Grau-Garriga y la fibra como medio de comunicación

El MACBA exhibe su obra Diálogo de luz

Barcelona,

Hace tres años el Ayuntamiento de Sant Cugat abrió al público el Centro Grau-Garriga, dedicado a la creación textil contemporánea y al examen de su riqueza artesanal y étnica, de sus relaciones con la sociedad y la moda y de su presencia tanto en el ámbito íntimo como en el colectivo. Lleva el nombre de una de las figuras fundamentales en la renovación del tapiz en nuestro país: este artista, nacido en aquella localidad catalana en 1929, se formó en pintura, dibujo, escultura y grabado en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios y en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona y trabajó en los campos de la pintura mural y el vidrio antes de enrolarse, avanzados ya los cincuenta, en la manufactura Aymat de alfombras y tapices, a la que vio nacer. Allí germinó en él la idea de fundar una Escuela Catalana del Tapiz, que le permitiría crear codo a codo con Joan Miró, Josep Maria Subirachs y Antoni Tàpies.

El mismo año en que inició su actividad en Aymat, 1957, viajó Grau-Garriga por primera vez a París, en un traslado de estudios que le permitió conocer, asimismo, a Jean Lurçat, quien por entonces ideaba tapices de inspiración gótica; tiempo después, otro francés dejaría en él una huella honda: Jean Dubuffet, cuyo informalismo le llevó a considerar el peso de lo matérico en su propia producción, a la que desde entonces incorporó materiales más comunes y menos sofisticados, como el yute, la cuerda o el hilo metálico. Ese camino aprendido en Francia lo aplicaría, en lo técnico y lo conceptual, al contexto del que partió y le permitiría liberar estas obras, de tan antigua tradición, de convenciones pasadas y acercarlas a la tridimensionalidad, incrementando sus formatos y modificando sus modos de presentación: al adentrarse en el espacio, podían alejarse del muro.

Sus próximos pasos tuvieron inevitablemente que ver con los environments, que mostraría tanto en el interior de edificios monumentales como en espacios públicos: en este caso, sus composiciones textiles querían salir al encuentro del espectador, apelando a su participación, a la posibilidad de que habitase o rodease las piezas. Incluso, en ocasiones, su realización llegaba a tener lugar en talleres colectivos, a los que se invitaba a asociaciones diversas, pues creía Grau-Garriga en las opciones pedagógicas del arte.

Josep Grau-Garriga. "Diálogo de luz". MACBA. Fotografía: Eduard Pedrocchi
Josep Grau-Garriga. “Diálogo de luz”. MACBA. Fotografía: Eduard Pedrocchi
Josep Grau-Garriga. "Diálogo de luz". MACBA. Fotografía: Eduard Pedrocchi
Josep Grau-Garriga. “Diálogo de luz”. MACBA. Fotografía: Eduard Pedrocchi

El trabajo de este autor llegó, en los setenta y los ochenta, a un buen número de centros nacionales e internacionales (del Museo Rufino Tamayo mexicano al Museum of Fine Arts Houston, del Musée d’Art Moderne de la Ville de París al Palau Robert barcelonés), pero desde entonces había caído en un cierto olvido hasta fechas recientes: en 2002 volvió a verse su obra en el Musée Jean Lurçat, dedicado a la que había sido su figura de referencia en Angers, donde ya expuso en 1989, y en los últimos años le han dedicado muestras el mencionado espacio de Sant Cugat, la Galería Michel Soskine madrileña y la Bienal de Sidney. En Angers, por cierto, residió Grau más de dos décadas hasta su muerte.

Hasta el próximo septiembre y como fruto de un proyecto de investigación de Núria Montclús y Esther Grau, en colaboración con Àlex Castro y Alba Clavell, el MACBA exhibe una de sus piezas, Diálogo de luz, datada entre 1986 y 1988. Se trata de una instalación abierta a variaciones, que Grau-Garriga adaptó efectivamente a diversas arquitecturas, incluida la del hueco de la escalera principal del mencionado Palau Robert, donde se exhibió por vez primera; destaca por su sensorialidad, por las experiencias vivenciales que permite en función de su ángulo de contemplación. En último término, por otorgarnos la posibilidad de cargar la obra de contenido emocional.

Esther Grau, que es hija del artista, charlará por cierto con Joël Andrianomearisoa, uno de los autores que con más firmeza trabaja hoy en la revitalización de lo textil, el próximo 2 de diciembre en el museo barcelonés y allí también podremos contemplar coloridos dibujos que el catalán concibió como ensayos de sus proyectos a gran escala.

Josep Grau-Garriga. "Diálogo de luz". MACBA. Fotografía: Eduard Pedrocchi
Josep Grau-Garriga. “Diálogo de luz”. MACBA. Fotografía: Eduard Pedrocchi
Josep Grau-Garriga. Proyecto de environment para el Teatre Pierre Fresnay, Ermont, 1979
Josep Grau-Garriga. Proyecto de environment para el Teatre Pierre Fresnay, Ermont, 1979

 

 

Josep Grau-Garriga. “Diálogo de luz”

MACBA. MUSEU D´ ART CONTEMPORANI DE BARCELONA

Plaça dels Àngels, 1

Barcelona

Del 28 de noviembre de 2022 al 11 de septiembre de 2023

 

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