Matadero Madrid avanza su estrategia y líneas de actuación para la temporada 2018-2019

Matadero Madrid, el espacio cultural más alternativo y el que cuenta, posiblemente, con la programación más transversal de la ciudad, se define como “un centro para la creación y producción cultural en el que se dan cita todas las formas de investigación y expresión artísticas contemporáneas: las artes visuales, escénicas y preformativas, el diseño, la literatura, la cultura digital, la arquitectura, y otras muchas prácticas creativas de difícil categorización”.  Aunque esta idea haya planeado siempre sobre la compleja estructura de este gran espacio, que es un proyecto cultural pero también social, e incluso vecinal, la realidad es que muchas veces y desde diferentes ámbitos se ha percibido que a pesar de sus enormes posibilidades la cosa allí nunca ha terminado de cuajar. Parece que ahora, con Rosa Ferré al frente del gran equipo que conforma Matadero, soplan nuevos aires que han traído un mayor y mejor diálogo entre los distintos espacios y áreas que lo integran, con la esperanza de lograr, aún en muchos casos desde el experimento, la consolidación de su gran potencial como epicentro generador de cultura en la ciudad.

Rosa Ferré se incorporó a Matadero Madrid a principios de año, tras resultar ganadora del concurso público convocado cuando desde el Ayuntamiento se decidió llevar a cabo la renovación de todos los directores de sus espacios culturales. Hoy, diez meses después, Ferré ha presentado la que será la línea de trabajo del centro y su programación, orgánica, integral y en la que se unen práctica artística y pensamiento crítico. Su proyecto está marcado también por la recuperación y renovación de algunos espacios del complejo, con el objetivo de crear un entorno más amable para los usuarios. Uno de ellos será la readecuación de la Nave 15, que tras un proceso de rehabilitación se convertirá en sede del Centro de Residencias Artísticas, hasta ahora ubicado en la Nave 16, que se destinará entonces a exposiciones, a programas públicos y a los cursos de Matadero Estudios Críticos. También se rediseñará el espacio del Café Teatro de las Naves de Matadero, a partir de un proyecto de Studio Myerscough + Paula López Barba, aunque el mayor proyecto de reforma será el que a partir de la primavera de 2019 se acometerá en la Nave 9, para albergar la Fundación Sandretto Re Rebaudengo.

En ese esfuerzo por construir un programa transversal y poroso en el que todas las disciplinas y formatos tengan cabida, en la temporada 2018-2019 habrá seis líneas temáticas estratégicas: Ecosofías. Nuevas narrativas para el pensamiento ecológico; Tecnologías críticas y Cultura Digital; La literatura como inteligencia colectiva; Arte y ciudad; Infancia y Disidencias del cuerpo. Todas ellas se articularán a través del trabajo multidisciplinar y de los formatos más variados, desde muestras a debates, residencias artísticas, festivales, intervenciones en el espacio público, publicaciones, e incluso programas de radio.

Merece la pena destacar el carácter internacional de muchos de sus proyectos, comenzando por uno de los nuevos y, quizás, más originales: “Matadero Acción Mutante”. Se engloba dentro de esa línea de trabajo que se ha denominado Ecosofías y que se vincula a la cuestión de la crisis climática y de la adaptación al cambio en esa materia. Tomando como caso de estudio el propio Matadero, artistas e investigadores crearán prototipos de “Jardín mutante” con los que se ofrecerán soluciones desde la naturaleza para convertirlo en un espacio más agradable y fresco. Es un proyecto pensado a medio-largo plazo, en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid y el Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo Humano de la Universidad Politécnica de Madrid (itdUPM).

En el área de Tecnologías críticas y Cultura Digital, la primera gran cita será L.E.V., el festival de electrónica visual que llega desde Gijón para ofrecer en Matadero la experiencia inmersiva que proporcionan la realidad virtual, el sonido envolvente y las nuevas narrativas y formatos digitales.

A ella le seguirá, ya en el mes de noviembre, el festival de cultura y pensamiento digital “Tentacular”, comisariado por Julia Kaganski, Bani Brusadin y José Luis de Vicente. Entre los días 22 y 24 de ese mes se darán cita en Matadero Eyal Weizman (Forensic Architecture), Bruce Sterling, Metahaven, Eleanor Saitta, Zach Blas, Amalia Ulman, Marta Peirano, Disnovation, Joana Moll, Andrés Jaque, Joan Fontcuberta, Manuel Bartual, Exonemo, Matthew Plummer Fernandez, Haunted Machines (Natalie Kane & Tobias Revell), Felipe G. Gil, Mario Santamaría & Julián Pérez y Clusterduck, que proporcionarán un espectro muy amplio de experiencias. Habrá intervenciones en diferentes formatos: charlas y conferencias-performances, instalaciones, proyecciones comentadas, talleres, y hasta formatos insólitos como el Internet Yami Ichi (en japonés: Mercado Negro del Internet). En el marco de “Tentacular” se presentará también la instalación SANCTUM del artista Zach Blas, que permanecerá expuesta hasta el mes de enero.

También será internacional el Festival de Literatura contemporánea que celebrará su primera edición el próximo mes de marzo. Llevará por nombre “Capítulo I” y propondrá la literatura como una herramienta compartida excepcional para entendernos como personas y como sociedad. De nuevo aquí se trabajará en la línea de la contaminación entre disciplinas para provocar encuentros entre el arte contemporáneo en su sentido más amplio.

Y hablando de sociedad y de cómo dibujar una mejor para todos, entroncamos con otras dos de las líneas fundamentales dentro de este nuevo Matadero Madrid: las que involucran a la ciudad y la infancia. A lo largo de 2019 la Nave de Intermediae se convertirá en un gran playground desde el que permitir la reflexión sobre el espacio de juego y sobre cómo desde el arte se pueden promover otros modelos de convivencia. Dentro del programa “Modelos para una ciudad en la que caben lxs niñxs”, que explora desde la intervención artística los lugares dedicados a la infancia en el espacio público, se invitará a varios creadores para que propongan sus espacios de juego. La primera en hacerlo será la polaca Iza Rutkowska y tras ella llegarán Aberrant Architecture y Leonor Serrano Rivas.

También con la mente puesta en los niños, en verano volverá “Ciudad DIWO”: campamentos de verano que siguen principios de educación democrática y buscan experiencias de desarrollo en libertad, permitiendo a los más pequeños decidir qué tipo de actividades quieren realizar para, con la ayuda de adultos y a través de asambleas y debates, materializarlas en distintas propuestas.

Finalmente, dentro del eje Disidencias del cuerpo se desarrollarán exposiciones, residencias artísticas, de escritura e investigación, cursos o festivales como “Conciencia Afro”, que en 2019 cumplirá cinco años desde su primera edición. Tanto “Matadero Estudios Críticos (M.E.C.)” como el “Programa Orientado a Prácticas Subalternas (P.O.P.S.)” buscan, por su parte, otras formas de plantear cuestiones que afectan a nuestra contemporaneidad y abordan las prácticas artísticas como herramienta de cambio social.

Se mantienen –y se refuerzan– en esta nueva etapa programas pioneros que Matadero viene desarrollando desde hace años, como el de “Residencias” en todas sus modalidades o las exposiciones temáticas y las que tendrán como objetivo ampliar la visibilidad del arte internacional en la ciudad permitiendo que entre en diálogo con la escena local. Así, en febrero, coincidiendo con la celebración de ARCO 2019, que tendrá a Perú como país invitado, podremos ver una selección de obras procedentes del Museo de Arte de Lima-MALI. Como novedad en materia de exposiciones, en enero se presentará la primera muestra dentro de “Profundidad de campo”, un nuevo programa comisariado por Ana Ara, destinado a ofrecer una visión –en profundidad– del trabajo de artistas audiovisuales. Cada dos meses se exhibirá la obra más reciente de un creador junto a otras obras anteriores que sirvan para poner en contexto su producción. El ciclo, que abordará en primera instancia el tema de la violencia, comenzará con Meiro Koizumi y María Ruido.

Seguiremos disfrutando de la música a través de la programación de las plazas musicales. Aún quedan dos antes de acabar el año: La Plaza de Otoño (27-28 de octubre), que estará comisariada por Fito Conesa y rendirá homenaje al sintetizador, y La Plaza de Invierno (17 y 18 de noviembre), a cargo de Naves Matadero. En 2019 habrá otras cuatro plazas que llenarán de música y experimentación los espacios públicos de Matadero. Estos seguirán siendo también el escenario, el próximo septiembre, de una nueva edición de Festibal con B de bici.

Como veis, una programación amplia y compleja de la que solo hemos avanzado aquí algunas líneas generales pero que podemos conocer en detalle a través de la web de Matadero, que pretende convertirse en plataforma complementaria pero en la que también se puedan generar discursos independientes. Os recomendamos permanecer atentos a su evolución.