Pop Art / Arte pop
El Pop Art surgió como reacción al Expresionismo Abstracto a partir, fundamentalmente, de un cambio de fuentes: el Surrealismo de aquel se sustituyó por el Dadaísmo y su interés por las fronteras del arte, y sobre todo por Duchamp, el primer artista en exponer objetos cotidianos, fabricados en serie, en galerías o museos.
También se considera a Yves Klein precursor del Pop por su uso de la monotonía y la indiferenciación, que lo emparenta a Warhol; pero resultaron vitales para el nacimiento del Pop las anteriores experimentaciones con las posibilidades del collage, inventado por los cubistas para explorar las diferencias entre realidad y representación. Dadaístas y surrealistas ampliaron el potencial de esta técnica, que en la postguerra evolucionó hacia el arte del assemblage, que permitía crear arte a partir de elementos preexistentes y diversos entre los que se establece relación.
El nacimiento del Pop tuvo mucho que ver con la cultura inglesa y estadounidense posterior a 1945: se cree que el movimiento comenzó en el Reino Unido y creció a partir de los debates del Independent Group en el ICA sobre la nueva cultura urbana en Estados Unidos, debates en los que se cuestionaba la solemnidad romántica del arte inglés de los 40.
El pop convirtió la trivialidad en un tema digno de tratamiento estético y la monumentalizó mediante la técnica de la ampliación y reflejando los iconos de la cultura de masas de forma inteligente y crítica. Pese a su impulso populista, el estilo se orientó a partir de la reivindicación de Duchamp de que el arte debía ser, ante todo, inteligente. Aunque los temas son banales, los medios estéticos solían ser sofisticados.
Fue un arte de reflexión crítica, sin prejuicios ni por parte de los artistas ni por la de la audiencia.
Los artistas pop americanos, más pragmáticos, se inspiraron en la publicidad; en Inglaterra, predominó la representación de los símbolos de la producción y el consumo de masas. Unos y otros buscaron un arte tan vital y diverso como la vida contemporánea y abrieron las puertas entre creación y vida cotidiana, entre arte y kitsch, con el fin de crear obras accesibles a todas las capas sociales.