y Terence Washington) decidieron posponer su apertura, prevista para junio de 2020, a raíz del asesinato de George Floyd, con el objetivo justamente de reformular sus mimbres a la luz de lo que un comunicado de prensa llamó las “urgencias del momento” y pese a las discrepancias de muchos. Aquellas “urgencias” quedaron insertas en la larga historia de discriminaciones a las que Guston aludió en su obra, generando algunos cambios en el planteamiento expositivo con los que han procurado profundizar en el acercamiento entre esa mirada del autor y las inquietudes y el presente de los visitantes.

Advierten, igualmente, los responsables de estas instituciones que son muy conscientes de que no es esta una revisión definitiva de la producción del pintor y que, del mismo modo que su obra ofrece lecturas abiertas, el trabajo curatorial aún no ha terminado. Por eso el público puede compartir sus pareceres en la web del MFA, pinchando en la pestaña Share your Thoughts.

Philip Guston. Head I, 1965. Cortesía Hauser & Wirth
Philip Guston. Head I, 1965. Cortesía Hauser & Wirth
Philip Guston. Web, 1975
Philip Guston. Web, 1975

 

“Philip Guston Now”

MUSEUM OF FINE ARTS BOSTON

Avenue of the Arts

465 Huntington Avenue

Boston

Del 1 de mayo al 11 de septiembre de 2022

 

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