Ayer se inauguró en Tabacalera “Flores”, una exposición que muestra el trabajo a dúo del cineasta Pedro Almodóvar y el pintor Jorge Galindo; un desafío en el que ambos creadores decidieron embarcarse a raíz de la colaboración del pintor para la última película de Almodóvar, Dolor y Gloria. Los que hayáis visto la película recordaréis seguramente el dibujo del niño sentado leyendo (Pedro de pequeño), realizado sobre un saco de obra. Esta es la pintura de Galindo que centra parte de la trama y marca el inicio de esta aventura. No es, sin embargo, la primera obra del madrileño que encontramos en una escena de Almodóvar. Apasionado del arte de su tiempo y coleccionista, el manchego ya había mostrado alguna obra de Galindo en La piel que habito. Quizás los más fieles seguidores de uno y de otro ya lo detectarais en su momento.
Pero es a partir de este último encargo cuando surge la idea de trabajar juntos. Los bodegones de Almodóvar, con elementos sencillos, como jarrones o flores, pero exquisitamente creados, son la base de esta serie de cuadros de gran formato en los que ambos intervienen en un ejercicio de máxima expresividad, casi como si de una danza catártica se tratara. Así lo explica Rafa Doctor, comisario de la muestra, y así podemos verlo en los vídeos que se proyectan en Tabacalera junto a las obras. En uno de ellos, montado por la premiada Teresa Font, responsable también del montaje de Dolor y Gloria, vemos a los dos artistas en plena acción, entregados al acto de pintar, cómplices de un proceso sensorial en el que sobran las palabras y manda el gesto.
Se encuentran, en este caso, metidos de lleno en la realización de La consagración de la primavera, el impresionante lienzo de 11 x 6 metros que recibe al visitante en la primera nave. Una foto de un jarrón de Almodóvar ampliada se dispone en el centro de la obra y a partir de ella, armados con cuarenta kilos de óleo, brochas, escobas y sus propias manos, Pedro y Jorge, Jorge y Pedro llevan a cabo una oda a la luz, al color y a la vida. En su proceso eliminan cualquier tipo de barrera y convencionalismo, contagiados de una sensación de libertad que han conseguido trasladar a toda la exposición, concebida, a su vez, como una invitación a trazar puentes entre disciplinas. Una simbiosis que pone en valor las sensaciones como parte esencial de la vida. A propósito de esta colaboración, Galindo dice sobre las obras de Almodóvar: “los bodegones que Pedro había expuesto en la galería Marlborough me gustaban tanto porque transmiten un único objetivo al hacerlas, reflejar una emoción”. Por su parte, este comenta: “Cada obra es una explosión, como si la materia pictórica nos explotara en las manos como fuegos artificiales que se derraman sobre el lienzo”.
“Todo es pasión, todo es acción, todo es vida. Flores, flores, flores que van a estar reposando por mucho tiempo en los jarrones que Pedro Almodóvar colecciona. Flores que a partir de ahora serán flores siemprevivas”. Rafa Doctor
El color es aquí uno de los grandes protagonistas, como lo es también, de forma silenciosa, en las películas de Almodóvar, que ha confesado sentirse arrebatado, en la pintura, por colores como el blanco, que no suele utilizar en el cine. Y, junto al color, aparece la flor como el otro gran motivo que domina la exposición. Ella es el centro, la excusa y el origen de la creatividad que brota, dando lugar a piezas cargadas de fuerza cromática, fruto de esta gran colaboración.
“Flores. Pedro Almodóvar y Jorge Galindo”
TABACALERA. PROMOCIÓN DEL ARTE
c/ Embajadores,51
Madrid
Del 22 de noviembre de 2019 al 26 de enero de 2020
