La Anunciación de Eija-Liisa Ahtila

El Museo Guggenheim muestra esta videoinstalación inspirada en el Evagelio de San Lucas

Bilbao,
Eija-Liisa Ahtila. La Anunciación (The Annunciation - Marian Ilmestys), 2010
Eija-Liisa Ahtila. La Anunciación (The Annunciation – Marian Ilmestys), 2010

La artista finlandesa Eija-Liisa Ahtila comenzó a trabajar en la década de los ochenta, tras formarse en la Free Art School de Helsinki. Más tarde estudiaría también en la School of Management, Film and Video de Londres (1990-91) y en el American Film Institute de Los Ángeles y desarrollaría una amplia colaboración con Maria Ruotsala, ambas pioneras en su país en la difusión de una nueva noción de obra de arte a partir de sus proyectos en vídeo, un medio hasta entonces apenas utilizado en Finlandia que les acercaba más a las prácticas de creadores estadounidenses contemporáneos que a las desarrolladas allí.

Mantuvieron su trabajo conjunto hasta los noventa, etapa en que Ahtila inició su exitosa carrera en solitario, habiéndose consolidado ya como una figura de referencia en el campo del videoarte. Tanto sus temáticas como la presentación narrativa de las imágenes son proclives al drama y la intensidad, y muy a menudo sus piezas presentan poderosos trasfondos psicológicos. Se ha servido frecuentemente de la proyección de imágenes a través de pantallas múltiples para posibilitar narraciones diferentes, permitiendo un punto de vista múltiple. Ese es el procedimiento que emplea en la obra que a partir de mañana presenta en el Museo Guggenheim de Bilbao: La Anunciación, fechada en el invierno de 2010 y filmada en la nevada Reserva Natural Aulanko, al sur de Finlandia.

Se trata de una instalación formada por tres proyecciones inspiradas en el pasaje del Evangelio de san Lucas que narra el episodio de la aparición del ángel Gabriel a la Virgen y el anuncio de la llegada de Cristo, que, además de ser uno de los temas fundamentales de la iconografía cristiana, es el eje temático de algunos de los primeros cuadros que usaron la perspectiva de forma lograda.

Esta Anunciación contemporánea de Ahtila busca indagar en la naturaleza de los milagros y en los misterios subyacentes en los procesos de la percepción y el conocimiento, sirviéndose para ello, no solo de los vídeos que componen la obra terminada, sino también del material producido en los preparativos de la grabación. Ha acentuado los contrastes entre las escenas de interior, que pretenden representar un estudio artístico, en el que se construyó el decorado para la Anunciación, y la naturaleza del exterior.

El enfoque subyacente presente en La Anunciación parte de la afirmación del biólogo estonio Jacob von Uexküll de que distintos mundos de seres vivos coexisten de forma simultánea, cohabitando distintos espacios y tiempos, una idea que la artista finlandesa ha tratado de aplicar a la exploración de la naturaleza de los milagros y de las posibilidades de la percepción y el conocimiento.

En su videoinstalación, los actores están implicados en un proceso de recreación de lo sagrado y de redefinición de lo humano con unos recursos y una estética que a veces evocan lo animal y, otras veces, lo místico.

Sus desfases temporales y el uso de tres pantallas rompen la narrativa sencilla de las obras con esta temática en la pintura renacentista y también sus conseguidas leyes perspectívicas.

A excepción de dos, todas las actrices (todos los intérpretes son mujeres) son amateurs, y la mayoría, además, son clientes del servicio de ayuda a la mujer del Instituto Deaconess de Helsinki. Las acompañan “actores” animales: un cuervo amaestrado, dos burros y un grupo de palomas mensajeras de una granja avícola. Aunque había guion previo, los hechos, los papeles y los diálogos se adaptaron durante el proceso de filmación de La Anunciación a la presencia característica de cada intérprete.

La primera parte de la obra se grabó con un estilo prácticamente documental y realista, utilizando cámaras digitales. Un grupo heterogéneo de mujeres se prepara para recrear el momento de la Anunciación, en el que el arcángel san Gabriel se aparece a María para decirle que va a ser fecundada por Dios. Antes de la escena final, vemos el vuelo de prueba del arcángel y el modo en que las mujeres hablan sobre los diversos roles que tienen que desempeñar.

La que da vida a María aprende a montar en burro y las distintas reacciones de la Virgen ante el encuentro con el ángel que aparecen en los cuadros. En la recreación final de todos los ensayos, grabada en película de 35 mm., el arcángel vuela sobre un jardín de aspecto paradisiaco y atraviesa una ventana de cristal para penetrar en el espacio real de los actores, uno de los momentos más poéticos de la obra en las que lo humano y lo divino se entrecruzan.

La Anunciación finaliza con una imagen idílica de la joven que interpreta el papel de Virgen María —que no lleva ya la vestimenta azul brillante característica—, acompañada de un burro, mientras la acompaña, como banda sonora de fondo,  No Place to Fall de Townes Van Zandt.

Esta propuesta de Ahtila, considerada ya uno de sus clásicos pese a ser relativamente reciente, se presenta por primera vez en España y podrá visitarse en la sala Film & Video del Guggenheim hasta el 28 de agosto.

 

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