Por su escala y su complejidad, El hombre con el hacha y otras situaciones breves, el proyecto que Liliana Porter llevó el año pasado a la Bienal de Venecia, es uno de los más ambiciosos de esta artista. Contiene muchas de las figuras y las situaciones que han aparecido repetidamente en su producción de las últimas tres décadas.
Una nota recurrente son los relojes viejos de diferentes tamaños. Son símbolos del tiempo lineal, pero se encuentran completamente separados y en desorden. A Porter le interesa cómo, a medida que avanza el tiempo, nuestra memoria mezcla realidad e imaginación y exagera o fragmenta recuerdos. También indaga en cómo estos pueden vivir en los objetos, las imágenes y la literatura.
El Pérez Art Museum de Miami enseña esta instalación hasta el 29 de septiembre.
