Lenguaje, identidad y cuerpo. Un repaso a la trayectoria de Itziar Okariz

El CA2M continúa su línea de investigación en torno a la performance

Madrid,
Itziar Okariz. Bodybuilding, 1994
Itziar Okariz. Bodybuilding, 1994

Casualidad o no, hoy coinciden en Madrid dos referentes en el arte de la performance en nuestro país: la pionera Esther Ferrer, a quien el Reina Sofía dedica una exposición en el Palacio de Velázquez del Retiro, e Itziar Okariz, que exhibe su obra en el Centro de Arte Dos de Mayo, de la Comunidad de Madrid, y de la que queremos hablaros ahora.

Para ponernos en situación es importante comenzar señalando que la temporada expositiva de otoño en el CA2M tiene como eje central la investigación en torno a la performance, propuesta que, por otra parte, ha estado muy presente a lo largo de toda la trayectoria del centro. Si en septiembre os hablábamos de “Una exposición coreografiada”, comisariada por el afamado Mathieu Copeland, hoy le toca el turno a Itziar Okariz y en apenas tres semanas llegará al CA2M “Elements of Vogue. Un caso de estudio de performance radical”, una muestra que se adentra en la subcultura del ballroom que surgió hace décadas en el Harlem de Nueva York y analiza el fenómeno del voguing, danza underground inspirada por las poses de las revistas de moda.

La exposición de Okariz plantea un acercamiento a toda su producción, a través de algunos de sus trabajos más emblemáticos. Entre los más tempranos encontramos Variations sur le même t’aime (1992-1999), una de sus primeras piezas, realizada tras finalizar la carrera de Bellas Artes. De ella vemos aquí tres fotografías en las que la artista aparece con el pelo rapado de forma que dibuja un mapamundi sobre su cabeza. Nos cuenta que había realizado una versión anterior en la que el pelo representaba el mar y no la tierra; que hoy la recuerda como más agresiva en su momento pero quizás, viéndola desde la distancia, resulte más divertida. Por su parte, Jesús Alcaide, comisario de la muestra, señala cómo estas piezas nos llevan a pensar en la cuestión de lo micropolítico y la expansión del trabajo artístico en el territorio de la experiencia. Pero si en estas primeras obras hay ya un planteamiento acerca de la naturaleza de lo corporal, es en trabajos como Bodybuilding (1994) en los que el cuerpo adquiere completa dimensión como vía de investigación. Esta serie de fotografías, muy poderosa visualmente, muestra a la artista colocándose una serie de prótesis de látex. Al contemplar las imágenes nos cabe la duda de si ese cuerpo, ambiguo y fragmentado, está perdiendo su identidad o si la está construyendo. Quizás es ese el escenario que Okariz quiere plantear como espacio para la reflexión.

Mear en espacios públicos y privados, realizada en diferentes ciudades entre los años 2000 y 2007, es una de las acciones más conocidas de la artista. Para el CA2M se han escogido diapositivas que reflejan la acción en su estudio de Düsseldorf y alrededores. Estas fueron las primeras, a las que siguieron las de la rotonda de Zubimuxu, en Irún; el puente de Brooklyn y otros escenarios de Nueva York; una galería de Berlín y el centro de arte de Singel, en Amberes. Las imágenes muestran lo que es, un acto simple, que sin embargo contiene un complejo discurso acerca de la construcción del cuerpo en el entorno urbano y en el espacio institucional dedicado al arte. Son quizás las piezas en las que mejor se visualiza el carácter preformativo de su trabajo, de alteración de los ordenes establecidos, como señal de desobediencia civil y desde su definición feminista.

La repetición de una misma acción en lugares distintos –que tiene inevitable, y enriquecedoramente, resultados diferentes– nos lleva hasta otra de las piezas más llamativas de la muestra, Irrintzi Repetition, Guggenheim Bilbao (2007), perteneciente a la serie inspirada en esta forma de comunicación no verbal, o en los límites del lenguaje, de la tradición vasca. Al deslocalizar este sonido en los diferentes espacios en los que trabaja, Okariz genera un desconcierto en el público, acentuado en este caso por la  imagen pausada en la pantalla y la emisión cada cierto tiempo del “grito” a través de un altavoz, que se escucha desde cualquier rincón de la sala de exposiciones, interfiriendo con las demás piezas expuestas.

Itziar Okariz. Barón Ashler, 2017
Itziar Okariz. Barón Ashler, 2017

Entre los trabajos recientes, dominados por una presencia más física del lenguaje como elemento productor de identidad y de narrativas no siempre controladas, destacan Diario de sueños (2017) y Baron Ashler (2107). La primera, con gran presencia en la muestra, está compuesta por 57 impresiones y una pieza de sonido que se emite a través de dos altavoces, resultado del proceso de una lectura fragmentaria de parte del diario que la artista registra de manera regular, tanto si sueña como si no (esos son los días en los que solo aparece la fecha). Baron Ashler, por su parte, es una pieza discreta en su apariencia y en el conjunto de la exposición, pero merece mucho la pena detenerse en ella. La voz, la plástica, la poética y la unión de todo ello hace que sea una obra redonda. Está realizada en colaboración con Victor Iriarte, cuya voz se emite por uno de los altavoces; por el otro, la de Itziar. Ella empieza un texto por el principio, él por el final, y en un momento determinado sus voces se encuentran, se sincronizan por unos segundos para volver luego a la ininteligibilidad.

Habitualmente nos referimos a Itziar Okariz como un referente en el arte performático pero esta exposición pone de manifiesto que su producción es mucho más que performance. De hecho, lo que vemos es una investigación sobre cómo esta se construye, sus límites y sus convenciones dentro del espacio del museo, y para eso la artista –muy interesanda en los procesos artísticos– se vale de otras disciplinas como la escritura, la fotografía y el vídeo.

 

Itziar Okariz. Variations sur la meme t'aime, 1992
Itziar Okariz. Variations sur la meme t’aime, 1992

 

Itziar Okariz. Videonotes, 2017
Itziar Okariz. Videonotes, 2017

 

“Itziar Okariz. una construcción, es decir, una jerarquía de momentos, expresiva de cierto concepto grande o pequeño, abstracto esotérico”

CA2M. CENTRO DE ARTE DOS DE MAYO

Avenida Constitución, 23

Móstoles, Madrid

Del 27 de octubre de 2017 al 21 de enero de 2018

 

 

 

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