Non finito: maneras de mirar el fragmento

El Museo Nacional de Escultura de Valladolid profundiza en el arte de lo inacabado

Valladolid,

Con intención de omisión, por destrucción provocada o paso del tiempo, han sido muchas las obras de arte de todas las épocas que han llegado a nuestros días inacabadas, pero fue en el Renacimiento cuando se descubrieron sus posibilidades estéticas y en los siglos XIX y XX cuando las tradiciones clasicistas, que buscaban la unidad dentro de la variedad, perdieron definitivamente vigencia frente a la atracción por lo no completo, lo no cerrado. En aquel cambio de mentalidad tuvieron mucho que ver los hallazgos de ruinas antiguas en las excavaciones emprendidas en el siglo XVIII, especialmente en Italia: las piezas encontradas eran, en ocasiones, obras maestras aunque no se conservaran sin mácula; se habían llevado a cabo conforme a criterios de armonía y completud, pero el transcurso de los siglos las había fragmentado y en torno a ellas se generó un hondo debate estético que tuvo su centro en Roma.

Si, por un lado, evocaban la grandeza del pasado, quizá pudiendo suscitar nostalgia, por otro aquellas imágenes ponían en evidencia lo arbitrario de las antiguas normas como cánones únicos a la hora de crear un arte admirable. El siguiente paso en el camino hacia la valoración de lo fragmentario sería la elaboración de trabajos concebidos desde el principio como tales fragmentos.

José Manuel Ballester. Fantasía italiana. Serie Espacios ocultos, 2012. Fundación Ernesto Ventós-colección olorVISUAL
José Manuel Ballester. Fantasía italiana. Serie Espacios ocultos, 2012. Fundación Ernesto Ventós-colección olorVISUAL

El Museo Nacional de Escultura de Valladolid acoge, hasta enero de 2022 y en colaboración con la Fundación “la Caixa”, la muestra “Non Finito. El arte de lo inacabado”, que cuenta con algo menos de un centenar de obras no acabadas por motivos diversos, incluyendo el haber sido así concebidas desde un inicio. Se fechan en todas las épocas, ya han pasado por CaixaForum Palma y el año que viene recalarán en CaixaForum Zaragoza.

Este proyecto es una exposición de tesis, comisariada por María Bolaños, en la que las distinciones entre clásicos y modernos pierden peso ante la contundencia de la expresividad de las formas fragmentarias, en las que como espectadores contemporáneos, por numerosos factores, encontramos una autenticidad y emoción particulares. En palabras de Bolaños, la obra incompleta, rota o abocetada, que descubrimos en la sala de un museo se gana nuestra estima con un centelleo especial, porque es más favorable a la sorpresa y a las conexiones inesperadas, a las miradas menos permanentes, como si encerrase un secreto que se nos escapa, pero que despierta nuestro apetito de saber más, de adentrarnos y comprender.

La obra incompleta, rota o abocetada, que descubrimos en la sala de un museo se gana nuestra estima con un centelleo especial, porque es más favorable a la sorpresa y a las conexiones inesperadas.

Antes del siglo XVI solo eventualidades ajenas al autor explicaban que una pieza quedara sin terminar y, en cualquier caso, la circunstancia se entendía, sino como una falta, como un fracaso; fueron Miguel Ángel, Leonardo da Vinci o Tiziano quienes harían del non finito una categoría autónoma e incipientemente valiosa. Las razones de que la tumba de Julio II del primero quedara inconclusa fueron fortuitas, pero es muy probable que, dado lo prolongado de sus trabajos, Buonarrotti meditara, al hilo de este sepulcro, sobre la trascendencia de lo no acabado; hoy lo consideramos, por algunas de sus esculturas, padre de esa noción de non finito, que implicaría en su caso el hecho de que las formas incompletas albergaran la esencia misma de la obra, perfección en su imperfección.

Alonso Berruguete. San Jorge, 1526-1532. Museo Nacional de Escultura
Alonso Berruguete. San Jorge, 1526-1532. Museo Nacional de Escultura

Seis secciones articulan el recorrido de esta exhibición y la primera, El encanto de los comienzos, busca introducirnos justamente en los talleres de los artistas para entender la peculiar emoción de los preliminares, la curiosidad por lo que aún no es. Abreviaturas pone el acento en aquellos creadores que se desviaron voluntariamente de la convención de lo acabado para elegir la factura libre, opción que venerarían los románticos y Babel. La imaginación del desastre se zambulle en el pozo abierto entre los afanes de grandeza de los autores que ansían la perfección y la frustración ante su inevitable derrota en el desafío.

La cuarta sección acoge obras concebidas como lugares abiertos, sin principio ni fin y susceptibles de transformación; La erosión se centra en aquellas inacabables a consecuencia del paso del tiempo y las heridas que produce y, por último, En el Alef. Lo infinito se habla de este concepto como motor creativo y como categoría estética.

Max Bill. Superficie sin fin para tres posiciones, 1974-1975. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Max Bill. Superficie sin fin para tres posiciones, 1974-1975. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

Entre los artistas representados en “Non Finito” figuran Joseph Beuys, David Hockney, Rembrandt, Antonio López, El Greco, Ingres, Francisco Salzillo, Pablo Gargallo, Antoni Gaudí, Dora Maar, Max Ernst, Marcel Duchamp, Marc Chagall, Eduardo Chillida, Brassaï, Ignasi Aballí, Alonso Berruguete, Hiroshi Sugimoto, Joan Fontcuberta o William Kentridge. También Sorolla, del que veremos su última obra, un retrato de Mabel Rick, esposa del escritor Ramón Pérez de Ayala, que el valenciano no puedo acabar: mientras la estaba pintando una mañana de julio, en su jardín, sufrió un ataque que le impidió volver a trabajar. La exhibición también estudia literatura y cine no acabados, por eso la habitan igualmente Robert Walser, Georges Perec, Fritz Lang o Fellini.

Joaquín Sorolla. Retrato de Mabel Rick, Señora Pérez de Ayala, hacia 1920. Museo Sorolla
Joaquín Sorolla. Retrato de Mabel Rick, Señora Pérez de Ayala, hacia 1920. Museo Sorolla

 

 

“Non finito. El arte de lo inacabado”

MUSEO NACIONAL DE ESCULTURA

C/ Cadenas de San Gregorio

Valladolid

Del 23 de septiembre de 2021 al 9 de enero de 2022

 

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