Leopoldo Pomés, más allá de la mirada

La Galería Fernández-Braso muestra sus trabajos más significativos y una selección de obra inédita

Madrid,

Leopoldo Pomés. Sin título, 1985

Su formación autodidacta no ha impedido a Leopoldo Pomés convertirse en uno de los fotógrafos y publicistas más destacados del último medio siglo en nuestro país. Tras su primera muestra individual, celebrada en las Galerías Layetanas de Barcelona en 1955, consolidó una producción fotográfica alejada de efectismos y sentimentalismos que no huía de las penurias personales y sociales y que causó gran impresión en la escena artística catalana del momento.

Alabado por los integrantes de Dau al Set (a quienes retrató en su primera época), su participación en la revista AFAL, junto a otros fotógrafos de vanguardia, le valió el reconocimiento internacional. En 1961 fundó, junto a Karin Leiz, el Studio Pomés, con el que se dio a conocer como fotógrafo de publicidad, y posteriormente fue director creativo en la agencia Tiempo.

Autor de popularísimas campañas (Freixenet, bodegas Terry), Pomés vuelve a mostrar ahora, en la Galería Fernández-Braso, aquellas primeras imágenes lejanas a cualquier idealización, junto a instantáneas de temática taurina que realizó por encargo para un libro de Hemingway que no pudo ver la luz por la muerte del escritor. Más o menos lo mismo que le ocurrió con Hemingway, se repitió con Carlos Barral, que le pidió tiempo después un libro de fotografías dedicado a Barcelona que no llegó a publicarse. No le entristeció: Eso carece de importancia. Las fotos están ahí, declaró a La contra de La Vanguardia.

 

Leopoldo Pomés. Espiral, 1985
Leopoldo Pomés. Espiral, 1985

 

 

 

Leopoldo Pomés. Capela en la Algaba, 1957
Leopoldo Pomés. Capela en la Algaba, 1957

También veremos en Fernández Braso retratos de figuras clave del arte contemporáneo español (Chillida, Brossa, Saura, Tàpies) que llevó a cabo a finales de los cincuenta y trabajos publicitarios, más o menos delicados, más o menos contundentes, con una gran carga plástica y estética.

Fechadas entre finales de los cincuenta y los ochenta, estas imágenes buscan resaltar la belleza y expresividad del cuerpo femenino y las cualidades de los objetos que le acompañan. Liberado, ya en los noventa, de sus compromisos publicitarios, Pomés volvió a una fotografía de calle, más libre, próxima a la fotografía y centrada en el valor expresivo del color.

 

Leopoldo Pomés. Monegros, 1979

Ha sido galardonado con la Medalla de Oro al Mérito Artístico del Ayuntamiento de Barcelona, con el Premio Nacional de Artes Plásticas de la Generalidad de Cataluña en 1998 y con la Cruz de Sant Jordi en 1999, pero a sus 81 años mantiene su pasión artística: Mantengo la mirada joven y fresca y sigue dándome placer. No dejo de mirar y gozar al rodearme de cosas bellas, que no quiere decir caras. Nací en Barcelona: me sorprende y la descubro (…) Ya no me interesa la anécdota en una foto o en otra obra de arte, sino la intensidad que se hace duración al verla. Eso que logra que el arte se termine pero no se acabe.

 

 

 

 

Leopoldo Pomés. Perla

“Leopoldo Pomés. Más allá de la mirada”

GALERÍA FERNÁNDEZ-BRASO

C/ Villanueva, 30

Madrid

Del 5 de junio al 14 de julio de 2012

 

 

 

 

 

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