La esencia sobre papel

Más de 3.000 piezas conforman esta excepcional colección que ya ha podido contemplarse en grandes museos de todo el mundo, tanto estadounidenses como europeos, y que se muestra en España de forma inédita, gracias a una selección de 117 papeles realizados por un total de 71 artistas, que podrán disfrutarse en el museo segoviano hasta el próximo 24 de mayo. Comisariada por Elisabeth Flinch y Ana Martínez de Aguilar, en la presentación que acoge el Esteban Vicente podemos leer entre líneas un discurso expositivo estructurado en torno al minimalismo y sus implicaciones transversales. Obras de Carl Andre, Dan Flavin, Donal Judd, Sol LeWitt y Robert Morris conforman el núcleo duro de la muestra, representando el movimiento mimimal en estado puro; pero estas piezas se mezclan con otras realizadas por artistas de distintas generaciones en las que encontramos una estrecha relación con el minimalismo, si bien no podemos clasificarlas como parte del mismo. En la selección encontraremos piezas que constituyen un preludio del minimal art -en su mayoría se trata de dibujos abstractos que destacan por su intención esencialista- piezas en cuya exploración gestual del espacio se descubre una tendencia hacia el citado movimiento. Así podremos verlo gracias a las obras de creadores como Barnett Newman, Esteban Vicente o Cy Twombly; que contrastan vivamente con aquellas en las que las que los artistas centran su atención en la relación matérico-formal, como es el caso de Agnes Martin o Richard Serra. La influencia de la poética minimal en las generaciones más jóvenes de artistas también tiene su representación en esta muestra, gracias a los dibujos de creadores como Kristine Holder o Marjorie Welish. Apasionado del dibujo como lenguaje artístico autónomo, Kramarsky ha logrado atesorar un conjunto de piezas de gran calidad, atendiendo a su valor en sí mismas y siendo siempre fiel a los artistas de quienes ha sido mecenas; por lo que en la muestra podremos disfrutar de obras tempranas y tardías de casi todos los participantes, lo que nos ayuda, además, a hacernos una ligerísima idea del crecimiento artístico de cada uno de ellos. Pero, sin duda, lo más refrescante de la exposición es que nos brinda la oportunidad de poder profundizar en una técnica muchas veces poco valorada y que, sin embargo, constituye toda una revelación íntima sobre la intencionalidad del artista, sus proyectos, la concepción y el desarrollo de cada obra; en pocas palabras, constituye una síntesis acerca de la compleja mente del creador.

Eva Hesse
Untitled, 1963-1964

Ed Ruscha
Suspended Sheet Staine with Ivy, 1975