Nueve libros ilustrados para adultos: placer visual para acompañar el placer lector

24/04/2018

Hace ya muchos años que hay quien compra libros (no infantiles) guiándose, además de por su contenido, por sus ilustraciones, y cada vez más editoriales se deciden a contar con ilustradores profesionales a la hora de extraer el potencial plástico de los relatos que publican; pero seguramente queda mucho terreno por andar en este sentido, porque sigue siendo numeroso el público lector que aún no ha caído en las redes de los libros ilustrados (algunos, quizá, pensando que tras Gustave Doré llegó el vacío). Si es vuestro caso, os proponemos nueve libros que aúnan calidad literaria y visual, historias con parada y fonda artística entre capítulos:

John Berger. Y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos
John Berger. Y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos. Nórdica

John Berger. Y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos

Es un libro difícil de clasificar, pero lo intentaremos: reúne ideas de John Berger sobre el arte y el mirar y las conjuga con la vertiente más puramente narrativa de su trabajo; podemos decir que sus teorías sobre modos de ver las aplicó a las emociones, abordando, por ejemplo, las razones que explican el amor o cómo hacer frente a la distancia. Lo hizo desde un tono poético y desde la sencillez, reivindicando lo emocional y lo táctil, el tiempo para profundizar.

Editado por Nórdica, este libro lo ilustró Leticia Ruifernández, arquitecta de formación que conoció a Berger en el 2000 y entabló amistad con él. Precisamente el filósofo murió cuando ella trabajaba en las ilustraciones de este libro.

Stephen King. El hombre del traje negro

No lo dejéis a un lado antes de tiempo si, a priori, Stephen King no es uno de vuestros autores de cabecera: este relato breve, editado también por Nórdica, es uno de los mejores salidos de su amor por el terror, y además homenajea a un clásico: Nathaniel Hawthorne y su cuento El joven Goodman Brown.

Un anciano hace memoria de una aventura de infancia que comienza a la orilla de un río, cuando acaba de comenzar la I Guerra Mundial y él ha pescado un par de grandes truchas. El inicio es inocente; el nudo y el desenlace -no esperábamos menos- huelen a diabólico azufre. Las ilustraciones son de una Premio Nacional clásica en estas lides: Ana Juan, que también es autora de libros infantiles como Snowhite, Comenoches y Circus.

Rebeca Dautremer. El pueblo durmiente

Este libro es apto para niños y adultos, en alguno tenía que ocurrir. Autora e ilustradora coinciden: se trata de Rébecca Dautremer, a quien aquí conocemos más por su segunda faceta, y la obra se inspira en La bella durmiente de Perrault, pero no pone a dormir a la joven sino a los habitantes de su pueblo, debido a un encantamiento maldito. Incorpora referencias a múltiples expresiones artísticas, también a su muy querida naturaleza, y sus ilustraciones, algo cercanas a la animación, quedan al servicio de la placidez y el silencio, en línea clara con el argumento. Príncipe y princesa poco tienen que ver con los habituales, porque Dautremer ha acercado el cuento a nuestro terreno, como hizo con la Biblia. Lo editó Edelvives.

Alessandro Baricco. Seda

También para Edelvives ilustró Dautremer esta preciosa historia de Baricco que muchos habréis leído ya; es tan breve como hermosa, con su lado ilustrativo y su parte romántica (alguien de hecho la ha resumido en El ramito de violetas de Cecilia, pero no hagamos caso).

Las ilustraciones no hacen sino subrayar la sensualidad y el carácter evocador del estilo de Baricco, aunque tengan vida propia.

Alejandro Baricco. Seda. Edelvives
Alejandro Baricco. Seda. Edelvives
Fernando Pessoa. Selección poética. Kalandraka
Fernando Pessoa. Selección poética. Kalandraka

Fernando Pessoa. Selección Poética

Esta obra, editada por Kalandraka, obtuvo el tercer premio nacional a los libros mejor editados en 2015, y lo merece, pero, reconocimientos al margen, nos deslumbra por dos razones de peso: la traducción (de Xosé Ballesteros) respeta la sintaxis original del escritor portugués, y las ilustraciones (de Pedro Proença) son collages geométricos que se inspiran en sus ideas sobre el interseccionismo. Para saber más de la relación del escritor con el arte hay que pasar por el Reina Sofía antes del 7 de mayo.

Franz Kafka. La metamorfosis

Algunos sabréis que la editorial Astiberri cuenta con una colección de clásicos ilustrados muy mimada; este es uno de ellos: nada malo podía salir de la unión de Kafka y el gran Paco Roca. El autor de Arrugas optó por no reproducir momentos concretos, sino por recrear el sentido de la obra desde su enfoque particular, tomándose sus licencias e indagando en el lado más sugestivo de la literatura del checo. Cómo no, en blanco y negro y muy recomendable.

Henry James. Otra vuelta de tuerca

A la novela insignia de James (inspiradora de varias películas y relatos de niños, niñeras y fantasmas) le puso ilustraciones Ana Juan en Galaxia Gutenberg. Este escritor solía narrar midiendo tiempos y palabras entre lo que desvelaba y lo que ocultaba, sugiriendo sin mostrar, y las ilustraciones con las que se acompaña esta edición, delicadas, parecen seguir ese mismo principio.

Andrew DeGraff y Daniel Harmon. Trazado: Un atlas literario

Es uno de los mejores libros de viajes que hemos leído en los últimos años: lo componen mapas literarios que nos permiten seguir los pasos a Borges, Melville o Mark Twain y compartir cartografías con Ulises, Hamlet o Robinson Crusoe. Buscad esta belleza en Impedimenta.

Goethe. Las penas del joven Werther

Otra editorial que cuenta con una colección estupenda de clásicos ilustrados es Sexto Piso; en realidad, cuesta mucho esconder las portadas de la mayoría de sus libros en la estantería. Aunque es difícil escoger, nos quedamos con este Goethe temprano, una obra de juventud sobre un trágico triángulo amoroso que le dio su primer gran éxito y que tendría una gran influencia en el romanticismo alemán.

Las ilustraciones, a tono con esta historia pasional y arrebatada, las puso Rosana Mesa.

Andrew DeGraff y Daniel Harmon. Trazado: Un atlas literario. Impedimenta
Andrew DeGraff y Daniel Harmon. Trazado: Un atlas literario. Impedimenta

 

 

 

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