Paloma Navares, Ana Prada y Ana Frechilla abren la nueva temporada en el MUSAC

El centro también revisa la trayectoria de la galería leonesa Tráfico de Arte

León,

Sumido en un 15º aniversario condicionado por circunstancias extraordinarias, el MUSAC leonés abrió el pasado sábado su nueva temporada expositiva, que, en la línea el conjunto de su programación en este 2020, busca favorecer la puesta en valor y la visibilización de la labor del propio centro en su contexto cercano. Las muestras que desde este fin de semana podemos visitar en el espacio dirigido por Manuel Olveira están dedicadas a tres artistas de Castilla y León y de distintas generaciones: Paloma Navares, Ana Prada y Ana Frechilla, y también a recordar la trayectoria de la extinta Galería Tráfico de Arte, en este caso a través de una colectiva.

Esta sala surgió y se consolidó en los noventa de la mano de Carlos de la Varga y logró generar desde sus comienzos estrechos lazos con la ciudad y también con sus artistas e instituciones cercanas; ese era de hecho su propósito, más allá de las convenciones del mercado. Al calor de su actividad nacieron proyectos como El hall transformado, Acción Pública, El espacio inventado o el Centro de Operaciones Land Art El Apeadero; también ediciones y debates.

La galería organizó exposiciones y acudió a ferias hasta 2007 y de sus casi veinte años de historia da cuenta “Tráfico de Arte. Galería, ciudad y periferia”, exposición comisariada por Jesús Palmero que cuenta con numerosa documentación y con un centenar de obras de artistas ligados a la sala, entre pinturas, instalaciones, esculturas, fotografías o vídeos de autores como García-Alix, Ignacio Llamas, Antonio Murado, Néstor Sanmiguel Diest, Valcárcel Medina o Daniel Verbis. Se ha buscado ofrecer una mirada actual y alejada del historicismo de aquella labor pionera, que fue claro caldo de cultivo de la que desde 2005 lleva a cabo el MUSAC.

Tres ámbitos temáticos articulan la exhibición (galería, ciudad y periferia); los dos últimos analizan la relación de Tráfico de Arte con su entorno urbano y con la naturaleza y el primer recuerda cómo acogió destacadas prácticas conceptuales, experiencias performativas, instalaciones y muestras fotográficas y conjugó las propuestas de creadores nacionales e internacionales consolidados con las de una emergente escena artística provincial.

Vista de "Tráfico de arte. Galería, ciudad y periferia". MUSAC
Vista de “Tráfico de arte. Galería, ciudad y periferia”. MUSAC

La exhibición centrada en Paloma Navares tiene desarrollo retrospectivo y ha sido coproducida con el Servicio de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza. Repasa la producción de la burgalesa desde fines de los setenta: su utilización de las nuevas tecnologías y de elementos cercanos, su manejo del espacio y la luz y la integración de diversas técnicas en sus proyectos. “El vuelo. 1978-2018” consta así de una treintena de fotografías, vídeos, instalaciones, esculturas, objetos y collages dedicados a la mujer y a sus roles sociales ligados a costumbres y tradiciones y también al cuerpo femenino como motivo de representación y símbolo de fragilidad. Busca asimismo ahondar en los mecanismos de construcción de la imagen, en las derivas del apropiacionismo y en nuestra relación con la naturaleza.

En lo formal, en palabras de la artista, le interesan la integración de elementos, el ensamblaje, la hibridez, la propuesta de múltiples lecturas, la contraposición de formas y significados. Los elementos y materiales que se incorporan a las instalaciones, o a los objetos, llevan su propia información y adquieren a la vez un significado subordinado a la luz y al contexto en el que se establecen. La mayoría de esos elementos son de uso cotidiano, de elaboración industrial: estanterías, cortinas, espejos, perchas, bolsas, álbumes, cadenas, ganchos, etc… y se adhieren al significado de la imagen, generalmente trazada sobre papel fotográfico.

Paloma Navares. Venus. Los labios pintados, 1991. Colección de la artista. © Paloma Navares. Vegap, 2020
Paloma Navares. Venus. Los labios pintados, 1991. Colección de la artista. © Paloma Navares. Vegap, 2020

La exhibición dedicada a Ana Prada lleva por título “Todo es otro” y también estudia su carrera, iniciada en su caso en los noventa. Entre las once piezas de las que consta la muestra encontraremos dos esculturas realizadas específicamente para el MUSAC y también una intervención que se relaciona con la arquitectura del centro, a cargo de Tuñón y Mansilla.

El apropiacionismo, la transformación y la resignificación de objetos tomados del ámbito doméstico son los recursos creativos que utiliza esta artista zamorana para elaborar estructuras geométricas complejas, en ocasiones de escala monumental, que nos invitan a reflexionar sobre el objeto cotidiano como sujeto escultórico y sobre el rol del volumen, la medida, la simetría y la solidez de los materiales en nuestra percepción del espacio. Propiciando descubrimientos, y acercándose al terreno de lo absurdo, cultiva la complicidad del espectador, sorprendiéndole al mostrarle en la cercanía cucharas o botes de plástico donde, de lejos, divisaba retículas o cubos.

El título de la exhibición hace referencia al estudio de Prada de la otredad: En el juego complejo de implicaciones mutuas que es la comunicación siempre nos olvidamos de la verdadera inestabilidad de las cosas y los significados. Busco establecer una comunicación defectuosa que deje sumido al receptor en un estado de incertidumbre o doble comprensión respecto a qué clase de mensaje es el que se presenta. Este empeño irresistible esta basado en mi fascinación por “el otro”, considerado siempre como algo diferente, aquello que es otro frente a la idea de ser considerado algo. Es mi determinación y deseo servirme de esta inestabilidad de los signos para atraer al otro, controlar su mirada, provocar su curiosidad y, en última instancia, transformarlo en un voyeur.

Ana Prada. Seis sólidos blancos, 2020. Producción MUSAC
Ana Prada. Seis sólidos blancos, 2020. Producción MUSAC

Por último, la exposición de la joven palentina Ana Frechilla llega al MUSAC tras ser parte de su convocatoria Laboratorio 987. “Intervalo lúcido. Consciencias del espacio” forma parte de una investigación de la artista iniciada en 2017 sobre la relación de la industria del armamento en Castilla y León; en este caso, ha prestado atención a la biodiversidad del Páramo de Masa burgalés tras la fabricación allí de explosivos militares. Este proyecto lo inició en la Fábrica de Armas de Palencia (Santa Bárbara).

Ana Frechilla. "Intervalo lúcido. Consciencias del espacio", 2020. MUSAC
Ana Frechilla. “Intervalo lúcido. Consciencias del espacio”, 2020. MUSAC

 

 

“Tráfico de Arte. Galería, ciudad y periferia”

Del 31 de octubre de 2020 al 16 de mayo de 2021

“El vuelo. 1978-2018”

Del 31 de octubre de 2020 al 28 de febrero de 2021

“Todo es otro”

Del 31 de octubre de 2020 al 28 de febrero de 2021

“Intervalo lúcido. Consciencias del espacio”

Del 31 de octubre de 2020 al 7 de marzo de 2021

 

MUSAC

Avenida de los Reyes Leoneses, 24

León

 

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