Nairy Baghramian, el aliento de la periferia

La artista iraní presenta su intervención en el Palacio de Cristal

Madrid,
Nairy Baghramian. "Breathing Spell". Palacio de Cristal, 2018
Nairy Baghramian. “Breathing Spell”. Palacio de Cristal, 2018

Instaladas en las columnas del Palacio de Cristal del Parque del Retiro, sobre su suelo y en la parte exterior de su cubierta, reciben al visitante formas orgánicas elaboradas con resinas, acero, cuero y siliconas. Por su aspecto inacabado, por presentar cavidades y protuberancias y por conformar entre sí arterias, pueden evocar nuestra fisiología interna, pero también remiten a elementos arquitectónicos habitualmente camuflados en la construcción, piezas que son en ella imprescindibles pero no reciben miradas una vez que cumplen su función. Quizá, solo al contemplarlas descontextualizadas podamos ser conscientes de su importancia a la hora de componer estructuras.

Estas obras, con ciertos ecos a las disfuncionalidades de Picabia o las construcciones de El Lissitzky, componen el último proyecto específico que el Museo Reina Sofía presenta en el Palacio y la que es, también, la primera muestra en nuestro país de la artista iraní Nairy Baghramian, que en los últimos años ha presentado su obra en numerosos museos europeos, del SMAK de Gante a la Fundación Serralves de Oporto pasando por la Bienal de Venecia de 2011 o la Documenta 14, y que viene sirviéndose de conceptos y estéticas tomados de diversas etapas de la historia del arte para referirse a cuestiones vinculadas al feminismo o la abstracción, pero sobre todo a la funcionalidad y la ornamentación, por lo que sus intereses se adaptan muy bien a las posibilidades que un espacio como el del Retiro podía ofrecerle.

Esas referencias artísticas (en este caso fundamentalmente surrealistas y minimalistas, vinculadas tanto al minimal art teatral y transformador de espacios que no tiene sentido sin el espectador como a esa otra corriente del movimiento que subraya las huellas de la actividad artística en los trabajos acabados) las aborda desde la subjetividad y subrayando esta, tomando el cuerpo humano, delicado y vulnerable, como punto de partida para desmontar y recombinar sus elementos y acercarlos al lenguaje del diseño de interiores, sin restar a sus piezas una apariencia de fragilidad que las hace ambiguas. Están tan cercanas a la blandura de la piel como a la dureza de la prótesis.

Y esa delicadeza se manifiesta igualmente en el planteamiento de este proyecto, y en el montaje que la artista ha elegido: como ha subrayado hoy Borja-Villel, estas obras se crearon teniendo en cuenta, desde su planteamiento inicial, el lugar en el que se iban a mostrar, pero no se imponen a él, simplemente -sin simpleza- lo subrayan al igual que, a nivel sintáctico, un complemento completa a un verbo.

En la producción de Baghramian, que apunta tesis pero no pontifica, es importante prestar atención a los títulos: la muestra del Palacio de Cristal se llama “Breathing Spell”, y en sí misma esa expresión también contiene cierto juego de dobles sentidos. Puede aludir a un momento de suspenso en nuestra respiración, ese instante a medio camino entre la inspiración y la espiración que en los bebés siempre parece un riesgo y les causa palidez morada cuando no culmina, un intersticio entre dos opciones, en definitiva; pero también puede referirse a un respiro, ese que el parque y los museos –y el espacio concreto del Palacio de Cristal, más propicio a lo sensorial que a lo institucional– invitan a tomarse en la ciudad y que no tiene que ver con el mero descansar del trabajo sino con el placer mental.

Baghramian ha explicado que presentar su obra en el palacio ha tenido para ella tanto de magia como de reto, por la complejidad de trabajar en un espacio de cristal en el que el diálogo entre lo interior y lo exterior es continuo; una estructura sumamente frágil y llena de significado cuya piel son cristal, metal y bisagras.

El hecho de que no encontremos piezas en su zona central se debe a la voluntad fundamental de la artista –mantenida en su carrera y no solo en este caso– de trabajar desde la periferia, enfoque en el que ha querido situarse al sumarse en esa conversación entre el adentro y el afuera que, en su opinión, implica promesas incumplidas de expectativas, del interior hacia el exterior. Los materiales y los colores que ha utilizado en sus esculturas se encuentran ya, en parte, en el edificio, pero en sus obras son más sucios y menos brillantes y subrayan, de cara al observador, la estructura básica del palacio, esos elementos que suelen pasarnos desapercibidos, ocultos bajo otros por antiestéticos, y que cuentan con existencia autónoma, aunque den sentido al conjunto cumpliendo una función en red. Tiene mucho este “Breathing Spell” de reflexión sobre las relaciones de dependencia en más de una dirección y sobre lo que ocurre cuando se visibiliza lo invisible.

Nairy Baghramian. "Breathing Spell". Palacio de Cristal, 2018
Nairy Baghramian. “Breathing Spell”. Palacio de Cristal, 2018

 

 

Nairy Baghramian. “Breathing Spell”

PALACIO DE CRISTAL. PARQUE DEL RETIRO

Parque del Retiro

Madrid

Del 17 de mayo al 14 de octubre de 2018

 

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