Jean Arp, la piedra que cae del acantilado

La Collezione Peggy Guggenheim veneciana le dedica una retrospectiva

Venecia,

Tras su paso por el Nasher Sculpture Center de Dallas, desde el pasado 13 de abril recala en la Collezione Peggy Guggenheim veneciana “La Natura di Arp”, una retrospectiva dedicada al que fuera uno de los fundadores del dadaísmo durante la I Guerra Mundial (en los tiempos de Zúrich, del Cabaret Voltaire), pionero en la introducción del azar, la espontaneidad y el trabajo colaborativo como procesos artísticos y artífice de un vocabulario de formas curvas y orgánicas, que, transcurridas las décadas, se convertiría casi en una lengua franca para varias generaciones de creadores.

Jean (Hans) Arp, 1926. Cortesía de Stiftung Arp e.V., Berlin / Rolandswerth
Jean (Hans) Arp, 1926. Cortesía de Stiftung Arp e.V., Berlin / Rolandswerth

Vivió entre 1886 y 1966 y sus esculturas fundamentales están fechadas a partir de los treinta; a menudo no están concebidas para presentarse sobre pedestal, pueden girarse y ser exhibidas en distintas posiciones y parece en ellas latir una vida incipiente: no es extraño contemplarlas como el germen de múltiples desarrollos posibles.

Avanzando el tiempo, Arp sometió estas piezas a complejos procesos de fragmentación, fundición y refundición y ampliación y fue uno de los pocos artistas de su generación en haber participado tanto de los inicios de la abstracción como de los del dadá y el surrealismo.

El propósito de “La Natura di Arp”, bajo el comisariado de Catherine Craft, del Nasher Sculpture Center, es revisar desde una mirada renovada y actual su temprano enfoque experimental de la creación, su replanteamiento radical de las formas artísticas tradicionales y su cultivo de los citados proyectos colaborativos, cuya importancia no ha dejado de crecer en la segunda mitad del siglo XX.

En un texto ya de 1920, Arp decía desear que su producción fuese inmediata y directa (sin posibles mediaciones), como una piedra que se desprendía de un acantilado, un capullo que se abría o un animal reproduciéndose. Esta antología quiere examinar sus estrategias para lograr esa espontaneidad con los menores filtros y su uso de estrategias creativas que presentaban ciertas analogías con el funcionamiento de la naturaleza, con su orden inaccesible, porque no hemos de entender de otra manera su compromiso con las que llamaba “leyes del azar” o su definición del arte como un “fruto que crece fuera del hombre”.

Además, “La Natura di Arp” hace hincapié en un aspecto a menudo pasado por alto en los procesos de trabajo de Arp: la importancia de la fragmentación, evocada por una imagen recurrente en el imaginario del artista: la de la piedra que se desprende por un acantilado. A lo largo de su carrera, Arp creó a menudo por vías que entonces se entendían destructivas: rasgando y cortando papel (sus trozos los dejaba después caer aleatoriamente), rompiendo madera o yeso. La suya es por eso una obra frágil, en evolución continua y goza de una especial intensidad pese a su empleo de medios aparentemente impersonales para dejar la subjetividad a un lado. Transitó entre la nada dadaísta y la trascendencia, entre la improvisación y la delicadeza.

Son más de setenta las piezas reunidas en esta exposición del Palazzo Venier dei Leoni, entre esculturas en yeso, madera, bronce y piedra, relieves en madera pintada, collages, dibujos, textiles y libros ilustrados prestados por numerosas instituciones públicas y privadas de Europa y Estados Unidos. Hay que recordar que la obra de Arp ocupa un lugar destacado en las colecciones que atesoró Peggy Guggenheim: la primera pieza que ella adquirió fue su escultura en bronce Tête et coquille, en 1933. Ella misma lo recordaba, a su modo, en la biografía Una vida para el arte: Lo primero que compré para mi colección fue un bronce de Jean Arp. [Arp] me llevó a la fundición donde se había fundido y me enamoré tanto de la obra que pedí poder tenerla en mis manos: en el mismo instante, sentí que quería ser su dueña.

A Tête et coquille le siguieron en los fondos de la coleccionista otras de sus esculturas, collages, relieves y obras en papel; siete forman parte del acervo de este centro veneciano y todas ellas están integradas en la exposición. Curiosamente, Patsy Nasher vivió una experiencia similar de la mano de Arp, más de treinta años después: compró uno de sus bronces, Torso con brotes (1961), para regalárselo a su esposo Raymond Nasher por su cumpleaños, y aquella pieza inauguró la que sería su extensa colección de escultura contemporánea.

“La Natura di Arp” es una de las varias muestras interesantes que nos esperan en Venecia coincidiendo con el arranque de su Bienal en mayo. Otras forman parte del programa MUVE; podéis consultarlas aquí.

Jean Arp. Concentración humana, 1934. © 2018 Artists Rights Society (ARS), NY / VG Bild-Kunst, Bonn
Jean Arp. Concentración humana, 1934. © 2018 Artists Rights Society (ARS), NY / VG Bild-Kunst, Bonn

 

 

“La Natura di Arp”

COLLEZIONE PEGGY GUGGENHEIM

Palazzo Venier dei Leoni

Dorsoduro 701

Venecia

Del 13 de abril al 2 de septiembre de 2019

 

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