El pasado mayo conocíamos que el crítico y editor Peio Aguirre era el comisario seleccionado para estar al frente del Pabellón español en la próxima Bienal de Venecia, que cumple este año 58 ediciones; lo fue por unanimidad en un jurado integrado por el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel; Nuria Enguita, Iñaki Martínez, Paul B. Preciado, Marta Gili y Manuel Segade, además de por el Director de Relaciones Culturales y Científicas del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación-AECID, Roberto Varela, y la Directora General de Acción Cultural Española, Elvira Marco.
Era la primera vez que un jurado se encargaba de la elección del comisario de nuestro Pabellón y el anuncio se hacía un año antes de la inauguración de la Bienal con el fin de ampliar los plazos de producción del proyecto que, como también supimos entonces, propondría un diálogo entre dos artistas guipuzcoanos: Itziar Okariz y Sergio Prego y, a su vez, entre la producción de ambos y la propia arquitectura del Pabellón, así como con el contexto específico de las bienales.
A falta de dos meses para que se inicie la cita veneciana, que podrá visitarse entre el 11 de mayo y el 24 de noviembre, conocemos más datos de la propuesta de Aguirre: podremos ver nuevos trabajos de ambos artistas que resumirán su producción de la última década. Tanto Okariz como Prego, que comparten generación, vienen ahondando desde principios de los noventa en las posibilidades y los límites de la representación artística del cuerpo a partir de materiales y recursos sencillos.
Los dos se han labrado desde entonces, y en paralelo, una carrera coherente aunando austeridad y poder expresivo, de ahí lo oportuno de esta presentación en Venecia, que nos ofrecerá la primera ocasión de ver unidos sus trabajos.
Okariz y Prego se han propuesto abrir y expandir el espacio de nuestro Pabellón ocupándolo y vaciándolo a la vez, proponiendo con sus obras un acto de desalojo. Las de Okariz (vídeos y piezas sonoras y textuales) pondrán en cuestión las normas que nos hemos dado en relación al lenguaje y la producción de signos y en qué medida estas nos definen; también abordarán las relaciones entre el sujeto, su fisicidad y sus modos de expresión; Prego, por su parte, ha explorado las esencias de la escultura como disciplina y sus vínculos con la arquitectura. A partir de materiales flexibles y sencillos, indagará en los orígenes posibles de las formas (en estados específicos o como fruto de acciones constantes del artista sobre la materia).
Ambos creadores vascos estudiarán, así, las funciones alternativas que puede adoptar el cuerpo humano en tiempos de tecnificación, también artística. Y los dos trabajan también con la galería barcelonesa etHall.
