Núria Güell lleva su "Patria y Patriarcado" al MUSAC

León, 27/06/2018

El pasado 9 de junio, el MUSAC leonés estrenó cinco exposiciones, las que podremos ver allí hasta otoño: ya os hemos hablado de las dedicadas a Hessie y Juan Dávila y hoy es el turno de “Patria y Patriarcado”, la propuesta de la artista gerundense Núria Güell. Recoge vídeos que registran seis obras –una de ellas inédita y creada específicamente para esta muestra– en las que reflexiona sobre los conceptos que le sirven de título: sobre naciones y hombres.

Decimos que lo que en el MUSAC vemos es el registro de los trabajos porque, como sabéis quienes permanecéis atentos a la carrera de Güell, a ella no le interesa la obra de arte como objeto y tampoco crea pensando en exhibir sus proyectos en los espacios de exposición usuales: le interesa apelar al espectador mientras los desarrolla, de modo que el público no solo no sea un observador más o menos pasivo o activo que pueda activar o no propuestas, sino que sea parte esencial de las mismas, participando de un cambio de roles. Al tratarse de personas a menudo ajenas a la esfera artística, se establecen previamente con claridad las condiciones de la producción y la artista les explica cuidadosamente las reflexiones, normalmente de índole político, que desea plantear, porque es importante que las inquietudes sean compartidas.

Dado que en el espacio del museo y en el contexto de una exposición, ese planteamiento por completo participativo no suele ser viable –al margen de que en sus salas puedan desarrollarse iniciativas muy concretas, como La feria de las flores, por la que jóvenes víctimas de la prostitución efectuaron sus propias visitas guiadas en el Museo de Antioquía– la artista ha elegido esta vez, junto a la comisaria Araceli Corbo, prescindir de los objetos artísticos (en forma de documentación textual y fotografías) que suelen acompañar las muestras de los autores vinculados al arte de acción y la performance. Presenta en León únicamente vídeos, que testimonian sus acciones pero que nos acercan a ellas a un nivel más vivo y cercano; su visionado requiere una actitud más activa que las fotos o esquemas, y también más tiempo.

Exposición de Núria Güell en el MUSAC — Núria Güell. Vista de la exposición “Patria y Patriarcado” en el MUSAC

Cinco de ellos se han dispuesto en un montaje que no establece jerarquías y el sexto, De putas. Un ensayo sobre la masculinidad, que es el creado especialmente para el MUSAC, se presenta en gran formato. Todos ellos, como es común a la producción de Güell, cuestionan lo consensuado, plantean la ética de las convenciones sociales y ponen de relieve los mecanismos de lo político para introducirse en la esfera subjetiva e individual. Sus balas se dirigen, en este caso, al patriotismo y al poder masculino.

El vídeo más temprano se fecha en 2008, y el más reciente este mismo año. Hace diez años comenzó a trabajar Güell en Ayuda Humanitaria: se ofreció a casarse (y se casó) con el cubano que le escribiera la carta de amor más bella. Fue Yordanis, que ahora es su exmarido, pero que en su momento obtuvo a cambio de la maniobra, y aún la mantiene, la nacionalidad española. Así la artista mezcló amor y control migratorio; además, tres prostitutas fueron jurado del premio.

De 2009 data Aportación de agentes del orden, un proyecto que también realizó en Cuba. Invitó a la inauguración de la exposición en La Habana a policías que la piropeaban de forma machista en la calle. Una vez en la sala, los agentes no se encontraron con ella, que no acudió, sino con el registro telefónico de sus acercamientos.

También están presentes en el MUSAC el vídeo de La Feria de las Flores (2015-2016), que recoge las visitas guiadas que ofrecieron jóvenes explotadas menores de edad por las obras de Fernando Botero en el citado Museo de Antioquía; el dedicado a Apátrida por voluntad propia, el proyecto en el que Güell intentó, sin éxito, despojarse de cualquier nacionalidad (entendiéndola como huella identitaria impuesta) y el de Afrodita (2017), la historia de su petición a un museo español de que destinase los fondos previstos para la producción de una muestra a los pagos de las cuotas de la Seguridad Social de la artista durante siete meses (los que es necesario haber cotizado para obtener las prestaciones de una baja maternal).

Por último, en De putas. Un ensayo sobre la masculinidad, Güell pidió a varias prostitutas que le contasen su opinión personal sobre los hombres, basándose en su propia experiencia. Sus testimonios se proyectan en loop (el museo, no la autora, advierte de que pueden herir sensibilidades).

Como veis, Güell se sirve de los privilegios de su condición de española y europea, de los vacíos legales, de la complicidad de museos, activistas y personas anónimas que comparten sus opiniones… para sugerirnos que nos rodea, o nos atrapa, un lodazal. Ella no se limita a señalarlo, lo vive.

Las últimas dos exhibiciones que hace veinte días abrió el MUSAC son “Refugio frente a la tormenta. Miradas al exilio desde la Colección MUSAC” y “Marta PCampos. 1914-2014”. La primera explora la presencia del desarraigo y sus consecuencias, en forma de melancolía y extrañamiento, en obras de una quincena de artistas contemporáneos representados en los fondos del centro leonés. Se han estructurado en tres líneas: las que señalan las esperanzas puestas en la marcha del lugar de origen; las que, una vez evaporados los sueños, expresan anhelo por lo perdido, y las que remiten al exilio impuesto como castigo al diferente. Entre sus autores encontramos a Chus Gutiérrez, Diango Hernández, Isaac Julien, Rogelio López Cuenca, Ángel Marcos, Shirin Neshat, Thomas Ruff o el recientemente fallecido Darío Villalba.

La propuesta de Marta PCampos, seleccionada en la convocatoria abierta de forma permanente 987, se dedica a las palabras en desuso. En el Proyecto Vitrinas podemos contemplar los frutos de la investigación de esta artista sobre los términos que, en el último siglo, se han despedido del diccionario.