Alexanco plástico, sonoro y complejo

La Comunidad de Madrid repasa en Alcalá 31 su medio siglo de trayectoria

Madrid,

Formado sólidamente como pintor y grabador, el artista madrileño José Luis Alexanco comenzó a interesarse a finales de los sesenta, cuando no había alcanzado su treintena, por los proyectos que entonces se desarrollaban en el Seminario de Análisis y Generación Automática de Formas Plásticas que un año antes, en 1968, se había fundado en el Centro de Cálculo de la Universidad Complutense (donde continuaría activo hasta 1972).

Aprendería en dicho Seminario programación de ordenadores -cuando la aplicación artística de estos era objeto de intenso debate y solo se utilizaban para usos contables y científicos-, convirtiéndose en uno de los primeros creadores de nuestro país que ideó un programa informático con el que podía alumbrar formas planas y tridimensionales. Aquellas fructíferas incursiones tecnológicas (conoció el IBM 360) y su atracción por el automatismo le conducirían a la producción de trabajos conceptuales a partir de juegos vinculados a la lógica matemática y de siluetas cuya transformación formal generaba secuencias grupales. Indagó en aquellos años, asimismo, con inflables, relacionando estos con sus estudios con ordenadores en esculturas de metacrilato, que parecían blandas, y obras de formas curvas.

José Luis Alexanco. Génesis de MOUVNT, 1974
José Luis Alexanco. Génesis de MOUVNT, 1974

Creador inclasificable, distanciado de tendencias y grupos, desempeñó un rol fundamental en los Encuentros de Pamplona de 1972, junto al músico Luis de Pablo, con quien formó una asociación artística que se mantuvo en el tiempo y que tendría, entre sus frutos, la creación de esa suerte de bienal artística que supuso un hito, tardíamente valorado, y que logró reunir en Navarra a centenares de artistas internacionales que se manejaban en disciplinas muy variadas.

La muestra que desde hoy le dedica la Comunidad de Madrid en Alcalá 31, bajo el comisariado de Alfonso de la Torre, lleva por título “Ejercicio temporal (1964-2020)” y recorre las más de cinco décadas de carrera artística de Alexanco estructurándolas en siete capítulos cuyos títulos ya atienden a la atención del madrileño por lo procesual: Movimientos, Ejercicios, Constitución, Lecturas al azar… Sus desarrollos confluyen en una obra, fílmica y sonora, que podemos llamar magna porque sintetiza su evolución desde que comenzó a trabajar en ella en los sesenta hasta hoy. Se llama Percursum, cuenta con música de José Tejera Osuna y contemplarla (y escucharla) en esta exhibición puede conformar una experiencia especialmente interesante, porque el recorrido de este “Ejercicio temporal” se inicia justamente con breves obras fílmicas de las que, sin duda, deriva. Ya el crítico Juan Antonio Aguirre, tempranamente, entendió que sus primeras filmaciones, de 1964, eran, en sus palabras, obras abiertas al mismo pintor, que selecciona las imágenes más convincentes; algo así como una disciplina (…) un fundamental dinamismo visual (…) inspiración procurada desde dentro. En suma, las consideró obras susceptibles de no ser acabadas y de viajar: Parecían prorrogables hasta el infinito, decía.

Junto a Percursum, otra de las obras más significativas de la exposición, también a medio camino entre lo plástico y lo sonoro y de creación sostenida en el tiempo, es Soledad interrumpida, llevada a cabo junto a Luis de Pablo y abierta a suscitar un buen número de interpretaciones, no ajenas al azar ni al misterio. Supone una reflexión de cariz introspectivo sobre la soledad del individuo; nos referimos por tanto a un proyecto íntimo que el artista compatibilizó con labores más visibles, como su dedicación a la Edición Príncipe de la Constitución de 1978, por encargo gubernamental.

José Luis Alexanco. Mouvnt 41, 1971
José Luis Alexanco. Mouvnt 41, 1971

La investigación permanente y el enigma son presencias habituales en la obra de Alexanco; también un manejo constante de la tensión que es traslación de su noción del movimiento (a ella se dedica la primera sección de la muestra). Ese movimiento es origen de muchas de sus búsquedas; él lo definió como alteración, inquietud, conmoción.

Inquietud también subyace en su tratamiento de géneros aparentemente estáticos como el retrato: lo vemos en Soldado y reflejo, su visión de Darío Villalba como materia informe (admiró en Londres a Bacon y Auerbach).

El humano aislado, el sueño, la angustia de lo encerrado son asuntos presentes en una obra de maceración lenta que se construye y deconstruye y que a menudo nos ofrece fragmentada, en escorzo o en su dorso. Le interesa lo inestable y lo fugaz, lo que gira y resbala, las formas que mutan y que dan lugar a ciclos seriales que pueden generar una narrativa propia.

José Luis Alexanco. Bat, 1977
José Luis Alexanco. Bat, 1977
José Luis Alexanco. 8.Ié, 2003
José Luis Alexanco. 8.Ié, 2003

 

 

“José Luis Alexanco. Ejercicio temporal”

ALCALÁ 31

c/ Alcalá, 31

Madrid

Del 10 de septiembre al 1 de noviembre de 2020

 

 

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