Keith Haring, esencias callejeras

La Tate Liverpool le dedica una retrospectiva que viajará en 2020 a Bélgica y Alemania

Liverpool,

El año pasado se cumplieron seis décadas del nacimiento en Reading, en Pensilvania, de Keith Haring, el artista que, tras escuchar a Christo, tuvo claro que la creación podía tomar la calle, aunque no necesariamente hiciese falta el plástico para lograrlo. Formado en la Ivy School of Professional Art de Pittsburgh y en la School of Visual Arts de Nueva York, comenzó a intervenir con tiza o rotuladores los espacios destinados a publicidad en el metro de Nueva York a comienzos de los ochenta, siendo más de una vez detenido y alcanzando progresivamente fama dentro y fuera de los circuitos del arte callejero.

Fue una exposición en la sala Tony Shafrazi en 1982 la que le abrió las puertas al mercado del arte y le convirtió pronto en un creador muy cotizado, de la mano de piezas en formatos diversos (muros urbanos, obras sobre papel, ropa o esculturas) cuya estética se movía entre lo pop y lo naif, aunque no podía desligarse de evidentes mensajes de crítica social, por ejemplo contra el apartheid o a favor del desarme nuclear. A través de siluetas simples cuyos trazos negros son ya universales, y de colores planos, nos presentó animales, pirámides, objetos voladores, televisores y escenas sexuales que le servían para ahondar en su interés por el nacimiento y la muerte, el cuerpo, la creciente presencia de la tecnología en nuestras vidas o los efectos de las drogas, con un estilo directo y fácilmente accesible al gran público.

Keith Haring. Untitled, 1983. Keith Haring Foundation
Keith Haring. Untitled, 1983. Keith Haring Foundation
Keith Haring. Untitled, 1980. Keith Haring Foundation
Keith Haring. Untitled, 1980. Keith Haring Foundation
Keith Haring. Silence = Death, 1989. Keith Haring Foundation
Keith Haring. Silence = Death, 1989. Keith Haring Foundation

Activista contra el sida, en 1989, justo un año antes de morir, creó una fundación con su nombre para impulsar la lucha contra la enfermedad y, aunque nunca dejó de presentar su arte en la calle, también lo expuso, en vida, en centros como el Stedelijk Museum de Amsterdam o el Whitney Museum of American Art de Connecticut, además de en citas como la Documenta de Kassel (1982), la Bienal de Sâo Paulo (1983) y la de Whitney, en ese mismo año. Se le encargaron, asimismo, destacados murales públicos.

Ahora es la Tate de Liverpool la que dedica una muestra retrospectiva al artista hasta noviembre, subrayando las referencias en su trabajo al expresionismo abstracto, el Pop Art o la caligrafía china, pero también el extenso legado que dejó entre graffiteros y artistas urbanos, sobre todo en Nueva York. También enlaza su estilo personal, aparentemente espontáneo, con la cultura y la sociedad de su tiempo, con el entusiasmo por los viajes espaciales, la robótica o los videojuegos.

Ese espíritu de su época en el que la producción de Haring estaba evidentemente imbricada se recreará en la exposición a través de documentos de archivo, vídeos y fotografías apenas vistos; también podremos sumergirnos en una instalación inmersiva de 1982, Black light, en la que Haring acompañó sus trabajos de luces ultravioletas y música hip-hop.

Siempre le interesó generar un arte verdaderamente público que llegara al mayor número de espectadores posible, como explicó en una ocasión al rememorar una tarde de dibujo en la calle: Todo tipo de personas se detenían y miraban el enorme dibujo y muchos estaban ansiosos por comentar sus sentimientos sobre él. Fue la primera vez que me di cuenta de cuánta gente podría disfrutar del arte si tuviera la oportunidad. Aquellas no fueron las personas que vi en los museos, sino una sección transversal de la humanidad que traspasó todos los límites. Esa voluntad de unir arte y cultura popular lo acercó a Warhol y Jean-Michel Basquiat, con quienes colaboró en varios proyectos (también lo hizo en vídeos y presentaciones de Madonna, Grace Jones, Vivienne Westwood o Malcolm McLaren).

La Tate quiere, asimismo, arrojar luz sobre el carácter performativo de parte de sus obras, desde aquellos primeros dibujos en tiza en el metro hasta sus trabajos junto a Tseng Kwong Chi, fotógrafo que documentaría su práctica y cuyas imágenes pueden verse en Liverpool. Esta antología, comisariada por Darren Pih y Tamar Hemmes podrá visitarse también en el BOZAR de Bruselas y en el Folkwang Museum de Essen de mayo a septiembre del año que viene.

Keith Haring. Ignorance = Fear, 1989. Keith Haring Foundaton/ Collection Noirmontartproduction, París
Keith Haring. Ignorance = Fear, 1989. Keith Haring Foundaton/ Collection Noirmontartproduction, París
Keith Haring. The Matrix, 1983. Keith Haring Foundation
Keith Haring. The Matrix, 1983. Keith Haring Foundation

 

 

Keith Haring

TATE LIVERPOOL

Royal Albert Dock Liverpool

Liverpool L3 4BB

Del 14 de junio al 10 de noviembre de 2019

 

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