María Gimeno y Louisa Holecz abren el páramo por palabras en La Casa Amarilla

El 1 de enero de 2013, María Gimeno comenzó a bordar con palabras la fecha de cada día de aquel año sobre una imagen de El entierro del Conde de Orgaz, de El Greco, que ella misma había dibujado en un paño de lino. Todos los días elegía el color en función de su estado de ánimo y lo bordaba en el lugar exacto donde aparecía en la pintura. Así, el 31 de diciembre de aquel año finalizó la primera etapa de un proyecto que continuaría siete después, cuando regresó a la tela para bordar, aquella vez, los versos de la tercera égloga de Garcilaso en el lugar correspondiente a la zona celeste del cuadro. El cuerpo de la imagen de Cristo recibió entonces el misterio de la muerte con las palabras del poeta.

Al cabo del tiempo, el paño volvió a salir del cajón donde la artista lo había guardado gracias a la voz de Ida Vitale; los primeros versos de su poema “Tarea” ocupan la zona terrenal de la pintura de El Greco, y el primero, “Abrir palabra por palabra el páramo”, da título al paño, convertido ya en sudario, que ahora acoge el duelo que hemos vivido los últimos meses.

Al comienzo de la pandemia, Gimeno sintió la necesidad de bordar las cifras de muertes (oficiales) en España y lo hizo sobre la sábana que acoge el cuerpo del Conde de Orgaz. Las cifras de fallecidos se agolpan atropelladamente en la tela, sin narración posible. Fue entonces cuando comenzó a escribir el relato sobre el proceso de esta obra y, a finales de mayo, se coló sutilmente, blanco sobre blanco, el verso de Wislawa Szymborska: “Que me olviden los muertos que apenas si brillan en la memoria”.

El proyecto, aún en proceso, se presenta ahora, hasta el 4 de julio, en la Galería La Casa Amarilla de Zaragoza, junto a los libros cosidos de Louisa Holecz que ligan a esta autora emocionalmente con su familia. Sus páginas “caligrafían heridas”.

María Gimeno. Abrir palabra por palabra el páramo, 2013-2020
María Gimeno. Abrir palabra por palabra el páramo, 2013-2020

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