Donde radica la realidad

Es Baluard estudia la figuración joven en Baleares

Palma de Mallorca,

 

Nicholas Woods. Ghost Ryder, 2010, Es Baluard
Nicholas Woods. Ghost Ryder, 2010, Es Baluard

Este fin de semana Palma de Mallorca celebra una nueva edición de su ya consolidada Nit de l´ Art, con inauguraciones conjuntas en las galerías de la ciudad y también en Es Baluard: el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de la capital balear abre hoy al público una muestra colectiva, articulada a partir de sus colecciones, en la que plantea un estado de la cuestión de la figuración en Baleares a partir de obras de artistas nacidos entre las décadas de los setenta y los noventa.

La comisarían Biel Amer, Soad Houman y Catalina Joy, puede visitarse hasta enero de 2020 y consta de diecinueve obras fechadas desde 2007: pinturas, fotografías, instalaciones, performances y vídeos que tienen en común ese estilo figurativo pero que, por lo demás, despliegan una amplia variedad de temas, como las esencias individuales, los roles de género, el medio urbano, las tensiones y conflictos propios de nuestro tiempo o el funcionamiento del sistema del arte.

Biel Amer recuerda que el nouveau réalisme puso nombre, a finales de los sesenta en Francia, a artistas que se alejaron por completo de la pintura realista convencional para dar primacía absoluta a la figura humana y a su realidad despojada, entablando así un diálogo directo con el espectador que escapaba a la figuración pop, entonces en auge. Y que a partir de ese nuevo realismo surgieron muy variadas manifestaciones plásticas, desde Fluxus y su cercanía a las nuevas tecnologías hasta el arte povera, pasando por otros movimientos que comenzaron siendo locales para terminar expandiendo su influencia, en los setenta y ochenta.

Con aquel legado emparentan, de forma más o menos explícita, los trabajos de estas nuevas generaciones de artistas, nacidos en tiempos en que la realidad parece un ente con múltiples caras en el que es difícil creer. Ni reivindican ni tienen voluntad de revisar las formas de realismo pasados, pero sí parten parcialmente de ellas a la hora de expresar las experiencias del hoy desde la figuración. Y Es Baluard los muestra sin atender a criterios cronológicos.

El uruguayo Marcelo Viquez propone en sus dibujos de cuervos una revisión, conforme a parámetros “clásicos” e incorporando alusiones a Poe, Hitchcock o Corman, de las visiones plasmadas en tinta china sobre papel y Olimpia Velasco, en Pulsión nómada, muestra una figura humana en huida sin aparente meta, valiéndose del dibujo, de resina, poliéster y laca.

Olimpia Velasco. Pulsión nómada, 2018. Colección Ayuntamiento de Inca
Olimpia Velasco. Pulsión nómada, 2018. Colección Ayuntamiento de Inca

Por su parte, Nicholas Woods, en su pintura Ghost Ryder, muestra un ciclista recorriendo una Sóller en aparente estado de ruina, rodeado de una luz que casi invisibiliza lo que toca, y Joan Morey, activista y performer, presenta en Es Baluard Tour de Force, un proyecto en el que busca incitar a la reflexión sobre los estigmas que aún rodean a los enfermos de sida.

Joan Morey. Tour de force, 2017. Coproducción de CCCB y Fundación Han Nefkens
Joan Morey. Tour de force, 2017. Coproducción de CCCB y Fundación Han Nefkens

Núria Marqués considera que la realidad tiene origen en los sueños (o en el insomnio) y dota de ternura a esos mundos paralelos en las series de dibujos que componen The unfairy tales, con inspiración en mitos japoneses; Diana Coca plantea en Voluntary Martyrdom una performance sobre la dominación y su representación y José Fiol recupera en su pintura To lose a performance meter in an anonymous painting personajes y hechos olvidados: a los diez artistas que en 1995 participaron en China en una performance reconvertida en mercancía artística.

José Fiol. To lose a performance meter in an anonymous painting, 2019. Colección particular
José Fiol. To lose a performance meter in an anonymous painting, 2019. Colección particular
Tomás Pizá. Arco mediterráneo 04, 2019.
Tomás Pizá. Arco mediterráneo 04, 2019.

Tomás Pizá, como Calvino, se ha inspirado en la ciudad moderna y en sus predominantes desechos en la pintura Arco mediterráneo (dejando espacio a posibles paraísos en la autovía), Cati Cànoves plantea una síntesis de todas las actitudes humanas en otra pintura, El viatge de Leah, y Daniel Loves The Sodomites ofrece una de sus estudiadas puestas en escena en una hedonista Danza macabra.

Irene de Andrés, en Pokoj s vyhledem na more, nos invita a contemplar una enigmática habitación vacía aparentemente cercana al mar: la pintó en la República Checa, en una ilusoria atmósfera, y Joan Bennàssar Cerdà se ha referido a la masificación turística y sus efectos en The sun is gone but we still have the view.

Por último, Marta Pujades ha llevado a Es Baluard Nosaltres, conjunto fotográfico de siete retratos a medio hacer a los que parece faltar un último disparo: lo ha logrado instalando dos flashes montados con trípode y paraguas, conectados a sensores de presencia que se activan cuando el espectador se acerca para mirar su obra. Y de Albert Pinya veremos la instalación Coreografía de artefactos pictóricos frente a dos personajes observando un frenesí, específica para esta ocasión. Consta de ocho esculturas que expresan el muy peculiar mundo creativo propio del artista.

Irene de Andrés. Pokoj s vyhledem na more, 2011
Irene de Andrés. Pokoj s vyhledem na more, 2011
Marta Pujades. Nosaltres, 2019
Marta Pujades. Nosaltres, 2019

 

“On rau la realitat?”

ES BALUARD. MUSEU D´ ART MODERN I CONTEMPORANI 

Plaça Porta Santa Catalina, 10

Palma de Mallorca

Del 20 de septiembre de 2019 al 12 de enero de 2020

 

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